Análisis de Forza Motorsport 5 (Xbox One)

Los simuladores de coches son cosa de dos, una competición entre el Gran Turismo de Sony, que marcó la pauta en el género cuando salió hace ya quince años en la primera PlayStation, y el Forza Motorsport de Microsoft, la respuesta de la compañía de Redmond al vendeconsolas de su rival. Desde la primera aparición de Forza en 2005, esta saga es algo así como su niña mimada, su joya de la corona, como la llaman internamente. No en vano es una de las pocas series creadas internamente por Microsoft, y nunca han escatimado en recursos para Turn 10 Studios, el equipo comandado por el mediático Dan Greenawalt que lleva ya casi una década trabajando en el juego y ofreciendo cada dos años, con una puntualidad encomiable, una versión mejorada y ampliada de su apuesta por la simulación.

Un salto gráfico y jugable

Forza Motorsport 5 es un salto natural de la saga a la nueva generación, tal y como fue la segunda parte, aparecida en 2007 en Xbox 360. Aprovecha la potencia de Xbox One para mostrarnos unos coches mejor modelados y más espectaculares que nunca, tanto por dentro como por fuera, y unos escenarios llenos de detalles, además de unos efectos visuales más vistosos. En este sentido, Forza Motorsport es el juego más llamativo de la nueva consola. No tiene esa épica y espectacularidad de Ryse, pero sí un acabado impecable, con un motor gráfico que se mueve a la perfección, resolución 1080p y 60 fotogramas por segundo para transmitir una gran sensación de velocidad cuando juguemos con la vista en primera persona.

A nivel jugable, Forza Motorsport continúa progresando a la hora de ofrecer una experiencia de simulación completa y para todos los gustos. Su sistema de ayudas y dificultad, ajustable por niveles o de forma completamente personalizada, permite que desde el más negado con los juegos de coches hasta el mayor experto puedan disfrutar con el juego, ganar carreras, ir sumando dinero para conseguir el garaje de sus sueños. Esta parte, la del garaje, se enfatiza aún más en esta edición. Los controles autovista integrados en el anterior juego para examinar nuestro coche desde cerca se mantienen, se acompañan de comentarios del equipo del programa de la BBC Top Gear, y a la hora de visitar nuestro garaje todo se rodea de una atmósfera tranquila y elegante, de disfrute, acompañada por la pausada banda sonora del juego.

El nuevo mando le sienta como un guante

Probablemente lo que más nos ha gustado de la jugabilidad de Forza 5 es que el nuevo mando de Xbox One le sienta como un guante, parece específicamente diseñado para este juego. El control responde mejor que nunca, y los gatillos analógicos con vibración cambian mucho la forma de jugar con mando, una opción que elegirán la gran mayoría de los jugadores, sobre todo en los primeros compases de la Xbox One. La aceleración y frenado analógico, vital para aprovechar el rendimiento del coche y arañar milésimas de segundo en cada curva, se ve muy beneficiada por la vibración de los gatillos. Del mismo modo que al conducir un coche normal los pedales nos "dicen" cosas, la vibración de los gatillos cumple esa función en Forza 5, ayudándonos a ajustar la frenada para que no sea brusca y a controlar la aceleración en una curva para evitar que nos salgamos de la trazada. Es una sensación magnífica, que realmente se nota en la jugabilidad y que demuestra que el añadir vibración a los gatillos no es algo anecdótico sino que puede mejorar la experiencia de juego.

Un diseño de juego abierto e integrado con el online

El núcleo de Forza Motorsport 5 sigue siendo el modo carrera, comenzando desde cero con un coche compacto que no nos costará dinero adquirir, y participando en una serie de pruebas y torneos restringidos a una cierta categoría de coche, y a una cierto rendimiento. Como en anteriores entregas, algo que han copiado muchos juegos desde entonces, los coches están organizados por categorías y, dentro de éstas, por un número que marca su potencia. Cuando consigamos superar el primer campeonato el resto del juego se abrirá ante nosotros, permitiéndonos elegir otras categorías en las que competir. En este sentido el título no restringe al jugador opciones, permite que pueda saltar a categorías más avanzadas desde ese momento, sin obligarle a hacer la clásica procesión por coches y torneos de menor potencia, siempre y cuando tenga el dinero suficiente para adquirir el coche necesario, o para mejorar el que ya tiene.

El aspecto de la mejora y modificación de coches sigue siendo muy completo, contando esta vez con un asistente que nos permitirá optimizar nuestro coche por la vía rápida. Podremos elegir a qué categoría queremos equipararlo, proponiéndonos el sistema de Forza una serie de mejoras para hacerlo y aplicándolas automáticamente si aceptamos -y tenemos el dinero-.

Menos contenido que en juegos anteriores

En vez de diseñar un complicado sistema de progresión, Turn 10 Studios ha optado por la vía directa, creando una estructura muy abierta desde el principio para los jugadores que quieran progresar rápido y conseguir pronto el coche de sus sueños para así batirse cuanto antes en el modo online. Este modo carrera, sin embargo, tiene dos sombras. La primera es que el juego no tiene tanto contenido como nos hubiese gustado, con menos coches y circuitos que en títulos anteriores, algo que se compensa añadiendo pruebas extra opcionales a los diferentes torneos, pero que aun así resulta limitado si se compara con el contenido de Forza 4, además de no contar con efectos climáticos ni de paso del tiempo. La segunda, la presencia de micropagos, al estilo Real Racing, para conseguir dinero y "fichas" con las que adquirir coches por la vía rápida. Esta última opción no ha gustado a algunos jugadores, aunque tenemos que decir que el juego es generoso con el dinero, o al menos tanto como en títulos anteriores. No han decrecido los premios para intentar que la gente pague dinero real, simplemente se ha añadido esta opción para los impacientes. La falta de contenido, que suponemos que se compensará con contenido descargable, ya es menos justificable. No sería mala idea que parte de ese contenido descargable fuese gratuito.

