La pareja de mascotas no oficiales y más constantes de PlayStation en la actualidad vuelve a la acción este año. Eso no debería ser noticia, puesto que Ratchet & Clank tienen una cita casi anual con sus seguidores, pero esta vez lo hacen recuperando el género y estilo por el que son conocidos y eso sí es una alegría. Tras QForce, inspirado en el género de la defensa de torres –estrategia para proteger un área mediante protecciones automáticas-, y Todos para uno, centrado en el multijugador para cuatro usuarios, nos fijamos que desde 2009, concretamente con Atrapados en el tiempo, no disfrutábamos de un Ratchet & Clank pata negra.
Ratchet & Clank Into the Nexus –simplemente Nexus en Europa- cierra la trilogía compuesta por Armados Hasta los Dientes y con Atrapados en el tiempo, y de paso probablemente se despida de PlayStation 3 tras no pocas entregas alternadas a lo largo de la generación con la serie Resistance. Eso no significa que dejemos de oír sus nombres a corto plazo, y si no es con secuelas para PlayStation 4 –ninguna anunciada por el momento-, la película de animación generada por ordenador prevista para 2015 seguro que aumenta el interés por estos personajes. Raro será que no coincida con algún lanzamiento en la nueva generación.
Nexus, cuya duración se espera que sea intermedia entre En busca del Tesoro y Atrapados en el Tiempo, recupera la jugabilidad aventurera que todo jugador de la saga de Insomniac Games espera de estos personajes. Los experimentos de los últimos juegos han sido divertidos y hasta necesarios llegado el punto de desgaste y la falta de ideas que hace unos años era más que palpable. Pero nada de lo probado en QForce o Todos para uno ha tenido el calado suficiente como para mantenerse aquí, por lo que hablamos de un capítulo de desarrollo clásico sin grandes sorpresas, más centrado en el argumento y la jugabilidad conocida que en innovar o directamente cambiar de género. Lo que sí habrá son unas cuantas novedades en forma de armas y situaciones.
El juego comienza con Ratchet y Clank acompañando a dos peligrosos criminales al centro de detención Vartax en los confines del Universo cuando, sorprendente, la misión acaba mal. Tras el incidente los dos héroes acabarán en un peligroso planeta, dando lugar a un juego que ahora sí recuerda a las clásicas aventuras con Ratchet repleto de un arsenal y equipo tan variopinto como letal que mezcla armas clásicas y otras completamente nuevas de temática gravitacional, hasta donde hemos visto la gran peculiaridad jugable y temática de esta secuela. También parece que se ha querido aprovechar un poco el misterioso enclave de esta historia para ofrecer unos escenarios ligeramente más tétricos o retorcidos –dentro de lo que cabe en el mundo de Ratchet-, reflejando los desconocidos mundos que se abordarán aquí; en cierto momento se podrá viajar por diferentes planetas y explorar este sector perdido de la galaxia, descubriendo algunas áreas abiertas y eligiendo el propio camino para avanzar.
Entre los juguetitos que tendremos a disposición está al Repulsor, con el que lanzaremos un impacto capaz de elevar a los enemigos que quedarán indefensos flotando en el aire; la granada Vortex que crea un agujero negro con absorbentes efectos para los rivales; la caja de pesadillas, que distrae o asusta a los oponentes con diferentes amenazas –esqueletos, payasos, demonios, robots aterradores- y en sus evoluciones también daña, o la Winterizer que convierte a las criaturas en muñecos de nieve y que potenciada nos ofrecerá también regalos navideños de salud y munición.
Fuera de las armas bélicas hay un artilugio muy peculiar que une puntos del escenario en una especie de túnel tractor que recuerda mucho a lo visto en Portal 2 y que quizás más adelante ofrezca puzles complejos para abrirse paso por lugares inaccesibles con los gadgets habituales. También regresan las botas magnéticas y aparecen fases con gravedad cero. Ratchet & Clank –y los juegos de Insomniac en general- siempre han destacado por las originales armas y sus cómicos efectos, y las incorporaciones vistas aquí siguen esa línea de violencia cartoon para todo tipo de público.
La parte de acción cubre gran parte de la jugabilidad, pero no toda. Además de la exploración, saltos, tiroteos y acción a corta distancia, tenemos a nuestro metálico amigo Clank para secciones que cambian ligeramente el tipo de planteamiento, más pausado con puzles o plataformas 2D en los que podremos controlar el punto de gravedad dentro de un laberinto para modificar el suelo relativo, lo que recuerda a esos clásicos plataformas en los que nuestro personaje camina por el techo –o los laterales- y te obliga a pensar en todas las direcciones. Son fases bastante divertidas y explotan bien la ventaja de tener dos protagonistas con posibilidades de juego tan diferentes.
Este Ratchet & Clank viene apoyado por el conocido motor gráfico del estudio. Excelentes animaciones exageradas, texturas de colores muy vivos y muchos efectos en pantalla. Es difícil encontrar evoluciones notables, sí parece que con cada secuela poco a poco el escenario se va recargando de detalles y objetos. La dirección artística de la serie hace que sea un juego que difícilmente quede anticuado aunque la tecnología que lo mueve ya no sea tan impactante como lo fue en su momento Armados hasta los dientes.
El nuevo Ratchet, con sabor al viejo Ratchet
No podemos decir que Nexus tenga grandes novedades con lo probado, más bien la intención de los desarrolladores es justo la contraria: ofrecer nuevos mundos, escenarios y situaciones al estilo de la vieja escuela en 128 bits. Tras un tiempo experimentando con ideas que no siempre han funcionado, o que no han acabado de cuajar entre los fans, esto es lo que se echaba en falta. Lo tiene difícil para hacerse un hueco en el complicado mercado de fin de año, y aún más en este con las consolas de nueva generación a estrenar, pero esperamos que sus incondicionales sepan apreciar que Insomniac ha escuchado sus peticiones.
Los seguidores más fieles del dúo galáctico tienen razones para esperar con ganas el 11 de noviembre, porque Nexus promete no defraudar y se lanza a precio de salida de 29.99 euros.
