Aunque bastante desconocido para el gran público, Bioshock fue el año pasado un éxito de ventas tanto en Xbox 360 y Pc, convirtiéndose además en una especie de juego de culto y acaparando una buena proporción de los premios del año 2007 de diferentes publicaciones de todo el mundo. Uno de los principales motivos, dejando a un lado su excepcional apartado gráfico y cuidada jugabilidad, es cómo este desarrollo de Irrational Games demostró, gracias a los cada vez mayores medios disponibles tanto a nivel técnico como de presupuesto, la capacidad de los videojuegos para contar una historia de otro modo, sumergiendo al jugador, usando sus propios métodos. Combinando la excepcional ambientación de los niveles con secuencias cinemáticas de impecable dirección, y la capacidad de interactuar con el escenario introduciéndonos más en el mundo del juego, Bioshock se ha convertido en uno de los ejemplos de la evolución del videojuego como medio y, por qué no decirlo, como arte.
La excepcional historia de este heredero "espiritual" de System Shock nos ubica en los años 60, en la piel de un anónimo que ha tenido un accidente de avión en medio del Atlántico, y llega a las puertas de la ciudad de Rapture. Esta especie de colonia submarina fue creada durante los años 40 con tecnología futurista, edificios y diseños art decó, y la premisa de, alejados de los tradicionales y conservadores gobiernos occidentales, crear una nueva sociedad donde los avances técnicos y científicos liberen al hombre de sus tradicionales cadenas. "Ni dioses ni reyes, solo el hombre", reza uno de los lemas de la ciudad cuando nos montamos en el ascensor para sumergirnos, nunca mejor dicho, en la pesadilla en la que se ha convertido esta prometedora utopía abisal.
Mantiene la calidad gráfica
Como hace algo más de un año, llegábamos sorteando las llamas a este ascensor, y bajábamos a la medio ruinosa ciudad para desvelar sus secretos. La gran pregunta de esta versión PlayStation 3, tantas veces rumoreada hasta su anuncio oficial, es hasta qué punto se ha mantenido la calidad de la versión original de Xbox 360, y después de unas horas revisitando la ciudad, la respuesta es muy prometedora. Bioshock mantiene la calidad gráfica del original, lo que los usuarios de PlayStation 3 esperaban, y el único cambio reseñable, que mejora los tiempos de carga del juego, es una instalación de algo menos de 5GB en el disco duro de nuestra consola.
Más allá de eso, la mezcla de equipos (media docena de grupos de desarrollo) ha logrado el resultado esperado, realizar una conversión digna pese a algunos agoreros pronósticos, y la espectacular ciudad de Rapture, con su atractiva estética y su sensacional diseño de niveles, está a nuestra disposición. Para quien no haya jugado a Bioshock, nos encontramos ante una ciudad que, de sueño utópico, se ha convertido en una pesadilla plagada de yonkis de la modificación genética y otras aberraciones. A medida que avancemos por la historia, iremos descubriendo qué ha pasado y cómo esta sociedad idílica ha acabado corrompiéndose desde su inicial opulencia.
Para ello recorreremos una historia más o menos lineal pero que dentro de sus sucesivas zonas nos dejará gran libertad de movimiento y elección para resolver las situaciones de varios modos diferentes, buscar secretos en las numerosas zonas accesorias de los escenarios, e ir evolucionando las habilidades de nuestro personaje con plásmidos --mejoras genéticas que nos darán habilidades permanentes- y tónicos -que también aumentarán nuestra pericia en algunas dotes, como el pirateo-. Este sistema de mejoras nos permitirá orientar nuestro personaje hacia un tipo de juego, que luego tendremos que poner en práctica, aunque generalmente tendremos siempre un abanico de formas de progresar, y escoger un camino u otro de evolución no nos limitará en demasiadas ocasiones.
Negociando con niñas y gigantes
La sustancia que "mueve el cotarro" en Bioshock, como nos cuentan en el mismo inicio del juego, es el ADAM, una especie de combustible para los formidables poderes que nos darán nuestras modificaciones genéticas. Dentro del juego tendremos que conseguir esta sustancia constantemente para nutrir nuestros poderes, imprescindibles para avanzar por Rapture, ya que no solo nos permitirán luchar contra los enemigos, sino que son habitual requisito para avanzar por los numerosos puzles que nos encontraremos. Éstos están tremendamente bien diseñados y requieren exploración del escenario y pensar qué es lo que tenemos que hacer, no la típica simpleza de encontrar la llave y abrir la puerta.
Guardando buenas cantidades de esta preciada sustancia se encuentran las Little Sisters, niñas pequeñas perturbadoras que se convirtieron en uno de los iconos del juego original, en combinación con los Big Daddys, los archiconocidos gigantes con escafandra y un taladro en el brazo, guardaespaldas de estas criaturitas, que serán los enemigos más duros de pelar. Para acabar con ellos, y con el resto del repertorio de monstruos que pueblan la ciudad –y que a veces se enfrentarán entre ellos, claro está, porque todos ansían lo mismo: ADAM- tendremos además de nuestros poderes un extenso repertorio de armas. También hay un buen número de cámaras vitales donde recuperarnos de nuestras heridas y resucitar, en un punto cercano a donde hemos muerto.
Desafíos como extras
Aparte del contenido descargable publicado para las otras versiones, como extra de esta versión PlayStation 3 tendremos un modo desafío, pensado para los que ya hayan terminado el juego - ya sea esta versión u otra- consistente en pequeñas pruebas orientadas a los más expertos jugadores de Bioshock. Una de ellas, de la que se ha hablado abiertamente y que pudimos ver también en la demo del E3 cuando vimos por primera vez el juego, consiste en salvar a una Little Sister atrapada en una noria. Para ello, tendremos que accionar su control eléctrico usando diferentes poderes o ítems, que habrá que ir consiguiendo a lo largo del nivel, mediante la exploración y la combinación de habilidades. Éste se une a otros desafíos del mismo estilo, orientados a ofrecer un extra a los compradores de PlayStation 3, y también un motivo para alquilar (no nos atrevemos a decir comprar) el juego a los que ya lo tienen en otras plataformas.
Nuestras primeras impresiones con esta versión de Bioshock para PlayStation 3 no han podido ser más positivas. Aunque el juego saldrá la friolera de catorce meses después para la consola de Sony, se convertirá en uno de los mejores juegos de su catálogo. La adaptación a PlayStation 3, en la que han colaborado numerosos equipos de desarrollo, es fiel a la versión original en calidad gráfica, y la sensacional historia, diseño y jugabilidad de Bioshock siguen más que vigentes hoy en día -y su nivel de calidad ha tenido pocos competidores desde su lanzamiento. Los usuarios de PlayStation 3 pueden ahora desquitarse de no haber visitado Rapture, que ya se ha ganado un puesto entre los lugares emblemáticos de la cultura de videojuego
