¿Existen suficientes juegos de acción en primera persona hoy día? Epic y People Can Fly creen que no, y están dispuestos a intentar ofrecer algo que revitalice el género, no en popularidad, que sigue gozando de una salud envidiable –ahí está Call of Duty cada año como más vendido-, pero sí en ideas frescas que al menos sean una alternativa a las sagas ya establecidas en PC, Xbox 360 y PlayStation 3.
El nombre del estudio People Can Fly ha sonado durante los últimos meses gracias a Bulletstorm, pero no son ningunos novatos en la industria. Fundado en 2002 ya con algunos experimentados integrantes, desarrollaron Painkiller, un juego que tuvo bastante reconocimiento gracias al homenaje en ambientación y monstruosidades –para recordar, algunos de sus enormes jefes finales- que hizo de las viejas leyendas de los FPS como Doom o Quake. Tras un primer contacto con Epic Games convirtiendo Gears of War de Xbox 360 a PC, los creadores del extendido Unreal Engine adquirieron a este pequeño pero talentoso grupo con la intención de hacer un nuevo juego en primera persona que publicará Electronic Arts, como se reveló en 2008.
Lo que más define a Bulletstorm es el exceso. Mucha violencia, tanta que llega al humor negro. Muchos disparos, tantos que no se hará otra cosa en el juego. Y todo por algo tan simple como puntos. Es un juego que se basa directamente a la diversión arcade, recoge elementos vistos en muchos otros títulos –entre ellos, de la serie Unreal o The Club de Bizarre- pero elevando todo con un nuevo giro de tuerca.
La historia nos cuenta las desventuras de dos personajes en un mundo futurista del siglo XXVI. Grayson Hunt –nosotros- e Ishi Sato trabajan para Dead Echo, una banda de mercenarios de élite de la cual desertan cuando descubren que habían escogido el bando equivocado. Dead Echo no paga a traidores, y Hunt y Sato terminan exiliados en los confines de la galaxia. El juego comienza varios años después, con Hunt convertido en un borracho pirata espacial perdido en un planeta por un accidente, un planeta que anteriormente debió ser un paraíso pero que ahora está inundado de mutantes canívales. Escapar de esta tierra abandonada y consumar la venganza será la única obsesión. No son los únicos personajes de la aventura, también conocemos a Trishka Novak, el Doctor Whit "Mechanic" Oliver, Rell "Le Pew" Julian o al General Serrano, líder de Dead Echo.
Aunque la narración suele ser algo superficial en muchos juegos de este tipo, People Can Fly espera sorprender con algunos giros argumentales gracias a que Rick Remender firma el guión –es conocido por sus historias para Marvel Cómics-, además que el tono se ha inspirado en parte en Duke Nukem y sus chistes –veremos también como es el enfrentamiento entre ambos juegos este año con el esperado regreso del héroe maleducado en Forever-, algo que admiten sus creadores.
A nivel jugable, Bulletstorm se basa en conseguir puntuaciones mediante muertes espectaculares, aprovechando tanto el escenario como nuestro vasto arsenal y habilidades. Si es adictivo encadenar muertes en el multijugador de un Call of Duty, Epic quiere que no sólo realicemos combos, también según la forma de matar se nos recompensará más o menos. Son los skillshots, pensados para subir la adrenalina buscando la matanza más creativa y original. A más puntos, más mejoras para el personaje, en su látigo de poder, se desbloquean más armas y aumenta el abanico y espectacularidad de los skillshots. Y así, el círculo se retroalimenta hasta que deja sin aliento al jugador con escenas tan dantescas que no se pueden tomar en serio, como patadas que lanzan por los aires a uno o varios mutantes para luego explotar en una lluvia de sangre y miembros –y recibiendo los puntos, siempre los puntos-.
¿Cuántas formas de mutilar o eliminar existen en Bullestorm? No está confirmado, pero muchas, más del centenar. People Can Fly no lo ha podido precisar, puesto que "cada persona que juega a Bulletstorm sugiere uno nuevo", y el número va en aumento hasta que el juego esté en la calle –y es posible que más tarde se amplíe en actualizaciones-. Empalar a enemigos en la extraña vegetación del planeta Stygia, usar explosivos, disparar borracho –la pantalla se vuelve borrosa pero conseguimos más puntos- y demás lindezas van acompañadas del título del skillshot que suele tener tendencia a las bromas de las que se han filtrado algunos nombres con referencias sexuales como Gag Reflex, Rear Entry, Drilldo, Mile High Club o Fire in the Hole. Todo muy descriptivo.
Para acabar con los caníbales salvajes que pululan en estas lejanas tierras, Grayson Hunt dispone como era de esperar de un buen arsenal –se conocen escopetas, lanzagranadas, fusiles…- pero también un "látigo de energía" de usos bastante variados. Uno de los ejemplos más socorridos es el de dar una patada, desplazar al mutante, disparar, traerlo de vuelta con la fuerza de energía y disparar en su cara -¡o dar otra patada y seguir con la tortura!-. Otro uso es el de avanzar en el recorrido moviendo algunos obstáculos como autobuses o coches. Aunque Epic asegura que jugar de esta peculiar manera "molona" es algo opcional y se pueden usar técnicas de FPS habitual con "simples" tiros certeros, no cabe duda que la auténtica gracia se trata de sacar partido a nuestro lado más morboso. Además, Stygia está diseñado con un entorno muy dado a facilitar muertes violentas ya sea por aplastamiento, caída a precipicios, electrocuciones, incineraciones y empalamientos.
