Dista de ser una saga superventas, pero Xenoblade Chronicles ha conseguido con tan solo dos juegos convertirse en uno de los grandes referentes del rol japonés de los últimos años, al menos en lo que a calidad se refiere, por lo que no es de extrañar que Nintendo haya dado luz verde a una nueva entrega para seguir potenciando el cada vez más suculento y prometedor catálogo de Switch.
Aunque sea el tercer título de la saga, que se haya titulado Xenoblade Chronicles 2 no es casualidad y se trata de toda una declaración de intenciones, ya que esta vez Monolith Soft seguirá la senda que emprendió con el primer Xenoblade, donde la historia primaba sobre la exploración a la hora de guiar nuestros pasos, todo lo contrario a lo que ocurrió con Xenoblade Chronicles X, juego en el que el guion pasaba a ser un elemento muy secundario del conjunto para dar al jugador total libertad para explorar su mundo, una decisión que dividió a los fans entre quienes preferían el enfoque original y quienes defendían este último.
Por lo tanto, volveremos a disfrutar de un JRPG clásico en el que la trama principal irá guiando nuestros pasos y marcará el ritmo de la aventura, aunque esto no significa que los amantes de explorar gigantescos mundos abiertos vayan a quedarse sin su ración de "pateos", ya que según las palabras del mismísimo Tetsuya Takahashi, el principal responsable del proyecto, todas las lecciones aprendidas con X se aplicarán en este juego, por lo que es de esperar que exista cierto equilibrio entre libertad para perdernos por su mundo y el desarrollo de la historia, aunque esta última sea la que al final acabe llevando la voz cantante.
Hablando de la trama principal, esta nos llevará a emprender un viaje en busca de un lugar conocido como Elysium, del cual se habla como si fuese el paraíso. El tono del guion será un poco más optimista y distendido que en los anteriores trabajos del estudio, centrándose mucho más en lo que es el viaje en sí y en el desarrollo de la relación de sus dos protagonistas (un chico llamado Rex y una misteriosa joven que responde al nombre de Pyra).
Eso sí, cabe destacar que se tratará de una historia completamente nueva y de un mundo diferente a lo visto en sus predecesores, por lo que no será necesario jugar a ninguno de ellos para poder disfrutar plenamente de esta secuela. Ya que hemos mencionado el mundo, decir que este está formado por una serie de grandes bestias que surcan los cielos y en cuyos cuerpos viven los humanos, un concepto similar al del primer juego, el cual se desarrollaba sobre los cuerpos inertes de dos colosos.
Así pues, viajaremos de una gran bestia a otra, lo que será equivalente a visitar diferentes tipos de regiones, ya que no hay dos titanes iguales, por lo que podemos esperar todo tipo de ambientaciones, como zonas heladas, desiertos, bosques, llanuras, montañas, etcétera. Además, la climatología será totalmente dinámica, por lo que regresarán cosas tan clásicas y habituales como un ciclo día/noche o lluvias, con otras un poco más novedosas y específicas, como mareas que cambian según el ciclo lunar, algo que podría servir para ocultar o revelar ciertos secretos...
En lo que respecta a la jugabilidad, volverá a proponernos recorrer el mundo combatiendo contra todo tipo de criaturas, subiendo de nivel y realizando multitud de misiones, ya sean para seguir la historia principal o realizar encargos secundarios, todo ello mientras exploramos zonas de un tamaño gigantesco y un sentido de la escala como solo Monolith Soft sabe hacer, consiguiendo que nos sintamos como unas hormigas diminutas ante todo lo que vemos.
El sistema de combate, por su parte, mantiene gran parte de las bases vistas tanto en el primer título como en X, de modo que volverá a basarse en la realización de ataques automáticos para recargar el uso de las diferentes habilidades, con la diferencia de que estas últimas ahora podemos equiparlas en cada uno de los botones del mando a modo de atajo, lo que deja la interfaz más limpia y hace que los controles de las batallas sean más directos.
A todo esto tenemos que sumarle el hecho de que ahora existirán dos tipos de personajes: Blades y Drivers. Los primeros nos combaten directamente y su cometido no es otro que el de potenciar al Driver al que los vinculemos, los auténticos luchadores. Lo interesante es que existen muchos tipos de Blades distintos con sus propias características únicas y estos están especializados en diferentes roles (tanque, atacante y sanador), algo que promete dar mucho juego y aportar una gran profundidad a las batallas para que podamos personalizar y desarrollar a nuestros personajes a nuestro gusto según las distintas combinaciones de Blades (podemos cambiarlos en combate) y Drivers que realicemos.
Gráficamente el título promete convertirse en uno de los grandes referentes de la nueva consola de Nintendo gracias a sus mastodónticos escenarios, los cuales volverán a estar recargadísimos y repletos de elementos que ayudan a que se sientan vivos, algo a lo que también ayuda la buena dirección artística del título y las mejoras realizadas en el sistema de iluminación. El diseño de los enemigos y criaturas que se han visto hasta el momento es imponente y los personajes esta vez apuestan por un estilo mucho más "anime" que antes. Mención especial a la gran mejora que han recibido las animaciones de estos últimos, a años luz de lo visto en los dos primeros juegos, probablemente uno de los aspectos en los que más flaqueaba la saga.
Aunque de la banda sonora apenas se ha podido escuchar nada, mencionar que en esta ocasión regresan la mayoría de compositores del primer juego, con Yasunori Mitsuda a la cabeza en colaboración con ACE, Kenji Hiramatsu y Manami Kiyota.
Está claro que Xenoblade Chronicles 2 es uno de los títulos más prometedores de Switch para este año, y probablemente de la industria en general. Tras dos juegazos y con todo lo visto hasta el momento, mucho se van a tener que torcer las cosas para que no acabe convirtiéndose en un nuevo JRPG de referencia que nos haga disfrutar durante horas y horas de aventuras de gran calidad. No sabemos cuándo es exactamente ese "invierno 2017" que Nintendo ha señalado para su lanzamiento, pero la espera va a ser larga.
