Durante años hemos podido disfrutar de las entregas anuales de fútbol con los FIFA de EA Sports y los correspondientes Pro Evolution Soccer de Konami, llamado Winning Eleven en Japón. Si bien el público parece estar bastante dividido en cuanto a sus gustos por uno o por otro, no ha sido un impedimento para recibir cada año la correspondiente entrega del deporte rey, con unos últimos años marcados por la mejora de los títulos de Electronic Arts.
En el pasado Nintendo World, asistimos también a la demostración de la adaptación del famoso título de Konami a la nueva portátil de la compañía nipona. En las consecuentes colas, los asistentes podían entretenerse viendo un tráiler preparado para la ocasión, algo descafeinado y al que intentaban añadir un poco más de impacto mediante el Réquiem de Verdi, música que no terminaba de casar bien con las imágenes.
Una vez con las manos de nuevo en la consola, se nos permitió jugar un partido entre el Barcelona (abanderado del juego con Messi a la cabeza) y el Real Madrid. Por supuesto, y siendo el equipo que "da la cara" por el título, tomamos el control del F.C. Barcelona. Sin embargo, no se proporcionó ninguna información sobre los diferentes modos de juego, que suponemos podrán ser similares a los de sus otras versiones, lo que podría ser un punto a favor si incluyen el modo online.
En primer lugar, lo primero que nos encontramos fue una disposición de cámara poco habitual, con una orientación de sur a norte y que giraba habitualmente, en algunas ocasiones sin razón aparente, para situarse de nuevo a la espalda de nuestro equipo. Queda claro que el tipo de cámara que eligieron para la demostración fue especialmente seleccionada para dar mayor impresión al apartado tridimensional, pero hemos de decir que era engorrosa e impredecible.
En cuanto al sistema de juego, no hay mucho que añadir, un Pro Evolution Soccer al uso con los controles clásicos y las licencias en orden, al menos en estos equipos. La pantalla táctil se usará, como en su predecesor, para establecer cambios, cambiar estrategias y formaciones como si de una pizarra se tratase; este elemento siempre es de agradecer y es un punto a favor de la tecnología que ofrece la consola de Nintendo.
El modelado y texturas de los personajes tiene un buen nivel, incluso podemos decir que muy similar a PS2, lo cual para tratarse de una portátil de nueva aparición es bastante aceptable, aunque se ha demostrado que Nintendo 3DS da más de sí. Así mismo, el Camp Nou presenta un buen diseño y un nivel gráfico notable en líneas generales, aunque el público, una vez más, aporte la mala nota con un diseño completamente plano y carente de detalles. Las animaciones también están bastante logradas, corren bien y con verdadero realismo, pero al tratarse de una adaptación no supondrá nada nuevo para la vista de los jugadores. Las cargas con los hombros, los choques o los remates de cabeza fluyen correctamente, aportando más realismo al partido, y son calcadas a las de versiones en otras consolas.
Ahora bien, quizás por la dificultad establecida en la demostración, nos resultó extremadamente fácil vencer a nuestros contrincantes, con una defensa que se comportaba de modo errático e indiferente a nuestras internadas con el astro argentino Messi. Así, tras tan sólo unos minutos, Casillas ya había encajado tres goles por culpa de una falta de inteligencia artificial más elaborada en la defensa. Aun así, recalcamos que puede ser debido a la dificultad establecida en la demo, aunque la saga Pro Evolution Soccer ya tiene algunos antecedentes en otras de sus entregas de este tipo de comportamientos erráticos, goles absurdos y ataques de la computadora carentes de ideas por no haber pulido este tipo de detalles.
En cuanto a la utilización de la tecnología 3D que aporta la consola, hemos de decir que no se han esmerado en exceso en este apartado. La cámara, como dijimos, era propicia para acentuar este apartado, sin embargo tan sólo el núcleo de jugadores y el balón se establecían medianamente bien en cuanto a profundidad, estando el resto del campo algo falto de objetos que pudieran dar más impacto al efecto. Las escasas y solitarias vallas publicitarias tenían un detalle paupérrimo, y aunque también se establecían en sus correspondientes capas, se veían completamente planas y sin aportar ningún efecto transcendental.
Detrás de ellas, como decíamos, encontrábamos a un público muy pobre en cuanto a resolución. Siendo el primer título futbolístico para la consola, podrían haber utilizado su posición privilegiada para innovar con el apartado tridimensional ofreciendo, por ejemplo, leves detalles como hierba que se levantase cuando golpeemos el balón, o la inclusión de otros elementos para incrementar el impacto visual.
Así pues, la adaptación se ha llevado bien a cabo especialmente en el campo de juego, buenos diseños de personajes acompañados de excelentes animaciones, sensación de profundidad aceptable y, en conclusión, una buena adaptación para los que deseen disfrutar del fútbol en la nueva portátil. Pero, tras las líneas de banda, el título podría haber sido más trabajado, ya que nos encontramos con un estadio con buena definición general, pero con un interior bastante pobre, haciendo decaer así la ambientación que nos haga sentir dentro del mismísimo Camp Nou.
Winning Eleven 3D saldrá a la venta el 26 de febrero, junto al lanzamiento de la consola en Japón, a un precio de 5.800 yenes (alrededor de los 53 euros al cambio actual), y supondrá la primera, principal y única (por el momento) apuesta futbolística en la nueva era de la portátil. Con una adaptación mejorable pero notable en términos gráficos y que supera en todos los sentidos a su predecesor en DS, supondrá una buena elección para los seguidores de Pro Evolution Soccer.
