La semana pasada se anunciaba la fusión en el próximo mes de Octubre de Sega con el fabricante de máquinas de Pachinko Sammy (que también tiene una filial de videojuegos), y un día después las bolsas recibían negativamente el anuncio, produciéndose fuertes bajadas en la cotización de las acciones de ambas compañías.
Ayer, la histórica compañía de videojuegos volvía a sufrir un batacazo en la bolsa, con una bajada del 7.27%, dejando el precio de las acciones en 752 yenes, y llegando en un momento de la sesión al mínimo de los últimos 27 meses, 731 yenes.
Los analistas no confían en la fusión como solución a las bajas venta del software de la compañía, y diversos financieros ya han advertido que si las acciones de Sega siguen bajando, su capitalización bursátil será similar a la de Sammy, implicando un reajuste en los porcentajes de la fusión, lo que posiblemente generaría nuevas depreciaciones de las acciones de Sega.
