Análisis de Spider-Man 2 (PS2, PSP, Game Boy Advance, PC, N-Gage, NDS, GameCube, Xbox)

La clásica introducción en este caso sería realizar un repaso por la larga lista de películas cuyas adaptaciones al videojuego han dejado mucho que desear, o al menos comentar que ésta ha sido la tendencia general de la industria desde los tiempos de los 8 bits. Tan solo algunas películas se "salvan de la quema", siendo los últimos ejemplos destacables los juegos de El Señor de los Anillos. El juego oficial de la primera película de Spider-Man no decepcionó en absoluto, pero se quedó lejos de la calidad del primer Spider-Man de consolas de 32 bits realizado por los creadores de Tony Hawk. Sin embargo, esta segunda entrega, basada en la recién estrenada Spider-Man 2, supera a su antecesor y, ya desde el principio del artículo, dejemos claro que se trata de la primera vez que un juego de superhéroe nos hace sentir realmente como un superhéroe. En el caso de Spider-Man, recrea la agitada vida de este superhéroe ni tan fuerte como otros ni tan liberado de presiones económicas o sentimentales.

Podríamos resumir el juego como un Grand Theft Auto de Spider-Man. Sí, como habréis supuesto, no hay misiones individuales, sino que tendremos la libertad de recorrer en telaraña la Gran Manzana, la totalidad de la Isla de Manhattan, habitual escenario de las aventuras del lanzarredes, que ha sido recreado en extensión y en altura, con la libertad de recorrerla de punta a punta sin tiempos de carga y con todo lujo de detalles. Sin embargo, dos puntos negros tiene esta nueva aventura del Hombre Araña. El primero, perfectamente justificable, es cierta falta de detalle en texturas, efectos, modelado y animación, que se explica por la inmensidad de los escenarios y la velocidad con la que se mueve el juego. El otro, algo menos, es cierta monotonía en las mini misiones que llevaremos a cabo, que no en la historia principal que hace que avance el juego.

Aunque el juego nos deja una libertad de movimiento que ya querrían otros títulos, está regido por una historia que avanza capítulo a capítulo. Esta mezcla eventos de la película, junto con otros relacionados con ésta, como el trabajo de Spider-Man en el diario Bugle, con su director sempiternamente cabreado a la par que carismático, su subdirector siempre dispuesto a romper una lanza a favor de Peter, y su secretaria igualmente dispuesta a tontear con el alter ego de nuestro héroe en todo momento. También tendremos que lidiar con las dificultades de un héroe a tiempo completo para hacer frente a sus estudios y a su vida social, teniendo que apurar para llegar a las clases del Doctor Connors (la forma humana de Lagarto, uno de los enemigos más clásicos de Spider-Man) y a las citas con Mary Jane y Harry Osborn, mejor amigo de Spider-Man e hijo de Norman Osborn, alias Duende Verde. En lo que se refiere a la historia, conoceremos a la Gata Negra y al Doctor Octopus, malo de la película con el que, al igual que en Spider-Man 1, mantendremos una cordial relación con él hasta que se vuelve loco.

No solo haremos frente al Doctor Octopus de entre los diferentes enemigos clásicos de Spider-Man, sino que también habrá tiempo para que Rhino, Misterio y compañía se crucen en nuestro camino. Todo esto está muy bien encajado en el modo historia del juego, dividido, como decíamos, en capítulos, los cuales tienen unos requisitos para ser completados, siendo estos casi siempre algo que tenga que ver con la historia (llegar a la cita con Mary Jane, completar un encargo del Bugle...) y otro, muy habitual, el conseguir una cantidad determinada de puntos de héroe.



¿Qué son estos puntos de héroe? Una especie de puntos de experiencia que luego podremos gastar en mejoras que compraremos en la tienda. Las mejoras irán apareciendo capítulo a capítulo y algunas pueden utilizarse, y son tanto nuevos ataques como movimientos adicionales a un combo, pasando por habilidades extra en el balanceo en telaraña (mayor velocidad o ataques) o incluso acrobacias que hacer en el aire. Hay una gran cantidad, pero el "problema" de los puntos de héroe no es ese; es que para avanzar en algunos capítulos, como decíamos, es necesario conseguir una determinada cantidad de puntos nueva. Y los puntos se obtienen completando las misiones de cada capítulo, pero estos no son suficientes para el requisito, con lo que tendremos que intentar obtenerlos haciendo "vida de héroe": Surcar la ciudad en busca de situaciones en las que actuar como un héroe, o personas que nos den lugar a esas situaciones. Y es aquí donde el juego puede hacerse, y de hecho se hace, bastante tedioso.

