Análisis de Steredenn (Xbox One)

Hay una curiosa dicotomía en el pensamiento de los jugadores actuales, que tienden a despreciar los clásicos matamarcianos, pero en cambio roguelike como Enter The Gungeon o Nuclear Throne tienen una gran acogida. Queremos creer que es porque esos jugadores que se quejan no han sido capaces de darse cuenta que, en el fondo, tan shoot 'em up (dispara a todo lo que se mueva) es Nuclear Throne como Galak-Z, juegos que tienen bastante en común, aunque en uno manejemos a una nave-robot, y en otro un personaje con cara y ojos.

Está claro que el género del matamarcianos es uno de los más antiguos, y que algunos prefieren quedarse en las convenciones clásicas, como hizo en su momento Shovel Knight con los juegos de plataformas, o Legend of Grimrock con los juegos de rol, y ahí está el ejemplo del fantástico Battle Crust. Pero también hay juegos que dentro de la fórmula de los matamarcianos intentan incluir las diferentes novedades o tendencias que se encuentran en los videojuegos del momento.

Un ejemplo de ello es este Steredenn, un juego que apareció originalmente para PC el año pasado, y que ahora llega con fuerza en la consola de Microsoft. La gente de Pixelnest Studio, sus creadores, son de esos poco comunes desarrolladores independientes que no han hecho un matamarcianos "para probar". Antes de hacer este Steredenn crearon una herramienta para realizar mejores matamarcianos con Unity, y posteriormente la probaron en un juego gratuito llamado Shmupfest, demostrando ese gusto francés que existe por el género de los matamarcianos en un certamen en Rennes.

Así que no es casual que cuando se han puesto a hacer un matamarcianos comercial, han intentando emplear tendencias actuales, como unos gráficos estilo pixel art de un tamaño más que notorio, o que cada partida sea diferente como en un roguelike, generando las fases de manera aleatoria, lo que implica que nuestro avance no depende de algo tan clásico como la memorización de un escenario, sino de los reflejos del momento sumados al aprendizaje de los diferentes elementos, tanto los que se posicionan a favor como los que estén en contra de nuestro avance, que pueda encontrar el jugador durante la partida. Como elementos a favor nuestro nos referimos a armas o mejoras, mientras que con elementos estamos hablando de los diferentes peligros que podamos encontrarnos, especialmente enemigos y sus patrones de ataque.

La premisa argumental de Steredenn es casi inexistente. Somos el piloto de una nave espacial que está en su prueba de pilotaje, cuando de repente todo deja de ser una prueba y sufren un ataque real por parte de unos piratas. Así que allá se va la flota de naves como la nuestra, a no dejar títere con cabeza.

Como os hemos dicho anteriormente en este juego cada partida es distinta, pero eso no quiere decir que no haya una progresión, así que en cada fase nos enfrentamos primero a diferentes oleadas de enemigos, y al final de cada una de ellas hay una gran nave. Durante nuestro devenir, además de estar atentos a evitar los ataques enemigos y darles con los nuestros, podemos también hacer lo posible para incrementar nuestra puntuación, y para ello tenemos que conseguir los mejores combos, lo que incluye el hacer caso a un indicador que nos expresa que condiciones hay para conseguir la mejor puntuación por fase. Es interesante destacar que en los enfrentamientos a los enemigos finales de fase se nos indica el estado de nuestro rival gracias a un sistema de calaveras, de manera que podemos hacernos una idea cuanta vida le queda sin demasiada dificultad.

Un aspecto importante es el sistema de cambio de armas, pues nuestra nave puede cargar con dos armas diferentes a la vez, pudiéndose cambiar en cualquier momento. La variedad en armas es un elemento positivo en este juego, pues tenemos hasta 35 armas diferentes, y lo cierto es que hay un poco de todo, desde el clásico blaster, láseres de gran potencia, misiles teledirigidos o elementos menos comunes como una enorme sierra mecánica o un no menos enorme taladro. Pero no sólamente contamos con una buena variedad de armas, sino que al acabar con el jefe de cada fase, además de recuperar nuestra energía, se nos deja mejorar la nave con un nuevo elemento, y allí nos podemos encontrar potenciadores de salud, de puntuación u otras mejoras.

Como en otros juegos del estilo, que las fases se generen aleatoriamente no quiere decir que no tenga un final. De hecho, esto ya pasaba en juegos de hace bastante tiempo, como Fantasy Zone o Super Mario Bros., los cuales al ser finalizados nos invitan a hacer un segundo intento, guardando todas las mejoras que tengamos en ese momento. Pues lo mismo pasa en Steredenn, que aunque no tiene un final con créditos y bellas escenas, sñi nos deja un escueto "The End", y nos permite seguir posteriormente con una nave más potente, enfrentándose a unos enemigos acordes a nuestro potencial.

Por cierto, ya entrando en temas de dificultades, el juego empieza como un matamarcianos de vieja escuela, esto es, unos enemigos de bastante mala leche que nos van a buscar con disparos o ataques en momentos concretos, pero al final se acaba convirtiendo la cosa en una ensalada de tiros al más puro estilo bullet hell.

A nivel visual Steredenn maneja con acierto unos píxeles gordos como puños (concretamente el diseño de la nave protagonista nos deja contar cuantos bloques de píxeles han empleado en su realización), con bastante detalle en elementos clave como el diseño de las naves rivales o unas bellísimas explosiones, así como unos decorados bastante bellos y trabajados, sin olvidar la marea absoluta de balas de todo tipo que nos encontraremos en los enemigos finales.

Lo mismo ocurre a nivel sonoro, Steredenn maneja unas melodías muy cañeras, mezclandolas con otras que nos evocan la grandeza del espacio y lo avanzadas que están las civilizaciones para permitir los viajes entre galaxias. Los efectos de sonido también están fantásticamente llevados a cabo, y nos dolerá más de un golpe que se llevará nuestra nave.

Conclusiones

Como resumen, Steredenn es un fantástico matamarcianos. De hecho, tiene muy buena acogida entre el público de ordenadores a pesar de no tener demasiado nombre, y de hecho es un fantástico ejemplo que demuestra que se puede ser clásico y moderno a la vez, aprovechando lo mejor de unas y otras épocas, teniendo una gran rejugabilidad pero sin olvidar aspectos como superar la mejor puntuación, gracias a la partida diaria. Lo dicho, un juego muy recomendable para todos los que les guste eso de disparar y no se disparado.

Hemos realizado este análisis con un código de descarga que nos ha proporcionado Pixelnest Studio.