Si algo le pedimos muchos a PlayStation Vita son títulos originales y únicos, que no podamos encontrar en otras plataformas. Juegos como Gravity Rush, Soul Sacrifice, el esperado Tearaway –lo nuevo de Media Molecule que tiene una pinta irresistible-, o este Murasaki Baby, que se anunció en la conferencia de Sony durante la pasada Gamescom. Una aventura con un diseño artístico único y original, y aunque el vídeo que mostraron sirvió para hacernos una ligera idea de en qué consiste, horas después pudimos probarlo, sabiendo ya a ciencia cierta qué es lo que podemos esperar de este título exclusivo de PS Vita.
Murasaki Baby es obra de Ovosonico, un nuevo estudio fundado por Massimo Guarini, ex director de Grasshopper Manufacture, creadores de juegos como Killer7, No More Heroes, Lollipop Chainsaw y Shadows of the Damned, este último dirigido por el propio Guarini. Las oficinas de Ovosonico se encuentran ubicadas en una mansión del siglo XVIII en el norte de Italia, a orillas del lago Varese, cerca del Parque Natural del Campo dei Fiori, un marco incomparable para crear videojuegos, y donde este estudio pretende desarrollar toda su creatividad, con obras originales y diferentes como esta.
Su primer trabajo, Murasaki Baby, es una buena carta de presentación, un juego que con unas pocas imágenes llama poderosamente la atención, con una estética de dibujos animados tétricos y oscuros, que recuerdan al imaginario de las películas de Tim Burton, o a la estética de Los mundos de Coraline, la película dirigida por Henry Selick basada en la novela de Neil Gaiman. Trazos a lápiz en constante movimiento, que sin demasiado detalle y con poco color transmiten muchísimo, en parte por culpa de la peculiar protagonista, una "encantadora" niña con la cara del revés. Todo el arte está creado a mano, dibujado sobre papel, y trasladado a la espectacular pantalla de Vita con la máxima fidelidad.
En palabras de sus creadores, Murasaki Baby es como "un experimento, totalmente alejado de explosiones, guerras y zombis. Trata sobre emociones humanas y la creación de lazos", y por ello su jugabilidad es totalmente táctil, quieren que el jugador cree una relación de afecto con la protagonista, al tener que llevarla de la mano, al tocarla literalmente. "Nuestro juego ofrece una experiencia distinta, basada en una mecánica de juego muy emocional que hará que los jugadores se impliquen profundamente". Sin duda unas intenciones muy ambiciosas para una propuesta jugable tan sencilla.
La historia nos cuenta cómo Baby se despierta en un extraño mundo, habitado por las fantasías y los miedos de los niños. Completamente sola, y con la única compañía de un globo violeta en forma de corazón, se siente perdida, vulnerable y echa de menos su hogar, y quiere encontrar a su mamá, tarea en la que tendremos que ayudarla. En la demo que jugamos no había ni explicaciones ni tutoriales, te suelan en mitad del juego y tienes que experimentar, tanto con la pantalla táctil como con el panel táctil trasero.
Pronto descubres que para que eche a andar y te acompañe tienes que poner el dedo sobre su mano, al que se agarrará y comenzará a caminar. Desplazaremos el dedo por la pantalla para que Baby vaya avanzando, pero con cuidado y delicadeza, ya que si movemos el dedo muy rápido no puede seguir el paso y se irá de bruces contra el suelo. Nuestro objetivo será ir superando los puzles que nos plantean y hacer frente a algunos enemigos, mientras protegemos a Baby, o mejor dicho, a su globo en forma de corazón, ya que si lo pierde o se le pincha, se acabará la partida. Hay distintas circunstancias en las que puede perderlo, pero nosotros tendremos que ser rápidos y recuperarlo, llevándolo de nuevo hasta su mano.
Baby tiene miedo a la oscuridad, y en ocasiones tendremos que iluminar su camino, por ejemplo con una lámpara que vamos colocando en unos ganchos. Cuando aparecen unos enemigos en forma de clics dispuestos a pinchar el globo, tenemos que golpearlos con los dedos antes de que lo alcancen. También hay otros obstáculos como pequeños acantilados, para lo que habrá que deslizar el dedo desde la espalda de Baby hacia adelante, para que esta salte.
Los momentos más interesantes vienen de la mano de los puzles, y de la posibilidad de cambiar el fondo del escenario, la ambientación, con tan solo deslizar dos dedos por el panel táctil trasero. En la demo que jugamos podíamos cambiar entre cuatro de estos fondos, que de manera un tanto peculiar representaban las estaciones del año. Llegamos a una zona en la que había un patito de goma en lo fondo de un barranco, y para que subiera teníamos que cambiar al fondo de tormenta, con el que llovía y el agua subía el pato hasta arriba, y luego activar un fondo con un molino de viento, que al soplar hacia que se moviera el pato sobre el agua y pudiéramos superar esa situación.
En una zona con antorchas teníamos que ir moviendo el globo para que este no se quemara, y en la breve demo que jugamos, de unos 10 minutos, no dejamos de encontrarnos con situaciones distintas, que en más de una ocasión nos hicieron pararnos un rato a pensar qué teníamos que hacer. Esa mezcla de puzles, algunos momentos esporádicos de habilidad y acción, y la experimentación con la consola y todas sus funciones (también hemos visto que usará los giroscopios), hacen que sea una experiencia jugable curiosa, que se redondea con su atractivo aspecto gráfico y sonoro.
Los gestos, las animaciones, los sonidos de risa o de llanto, Baby se hace querer rápidamente, pese a lo fea que es la condenada, es un encanto de personaje. Murasaki Baby es exactamente el tipo de juego que le pedimos a Vita, algo único, que aproveche sus funciones y que solo podamos encontrar en esta plataforma. Llegará en 2014 vía PlayStation Network, y ya estamos deseando reencontrarnos con la encantadora Baby para ayudarle a encontrar a su mamá.
