Los que ya tengan una edad recordarán una película que salió en 1981 y que marcó bastante en aquella época, "Furia de Titanes". Con unos efectos especiales muy destacables para el momento, nos contaba la historia de cómo Hades comenzaba a destruir los templos de los dioses griegos para echarle la culpa a los hombres y que Zeus les castigara. Pero afortunadamente Perseo, hijo de Zeus, emprende un viaje para conseguir vencer a Hades y poder recuperar la normalidad. Este año recibiremos un remake de la película original y, como ya viene siendo una tradición con los grandes filmes, tendremos su contrapartida en videojuego. Después de haber podido ver en primera persona como de desarrolla el juego, os traemos nuestras primera impresiones.
Vive la película
El juego sigue fielmente la historia de la película, de hecho, según nos comentaron, todo lo que aparece en el juego refleja una escena de la película. Esto hace que, a diferencia de otros juegos basados en licencia, no nos encontremos con momentos inventados respecto a la película que ayuden a ampliar información o, simplemente, a rellenar. Para contarnos estas imágenes el juego hará uso de abundantes escenas realizadas con el motor del juego, en las que veremos que aunque los protagonistas no han participado en la realización del juego poniendo sus caras, si que se aprecia un evidente parecido.
El desarrollo del juego es siempre el mismo. Empezaremos en una zona segura llamada base (puede ser el pueblo del protagonista, como al principio, o un campamento a las puertas del desierto). Desde aquí podremos guardar partida y hablar con distintos personajes, algunos de los cuales nos darán información y otros, nos ofrecerán misiones. Cuando aceptemos la misión, se nos dirá cuales son los objetivos y deberemos ir a cumplirla. Para ello, saldremos de la base y entraremos en la parte de acción, que nos traerá un mapa más o menos grande (dividido por zonas) en el que deberemos orientarnos bien para llegar a nuestro objetivo. En estas zonas básicamente lo que deberemos hacer es acabar con todo bicho viviente. De hecho, todas las misiones que hemos visto se basan en acabar con los enemigos que nos salgan o, como mucho, en llegar a un punto concreto (matando por el camino todo lo que veamos). En este sentido, el juego es bastante repetitivo, ya que la fórmula se repite una y otra vez, pero el punto positivo es que el sistema de combate está bien planteado.
A la hora de atacar contaremos con el arma principal del personaje, su espada, y con un arma secundaria a elegir de entre 12 clases distintas (cada clase con varias armas). Con la espada tienes ataque normal y fuerte (más lento) y puedes ir combinándolos para ser más efectivo. Al debilitar a algunos enemigos nos aparecerá la opción de robarles el arma, para lo cual deberemos pulsar cualquier botón en el momento en que nos lo pida el juego. La utilización de las armas secundarias será fundamental, pues habrá enemigos que sólo se vean afectados por este tipo de armas o cuya armadura se romperá si usamos una de ellas. El problema es que no podremos usarlas sin control, ya que al atacar con ellas gastaremos la barra de almas. Para llenar estar barra deberemos eliminar a los enemigos (aunque estos nos dará muy poca cantidad de alma) o robársela mientras aún está vivo. Esto último es lo más efectivo, pero también lo más peligroso Antes de comenzar a robar, deberemos esperar a que el enemigo se vea rodeado por un aura azul: cuanto más azul, más alma tendrá. Pero si el personaje aún tiene mucha vida, cuando le robemos el alma nos contraatacará, por lo que deberemos esquivar su ataque rápidamente si no queremos sufrir daño. Si repetimos la operación varias veces (o si el enemigo estaba ya debilitado), acabaremos con su vida al robarle alma.
Aunque la mayoría de estas armas secundarias serán, como dice la palabra, armas, otras serán hechizos, como el curativo, uno que crea una barrera u otro que rodea nuestra espada de fuego. Tan importante será conseguir estas armas como evolucionarlas, pues consiguiendo materiales podremos mejorarlas, haciéndolas aún más efectivas. Aunque estas mejoras servirán para hacer nuestro arma más poderosa, deberemos tener cuidado, pues a veces se asociarán efectos negativos que afectarán a nuestro personaje, por lo que deberemos pensarnos bien que usaremos. En todo momento podremos tener cuatro armas secundarias equipadas, que se asignarán a la cruceta del mando y si queremos equiparnos cualquier otra, deberemos acceder al menú de juego.
Mejor acompañado
Aunque para avanzar en el juego deberemos ir superando las misiones sin más para ir conociendo la historia, una vez superado un capítulo, podremos entrar en el modo desafío del mismo. Esto hace que podamos volver a entrar en el mapa de ese capítulo y enfrentarnos a enemigos que no dejarán de salir. La utilidad de esto es conseguir más materiales para mejorar nuestras armas o poder enfrentarnos a ese enemigo que se nos escapó la primera vez y que tiene ese arma secundaria tan efectiva que dejamos pasar. Otro punto interesante es que en algunas misiones en las que Perseo irá acompañado, un segundo jugador podrá coger el mando y pulsando un botón, empezar a jugar controlando a ese personaje (y marchándose en cualquier momento sin que afecte al primer jugador). Esto será una buena idea, ya que por lo que vimos la inteligencia artificial de los aliados deja bastante que desear, especialmente los guerreros (aunque esperamos que se pula de cara a su lanzamiento).
Gráficamente el juego cumple, aunque no destaca en ningún apartado. Los modelos de los personajes se parecen a los actores a los que representan, pero su acabado no es tan bueno como nos gustaría. Sus animaciones son variadas, aunque demasiado ortopédicas. Los enemigos, por otra parte, destacan por su variedad, y es que en la partida que vimos, nos encontramos con un buen número de ellos, todos con un diseño muy interesante (aunque no sorprendan por tratarse de criaturas mitológicas ya vistas en otros juegos ambientados en la mitología griega). Los escenarios no son muy grandes, pues aunque los mapas son bastante amplios, están divididos en zonas relativamente pequeñas entre las cuales hay una pantalla de transición. Además, nos han parecido poco inspirados estos escenarios y bastante repetitivos, pues al menos en lo que vimos, la mayoría recrean paisajes montañosos que se parecen bastante entre sí.
Como siempre que llega un videojuego basado en una licencia, siempre surgen las dudas acerca de su calidad o si sólo trata de aprovechar el tirón de la película. Por lo que hemos visto, este Furia de Titanes: el Videojuego tiene bastante trabajo detrás y han querido hacer una jugabilidad elaborada. En general el juego nos ha gustado, aunque nos preocupa que pueda volverse repetitivo debido a su planteamiento, aunque la posibilidad de ir consiguiendo y mejorando nuevas armas, así como la estrategia de usar las armas secundarias consumiendo barra de almas, nos ha parecido muy interesante. Tendremos que esperar a jugarlo a fondo para ver si se cumple la maldición de los juegos basados en películas o sus creadores han conseguido pasarla de largo.