Una inteligencia artificial mejorada e integrada con el online

Una de las facetas más promocionadas de Forza Motorsport 5 es la mejora en la inteligencia artificial, usando una nueva tecnología llamada Drivatar que recopila la información del jugador, su forma de conducir, y la convierte en un perfil que se usará en el juego. Es un sistema ambicioso, que suponemos que se mejorará y aprovechará mejor con el tiempo, y que incluso permite al jugador ganar créditos extra cuando su perfil virtual participe en carreras de otros jugadores.

Este tipo de inteligencia artificial humana se aplicará a las carreras y, aunque no sabemos si los coches contra los que hemos competido la usaban o no, hay que decir que la inteligencia artificial del juego ha mejorado, se notan diferencias en los coches controlados por la CPU a la hora de conducir: algunos son agresivos, otros ambiciosos, cometen errores, chocan entre ellos, hasta hemos notado que alguno se pica y nos ha devuelto algún choque sucio, de esos tan útiles para tomar una curva frenando nuestra fuerza centrífuga contra la puerta derecha del rival. Es una faceta que ha progresado, dentro de un apartado jugable que es lo mejor del título, por encima de los gráficos, gracias a la progresión de la simulación, la gran cantidad de opciones para ajustar la dificultad del juego y, sobre todo, la vibración de los gatillos. Además, la vista interior es probablemente la mejor que se haya hecho en juego alguno; es la vista por defecto, y no es de extrañar ya que se puede pilotar de maravilla.

La integración con el modo online también es muy interesante. Aparte de un matchmaking que hemos podido probar poco por la escasa cantidad de jugadores conectados, el título nos reta a competir contra rivales virtuales, anónimos, superando sus tiempos de vuelta, con cientos de ránkings de vuelta rápida por coche y circuito, retándonos a mejorar. Una integración sutil pero que nos reta y es satisfactoria, ya que siempre habrá alguien mejor que tú, pero todos los demás van a ser peores.

Gráficamente muy vistoso, pero con pegas

A nivel visual, como decíamos, Forza Motorsport 5 es el título con mejor acabado del catálogo inicial de la consola. Se mueve a la perfección, en Full HD y a 60 fotogramas por segundo, los coches sorprenden por la calidad de su modelado, tanto en su exterior como en el interior, con una perfecta recreación de la cabina. También cuentan con un sistema de daños tremendamente completo, algo que comprobaremos sobre todo al finalizar las carreras, cuando una serie de puntos de vista y movimientos de cámara muestren cómo ha quedado nuestro bólido tras varias vueltas. Da la impresión de que cada pequeña parte de la carrocería puede deformarse y ensuciarse independientemente. También han mejorado los efectos de humo y polvo.

Por último, los escenarios también han progresado mucho, especialmente aquellos que no son un circuito propiamente dicho, como los de Praga o los Alpes berneses; en éstos se puede apreciar la gran atención al detalle que ha puesto Turn 10 Studios, aunque algunas texturas en baja resolución sobre todo en el suelo empañan el resultado.

Los gráficos solo tienen dos partes negativas: la primera, que la sensación de velocidad no está tan conseguida en las vistas exteriores como en las interiores, dándonos la impresión de que nuestro coche flota sobre el circuito. Y la segunda, que se abusa de los destellos de iluminación. Son espectaculares, es fantástico que se llegue a ese nivel de realismo, pero verdaderamente te ciegan y molestan a la hora de conducir. En la vida real puedes bajar un parasol o ponerte unas gafas; en Forza, no. Da la impresión de que en este aspecto el ansia por mostrar las capacidades técnicas se ha impuesto al sentido común.

El apartado sonoro del juego parece estar en un segundo plano por lo impactante de sus gráficos pero tiene mucho que ver con la gran capacidad de inmersión que tiene. El sonido del motor de nuestro coche va en perfecta consonancia con la vibración de los gatillos al acelerar y al frenar y contribuye a sumergirnos en las carreras. El juego está doblado en castellano, con educadas explicaciones de todas sus funciones, aunque en las narraciones de Top Gear se respetan las elegantes explicaciones en inglés de los responsables del programa, subtituladas al español. La banda sonora puede no llamar tanto la atención, concentrados en el sonido del motor, pero es muy acertada, intenta ser épica, acompaña en todo momento y cambia dinámicamente según el momento de la carrera, con temas bastante movidos y pausados, casi diríamos que un poco trágicos, en los menús.

Una compra obligada para los aficionados a los juegos de motor

Pese a algunos defectos y a que no tiene tanto contenido como nos hubiese gustado, Forza Motorsport 5 es una compra obligada para los aficionados a los juegos de coches y probablemente el mejor y más completo título de lanzamiento de la consola Xbox One. Aunque entra por los ojos, con un apartado visual fantástico -que te hace pensar en lo espectacular que podrá ser Forza 6, ya con la consola rodada, a finales de 2015-, lo mejor del juego son sus capacidades de simulación y el perfecto control, que se beneficia del nuevo mando de la consola.

Como han hecho durante los últimos diez años, Turn 10 Studios y Microsoft han seguido sumando mejoras y funciones a su apuesta por la simulación automovilística, haciendo que en esta ocasión competir sea más divertido que nunca gracias a la mejora en el control y al a veces impredecible comportamiento de nuestros rivales. Una gran entrada de Forza Motorsport en la nueva generación.