A finales de 2014, los aficionados a la estrategia recibían Sid Meier's Civilization: Beyond Earth una nueva entrega de la saga casi homónima que nos llevaba al futuro, ofreciéndonos la posibilidad de poner nuestras dotes de gestión en una época poco habitual hasta entonces. Así, nos encontrábamos en un momento en el que el ser humano tiene que abandonar la Tierra ante la falta de recursos y colonizar otros planetas. Para quienes no conozca esta entrega, en ella tendremos que llegar a un planeta por explorar, desarrollar nuestros edificios y civilización y competir y luchar contra las otras colonias por recursos, influencia y el control del territorio.
Ahora, Firaxis Games se preparan para ofrecernos una expansión, prevista para el último trimestre de este año, con la que nos quiere llevar a nuevos terrenos sin explorar, con mucho énfasis en el fondo marino, nuevas criaturas y nuevas situaciones con las que quieren sorprender a los jugadores.
Bajo el mar...
En Sid Meier's Civilization: Beyond Earth - Rising Tide nos lanzamos a colonizar el océano, en un mapa sin transiciones con nuevas características jugables y desafío. La humanidad se lanza a la búsqueda de un nuevo hogar, continuando con su conquista más allá de la Tierra, donde aguardan nuevos peligros tanto bajo como sobre la superficie marina. Como veis, lo acuático es el leitmotif de este proyecto de Firaxis, y esto se justifica argumentalmente por la lucha que las nuevas colonias tuvieron tras partir de la tierra para conseguir recursos.
Esto acabó por crear cuatro nuevas facciones centradas no en el idealismo de sus predecesores, sino en el oportunismo, la batalla y el compromiso de la supervivencia. Siguiendo esta línea de ciencia ficción, las fronteras se disipan bajo el agua y se abren nuevas puertas a la diplomacia, a la expansión territorial y a la colonización.
Podremos construir asentamientos flotantes y acceder a recursos ocultos bajo el mar de este planeta alienígena. Claro que el mar no es precisamente pacífico, ya que en función de la zona nos pueden aguardar grandes beneficios o grandes peligros. Hablamos, por ejemplo, de bestias alienígenas submarinas con habilidades únicas que nos obligarán a redescubrir todo lo que sabíamos sobre el juego.
El océano, además, se convierte en un mapa totalmente rejugable, donde tanto los jugadores como la inteligencia artificial se enfrentan de manera dinámica, luchando por un entorno cambiante. Esto se refleja claramente en el nuevo sistema de diplomacia, donde el "Miedo" y el "Respeto" se convierten en los atributos a vigilar. Las opciones en este aspecto también se amplían y mejoran.
Novedades en todos los frentes
También nos llegan las unidades híbridas, imprescindibles para este nuevo terreno. Podemos invertir en múltiples afinidades en lugar de especializarnos en uno, ampliando sus funciones y desbloqueando las mencionadas unidades híbridas y sus mejoras. Como decíamos, se han sumado cuatro nuevas facciones, incluyendo Al Falah, unos exploradores nómadas que descendieron de los terrícolas mejor posicionados económicamente de los países de Oriente Medio, y llegan repletos de una gran tradición cultural y comercial.
Otras incorporaciones son, por una parte un sistema de artefactos, que nos permite desbloquear nuevas mejoras, mejoras para las unidades y edificios para nuestra facción, tanto terrícolas como alienígenas. Si acumulamos bastantes, los beneficios serán superiores. También hay nuevos "Biomes" de dos tipos diferentes, los de mundos primordiales y los de mundos frígidos, los que tienen, como cabe esperar, características muy diferentes, de actividad volcánica y paisaje caótico, y de superficies cubiertas con océanos de hielo y tundra helada, respectivamente.
En la presentación las novedades paraban, y también descubrimos que podremos domar a animales desconocidos y usarlos para nuestro beneficio. A riesgo de repetirnos, esto le da otra capa más de profundidad y posibilidades, potenciando la exploración, la interacción con lo desconocido, y forzándonos a mantener siempre un buen equilibrio entre la defensa, el ataque y la exploración.
La verdad es que, a pesar de que Civilization: Beyond Earth no es el título de la saga que mejor acogida tuvo, pero Firaxis está decidida a solucionar esto, y se está centrando en potenciar sus fuertes y añadir nuevas posibilidades que suplan sus carencias.
Una expansión en el mejor sentido de la palabra
En una época en la que los contenidos descargables pueden ser obras maestras o despreciables sacacuartos, que nos llegue una expansión tan prometedora es siempre digno de agradecer. Se ve que Civilization: Beyond Earth - Rising Tide tiene detrás a un equipo comprometido, que no sólo quiere ofrecernos más Civilization: Beyond Earth, sino, además, mejorar todo lo que fallaba y ampliar todo lo que faltaba.
Como suele ser habitual, los títulos de Firaxis son títulos para disfrutarse en profundidad, y con un primer contacto tan breve no podemos realizar afirmaciones rotundas. Eso sí, os podemos decir que lo que hemos visto nos ha dejado muy satisfechos, y que allá donde miremos parece haber novedades muy jugosas para el futuro de esta entrega. Si os gustó Civilization: Beyond Earth, esta expansión promete daros más y mejor contenido; si sois de los que se quedaron con un sabor de boca agridulce, Firaxis tratará de corregir eso.
