Hoy hemos tenido la oportunidad de echarle el guante a un Battlefield 4 bastante más maduro que el visto en el pasado E3. Allí pudimos disfrutar de la presentación en sociedad del modo multijugador, con un espectacular escenario ubicado en Shanghái que nos dejó bien claras las intenciones de DICE. Éstas, a grandes rasgos, se centraban (y se centran) en potenciar el contenido que los ha llevado al éxito. Por decirlo de alguna manera, es un más y mejor: escenarios todavía más grandes que en la tercera entrega, más vehículos, la vuelta del modo Comandante, rascacielos que caían al suelo dando lugar a un escenario totalmente distinto…vaya, una lista de novedades que marcan una evolución lógica en una saga que quiere asentarse por igual en todas las plataformas.
Con motivo de la Gamescom hemos podido probar dos demostraciones (también multijugador) que nos han terminado de confirmar el buen sabor de boca que nos dejó el juego en Los Ángeles. Para empezar, nos han dejado probarlo por primera vez en su versión para consolas de nueva generación. Concretamente el turno ha sido para la PlayStation 4 de Sony, con una demo diferente en concepto a la de PC, pero con cifras confirmadas que nos han aliviado: hasta 64 jugadores simultáneos y 60 fotogramas por segundo. Son dos cifras, como decimos, buscadas por cualquier usuario interesado en saber desde qué punto partiremos con las nuevas máquinas, y seguro que suponen un respiro para los más escépticos. Pero vayamos con lo vivido en estas partidas.
Ambas demostraciones nos han llevado al escenario de Paracel Storm, aunque la de PlayStation lo ha hecho de manera más tímida. El mapa, un conjunto de pequeñas islas del sur de China expuestas a las inclemencias del tiempo, se mostraba encorsetado. Lo que debía ser un archipiélago se transformaba en un terreno de tamaño mediano donde simplemente teníamos que preocuparnos de la infantería. Sin vehículos y sin objetivos más allá de capturar y mantener las banderas. Aunque el modo de juego se trataba de Conquista, nos ha recordado por dimensiones y ritmo de juego a los enfrentamientos que se dan en el descargable Close Quarters. Pero claro, debemos recordar que se trata de una versión prematura, y aun así hemos salido encantados. Esa tasa de fotogramas prometida cumplía a la perfección, por ejemplo, y si hay algo que siempre se destaca de Call of Duty o de las versiones de PC de prácticamente cualquier juego es precisamente dicha fluidez en la acción, y en este Battlefield 4 la vamos a tener.
Nuestra clase elegida ha sido Asalto, para poder echar una mano a los compañeros necesitados de botiquines a la vez que acribillábamos a cualquiera que osara robarnos alguna de las banderas. Fue una partida frenética, donde los tickets de ambos equipos bajaban tan rápido que rezábamos por un tiempo muerto que nos permitiera degustar mejor las posibilidades del juego. Lamentablemente no fue así, pero igualmente nos hemos llevado una gran sensación. Parece que la versión de consolas va a respetar en todo lo posible a la de PC, algo que hemos extraído de los chicos de DICE, muy tranquilos y confiados durante las declaraciones previas a la toma de contacto.
Después de probar el nuevo mando de Sony hemos vuelto al ratón y teclado, aunque con opción de jugarlo con el mando de la XBOX 360. Sí, volvíamos a un terreno dominado por los suecos: el del PC. Aquí la demostración de Paracel Storm se mostraba sin recortes, en todo su esplendor. El escenario era el mismo archipiélago, pero esta vez sin muros invisibles. Por otra parte teníamos a los equipos, llenos de unidades encargadas de reaparecer en tierra, mar y aire gracias a los distintos vehículos. La experiencia prometía tanto o más que antes y de nuevo no hemos podido salir más satisfechos.
Porque claro, aunque reconocemos la agradable sorpresa de poder haber probado la versión que estrenará las futuras consolas, echábamos de menos una experiencia Battlefield completa. En esta partida, de hecho, hemos podido constatar dos grandes novedades: el modo de juego Obliteración y el clima dinámico. Lo primero solo necesita una breve explicación para entender el porqué de su más que posible éxito entre la comunidad. Básicamente estamos ante un modo que exige el típico trabajo en equipo tan característico en la saga. Tenemos tres objetivos por bando y una bomba que aparece en un lugar aleatorio del centro del mapa. Cada equipo debe esforzarse por portarla y colocarla en el lugar que tenga mayores posibilidades de éxito. Claro, contando con opciones de transporte tan pintorescas como motos de agua o helicópteros, tenemos que estar muy atentos al movimiento del enemigo y sus vehículos. Difícil no imaginar mil y una jugarretas.
Sobre el clima dinámico os debemos remitir al último tráiler del juego. Comenzamos de día, en lo que catalogaríamos como una jornada ideal de playa. Temperatura perfecta, mar tranquilo y unas islas donde divertirnos pegando tiros. A mitad de partida más o menos la cosa se complica. Una tormenta de las que hacen época irrumpe en medio del combate, oscureciendo el cielo y formando olas de varios metros de altura. Así es como pasamos de un combate recurrente y bastante familiar a toda una guía de supervivencia. Zodiacs apunto de volcar mientras huyen con la bomba, árboles agitándose como si quisieran abandonar el campo de batalla, helicópteros incapaces de distinguir soldados entre los matorrales…un caos delicioso, donde acompaña, cómo no, un apartado sonoro de esos a los que nos tiene acostumbrados DICE.
Hemos terminado la partida jugando nuestra propia batalla porque ha sido imposible comunicarse entre tanta diversidad, pero lo de hoy bien orquestado se convertirá en el ladrón de tiempo perfecto de estas Navidades. En nuestra aventura por Paracel Storm hemos podido tirarnos en paracaídas, hacer de pilotos para nuestro artillero a bordo de una lancha o nadar entre islas para infiltrarnos en la base enemiga. Han sido decisiones que partieron desde el egoísmo, y aun así lo hemos pasado genial. Pero Battlefield, recordamos, es un juego que premia el trabajo en equipo, y con unos ingredientes tan suculentos como los vistos hoy solo nos queda desear que pase el tiempo lo más rápido posible. Tenemos ganas de renovación en esto de la guerra virtual, y no se nos ocurre mejor exponente que el nuevo trabajo de DICE. Mientras tanto, paciencia, que ya queda menos.