Pues esas situaciones heroicas se hacen poco variadas porque tendremos que solucionar un montón de ellas. Las aleatorias, que no son una misión por sí mismas, están señaladas en nuestro minimapa por un icono violeta. Estas van desde atizar a unos maleantes que andan molestando a los peatones hasta recoger el globo de un niño, que está ascendiendo hacia los cielos de Nueva York, pasando por solucionar robos de bolsos. Las minimisiones, señaladas en el mapa por un símbolo de interrogación dentro de una esfera verde, son ya más variadas pero aún así se acaban haciendo muy monótonas. Habrá no más de una decena de tipos, de las cuales dos o tres son muy parecidas (solucionar atraco a vagón blindado, tiroteo con la policía...) consistentes en noquear a unos cuantos delincuentes comunes, y alguna que otra de rescate (marineros en un barco a punto de hundirse, operarios que se están cayendo de una cornisa), además de otras menos frecuentes como una misión trampa (varios malos rodean a Spider-Man repentinamente, habiendo utilizado un señuelo) o tener que llevar a un herido a un hospital en un tiempo limitado. En un principio son divertidas, pero al final acaban haciéndose muy monótonas, y más siendo obligatorio solucionar unas cuantas para pasar de capítulo.

Sin embargo, las misiones principales del juego, que verdaderamente hacen avanzar la historia, tienen una mayor variedad y resultan muy divertidas. Tanto las carreras para llegar a tiempo a una cita con nuestros amigos como las persecuciones a la Gata Negra, pasando por los duelos con supervillanos, tienen mucha variedad y aprovechan la naturaleza "surca la gran ciudad" de este Spider-Man 2.

A nivel gráfico, como decíamos al comienzo del artículo, Spider-Man 2 no es el juego más espectacular a primera vista de ninguno de los tres sistemas. El modelado de Spider-Man, que es el mejor del juego sin ninguna duda, no tiene una gran cantidad de polígonos ni de detalles, mientras que la animación de sus numerosísimos movimientos sí que es de sobresaliente. Los enemigos no son ni muy variados ni cuentan con gran modelado ni animación, al igual que los personajes de las escenas cinemáticas (generados por el propio motor y los modelos del juego "normal").



En cuanto al escenario, hay cierta variedad de texturas pero sin excesos, y los efectos no llaman la atención, siendo la reflexión de los cristales genérica (y no en tiempo real). Pero todo eso se perdona por el hecho de que tengamos toda la ciudad a nuestra disposición, sin tiempos de carga y moviéndonos a una velocidad de vértigo balanceándonos en nuestra telaraña. Es tan espectacular este hito, que comprobaremos al usar el mapa (que hace "zoom out" de la ubicación de Spider-Man a una vista aérea de todo el inmenso mapeado, para luego volver a hacer zoom en nuestro trepamuros), que es comprensible que el equipo no haya encontrado potencia de cálculo restante para generar modelados más complejos o memoria para mayor calidad en las texturas.

El sonido, por su parte, cuenta con voces en perfecto castellano, y de hecho de los actores de doblaje de la película, lo que le da un encanto especial a la aventura. Los efectos de sonido son bastante variados, y la música muy heroica y apropiada, cambiando de tema según la situación (paseo normal, urgencia, combate contra un supervillano, etc...).

El apartado jugable, aunque ensombrecido por la repetitividad de las minimisiones y la necesidad de acometer muchas de ellas para avanzar, es simplemente sensacional. El control de Spiderman es muy preciso a la hora de balancearse, y poco a poco podremos realizar una innumerable cantidad de movimientos, como colgarnos de dos telarañas y coger impulso como si de un columpio se tratase, caminar por las paredes entre salto y salto de telaraña para lograr el giro perfecto, etc... El combate con los enemigos también, pese a usar vagamente tres botones, permite multitud de posibilidades. En primer lugar, tendremos que usar un botón para esquivar los ataques, previamente alertados por el siempre útil sentido arácnido de Spider-Man. Pese a contar con solo un botón de golpe propiamente dicho, combinándolo con el botón de lanzar de telaraña y el ya mencionado botón de esquivar podemos realizar muchísimos movimientos. Desde el simple de desarmar a un delincuente con la red, o cegarle, o bien agarrarle y tirar de él (los básicos) hasta combinaciones complicadas como llevarlo hacia nosotros, saltar y que le dé a los enemigos que tenemos detrás, lanzarlo al aire y hacerle un combo aéreo al estilo Devil May Cry, por mencionar tan solo unas pocas posibilidades. Muchísimas opciones, crecientes durante el juego y que son de agradecer al equipo de Trey Arch.

La conclusión es prácticamente lo que ya decíamos al principio: Activision ha logrado por primera vez crear un juego de superhéroe en el que realmente nos sintamos como ese superhéroe. Spider-Man 2 nos da libertad para surcar los cielos de Nueva York buscando problemas que resolver, nos mete de lleno en la complicada vida de Peter Parker y sus problemas personales siempre en conflicto con su vocación heroica, y mantiene un ritmo narrativo, dentro de una historia lineal, que engancha. Tan solo la monotonía en las misiones secundarias para conseguir puntos de héroe logra alejar a este juego del sobresaliente, una nota que no dudarán en darle aquello que sean fans o lectores de las aventuras del lanzarredes, ya con más de cuarenta años encima pero todavía con mucha telaraña en las muñecas (pese a que en las películas sean obra de la mutación y no del ingenio científico de Parker).