La serie Dinasty Warriors ha conseguido hacerse un hueco dentro de la industria de los videojuegos. Con más de diez títulos a sus espaldas, la serie de Koei prepara un nuevo desembarco para las consolas de alta definición actuales, prometiendo nuevas novedades jugables, un sistema de juego mucho más elaborado y una actualización gráfica lo suficientemente densa como para contentar a los jugadores más exigentes. Después de varias entregas paralelas a la serie original, y otras propuestas con mezclas de animación japonesa -como Dynasty Warriors: Gundam-, la desarrolladora ha optado por seguir la serie numérica y ofrecer, de nuevo, ese sabor tan característico de la saga; tanto para Xbox 360 como para la sobremesa de Sony. Llega Dynasty Warriors 7 con una vuelta a los orígenes que pretende, ni más ni menos, volver a elevar el nombre de la franquicia hasta límites insospechados. ¿Lo conseguirá? Tendremos que andar atentos a las últimas declaraciones de la desarrolladora y a la respuesta del público y crítica, pero, por el momento, los adeptos de la serie y los fans del género están, a priori, de enhorabuena, porque parece ser que las expectativas van a cumplirse de largo.
Antes de comenzar a ver qué ofrece de nuevo esta nueva entrega, debemos hacer un repaso rápido a lo que fue en su día la obra para poner al lector en escena. Originario de PlayStation One, Dynasty Warriors se concibió como un título de lucha uno contra uno, similar a Tekken y Soul Edge, basado, como todas las entregas posteriores, en la obra literaria de Guanzhong "El Romance de los Tres Reinos". No fue hasta la segunda parte cuando Omega Force y Koei decidieron darle una vuelta de tuerca al género y comenzar a expandir la serie con títulos basados en la lucha contra varios enemigos a la vez, cogiendo aspectos de los míticos "yo contra el barrio" y trasladándolos a las tres dimensiones de la época. Después de varios títulos, donde los personajes iban adquiriendo cada vez más importancia y la obra literaria cada vez presentaba un peso más fuerte dentro del argumento, llegamos a una séptima parte en la que volveremos a vivir las batallas de los tres reinos -y un cuarto inventado para la ocasión- con multitud de personajes, historias entrelazadas y acción, mucha acción.
Uno de los puntos fuertes de la serie es su capacidad a la hora de presentar un universo completamente vivo. Inspirarse en una obra literaria tan densa ofrece no sólo la posibilidad de jugar con los personajes principales de la serie original, sino también ofrecer nuevos retos y bifurcaciones que no existen sobre el papel, aumentando de esta manera el universo de la franquicia y, por consiguiente, la diversión dentro del entretenimiento digital. Esta séptima parte de la serie -sin contar los spin offs-, presentará más de 60 personajes controlables divididos en los cuatro reinos que luchan por sobrevivir a las guerras de la época, cada uno con sus propias motivaciones, habilidades y estilo de lucha, por lo que se augura no sólo un videojuego denso y largo, sino también variado hasta el punto de repetir partidas a diestro y siniestro.
Sin embargo, el hecho de tener tantos personajes a disposición del jugador podría ser un arma de doble filo, ya que tantas opciones pueden dar lugar a multitud de personajes clónicos y movimientos repetitivos, restándole puntos no sólo de innovación, sino también de diversión. Habrá que ver si todos los personajes, o, al menos, la gran mayoría, ofrecen una visión de la historia lo suficientemente dispar como para no aburrir al jugador.
La obra se presenta tal y como viene siendo habitual en las últimas entregas: una obra donde la acción y la aventura se mezclan batallas tan épicas y gigantes que podrían haber sido pasto de El Señor de los Anillos. Durante las fases que dura el modo historia, tendremos que vernos las caras con multitud de hordas enemigas, centrando nuestro ataque en ellas para sobrevivir y llegar a la siguiente fase, todo, por supuesto, barnizado con ese concepto de historia literaria que engloba la obra literaria.
Las batallas, que no son sino el elemento fundamental dentro de la serie, volverán a sus orígenes presentando un sistema de combate mucho más depurado, denso y profundo, haciendo las delicias de los amantes del género y evitando la sensación de estar dentro de un videojuego donde machacar botones es una constante para sobrevivir. Después de varias entregas donde la simplificación era tan basta que los más allegados a la serie tuvieron quejas al respecto, Koei pretende enmendar los errores del pasado con un sistema más válido, con la posibilidad de encadenar ataques normales, fuertes, combinados e incluso técnicas exclusivas de cada personaje, haciendo la obra mucho más dinámica, rápida y frenética que las obras que lo preceden.
Cada personaje dispondrá de un arma principal que perfeccionará a medida que vayamos superando combates, como si se tratara de un videojuego de rol. Cuantos más combates ganemos, y fases superemos, los personajes principales irán adquiriendo experiencia perfeccionando sus armas, creando nuevas habilidades y aumentando la fuerza y destreza de sus ataques. Por si eso fuera poco, los personajes también tendrán a su disposición un arma secundaria que podrán intercambiar con la principal en tiempo real, haciendo los combos muchos más largos y presentando una posibilidad de caracterización poco antes visto en un videojuego de este tipo. La cantidad de armas, personajes y habilidades será tan grande que cada jugador tendrá un estilo distinto para jugar, y habrá que darle a la cabeza para superar los enemigos finales y medianos que nos iremos encontrando durante la partida.
Además del modo historia, donde controlaremos a varios personajes luchando por sus propias convicciones, la séptima entrega numerada de Dynasty Warriors presenta un modo crónica, donde podremos controlar más de 60 personajes diferentes en historias cortas con retos específicos inventados para la ocasión. Volvemos, de nuevo, a inspirarnos en el concepto de la historia literaria con una visión más profunda de la mano de la desarrolladora, que no escatimará en presentar nuevos retos, bifurcaciones de guión y elementos novedosos para hacer una experiencia de juego mucho más completa de cara al producto final. Como añadido final a este modo, será posible que un segundo jugador aparezca en escena para librar las batallas codo con codo, ya sea en una misma partida o por Internet.
El apartado técnico estará revisado para la ocasión, mejorando el motor gráfico para ofrecer una experiencia audiovisual exquisita para los tiempos que corren. La cantidad de enemigos por pantalla y los escenarios -que serán bastante más grandes que lo habitual- presentarán un reto para las videoconsolas de alta definición, y habrá que ver si aguantan el tipo en los puntos donde la acción esté en su máxima expresión. Esperamos, eso sí, que la desarrolladora haya optimizado todos los aspectos de su obra antes de lanzarla al mercado, ya que las molestas ralentizaciones podrían aparecer en algún momento de la de partida mermando de esta manera el aspecto jugable y dándole una sensación agridulce a una obra que, cuanto menos, promete horas y horas de diversión.
Dynasty Warriors 7 aparecerá para Xbox 360 y PlayStation 3 el próximo mes, y viene con los suficientes ingredientes como para convertirse en uno de los títulos más grandes de la franquicia. A falta de saber nuevas características de última hora, la obra pretende no sólo volver a los orígenes y contentar a los seguidores de la saga, sino también que nuevos adeptos adictos al género descubran las características de una de las series más valoradas y queridas de la industria del videojuego.