Otra característica que asemeja a Bulletstorm con los juegos más arcade del género FPS es que se aleja del realismo de simuladores bélicos en los que con dos disparos recibidos ya debes ir buscando una cobertura para descansar. El juego de People Can Fly hace que el jugador olvide ese temor a estar expuesto adquirido en otros lanzamientos, así que las distancias cortas ahora ya no son mortales –para nosotros-, algo imprescindible para hacer buen uso de las dos mencionadas características que complementan las armas de fuego, el látigo de energía y nuestra bota. Las coberturas sólo van a ser importantes ante cierto tipo de enemigos más poderosos armados con torretas gatlings, con los que incluso puede valer una estrategia esquivando sin dejar de moverse.
Lo que está claro es que no podía faltar un multijugador en un juego de este tipo. Sorprendentemente, Bulletstorm no está enfocado a matar a otros jugadores realizando con ellos las tropelías que somos capaces de hacer con la inteligencia artificial. En su lugar, competiremos con ellos en base a los puntos. El modo Anarchy es un ejemplo de esta idea: cuatro jugadores luchan en una especie de modo horda contra oleadas de enemigos, buscando ser el jugador más molón o dicho de otra manera, el que mejores skillshot recolecte. Entre las rondas, los puntos se pueden usar para mejorar el equipo (botas, cascos…), conseguir nuevos colores, y la colaboración no está totalmente olvidada, porque las matanzas en grupo tienen más puntos, y es una de las maneras de llegar fácilmente a la siguiente ronda –es necesario alcanzar una cifra dentro de un tiempo para seguir avanzando-. Además la colaboración aumenta el "Blood Symphony Meter" –medidor de la sinfonía de sangre- que activado, mata todo lo que disparemos, pateemos o agarremos con el látigo.
La idea del modo Anarchy no parece mala, aunque está por ver si enganchará al gran público o si se echará en falta modos más habituales tipo "deathmatch", captura de la bandera o de bases. No es habitual que jugadores sin ninguna relación –y en ocasiones sin contacto por chat de voz- se coordinen para realizar estrategias no egoístas, aunque en este caso parece que será algo muy vital tras varias rondas para conseguir llegar a la puntuación obligada. La letra con sangre entra…
Otro de los modos desvelados es Echo, que presenta las secciones más difíciles del modo historia –aunque eliminando cinemáticas- para jugar en solitario y luego comparar las puntuaciones en tableros online. A medida que se juega a Echo Mode se van desbloqueando más mapas, así que es una forma de rejugar, si no todo, sí bastantes secciones de la campaña mientras nos picamos con los amigos por ser el mejor. Se desconocen otras vertientes del juego en red, aunque todas parecen seguir esta línea de competición que no pone a los usuarios luchando cara a cara entre sí.
Detrás de todo este espectáculo está, como no podía ser de otra manera, el Unreal Engine 3. Aunque ha sido superado por otros motores más específicos y personalizados, Epic sigue actualizando el motor multiplataforma por antonomasia de los últimos 5 años, y ellos -y People Can Fly- parecen sacar siempre un poco más de su rendimiento que el resto de compañías. Bulletstorm tiene una dirección artística bastante peculiar, que puede asemejarse en parte a la "belleza destruida" de Gears of War –recordemos que Stygia dispone de un pasado bien civilizado- pero con más explosión de color. Las tierras rocosas se mezclan con algunos jardines de plantas gigantes carnívoras y lugares más urbanos –aunque derruidos-. Los entornos son bastante detallados, interactivos y cuentan con mucha destrucción por explosiones, y algunas situaciones van a quitar la respiración –la persecución de una enorme rueda metálica por un terreno rocoso impactó mucho durante su presentación en el pasado E3-.
En el apartado sonoro, si hacemos caso a los temas de los tráilers, será potente y rockera, pero lo que más va a destacar parece que será el lenguaje soez de los diálogos y comentarios durante los desmembramientos, exabruptos que se pueden censurar si para nuestro gusto son innecesarios.
La Space Opera de People Can Fly comienza en febrero.
Todo pinta muy bien en Bulletstorm aunque aún tenemos varias dudas. ¿Podrá ser el juego sólido durante todo su modo en solitario y sorprender tras varias horas de partida? El combo de patada y disparo en el aire es uno de los más utilizados en las demostraciones, pero esperamos ver otro tipo de situaciones que realmente saquen partido a las posibilidades del látigo de energía y las armas. Y dado el componente tan frenético, parece un juego ideal para el multijugador, pero desconocemos si conseguirá situarse entre los favoritos y contar con un una buena comunidad fiel de jugadores –Unreal Tournament III fue una decepción en este aspecto-.
Lo que está claro es que buenas intenciones no le faltan a Bulletstorm y junto con Bodycount de Codemasters se perfila como una de las mejores propuestas de acción directa sin complejos. Se lanzará el 22 de febrero y contará con una edición especial en Xbox 360 que da acceso a la beta de Gears of War 3.
