Análisis de Ion Assault XBLA (Xbox 360)

Al empezar a jugar este juego de naves lo primero que nos vendrá a la memoria es el popular Geometry Wars también del Xbox Live Arcade, por ser un del mismo género y compartir perspectiva visual, pero una vez que comprendemos la mecánica de juego nos daremos cuenta que nada tienen que ver. En Ion Assault controlaremos nuestra nave con el stick derecho y con el izquierdo apuntaremos, mientras que con el gatillo izquierdo presionado absorberemos partículas y al soltarlo las dispararemos. Todo esto dentro de un escenario con unos límites bastante pequeños y con el objetivo de eliminar todos los asteroides con los que cuenta el nivel, desarrollo aparentemente sencillo pero que se complica con la multitud de enemigos que nos intentarán amargar la tarea.

Los niveles finalizan en el momento en el que destruimos todos los asteroides de la pantalla y nos adentramos en una puerta interdimensional que se crea, independientemente de que aún queden enemigos vivos. En un género como el de los matamarcianos en el que a priori está todo visto esta propuesta nos parece relativamente original ya que nuestro poder de destrucción se basa en las partículas que están diseminadas por todo el escenario y que nosotros tendremos que absorber para poder disparar, y luego a su vez esas mismas partículas se esparcirán por todo el nivel y tendremos que volver a recolectarlas y dependiendo de la cantidad de ellas que absorbamos así de potente será nuestro ataque. Los asteroides que tenemos que destruir para superar el nivel cuentan con distintos tamaños y de lo potente que sea nuestro ataque dependerá de la manera que se fracturen. Estos fragmentos unidos a los enemigos y el reducido espacio hacen que la pantalla se pueble de elementos y tengamos que demostrar nuestra pericia moviendo la nave, que no se mueve de igual manera cuando estamos absorbiendo ya que lo hace de manera más lenta, proporcionando un toque estratégico a la acción.

Pese a la cantidad de elementos que llegarán a poblar la pantalla y a que en un primer momento puede resultar confuso /b>el juego no es para nada caótico y en todo momento distinguiremos a los enemigos de los asteroides lo que unido a la cantidad de partículas sueltas y a los efectos de las explosiones y los poderes especiales hacen que visualmente el juego resulte muy atractivo.

Los poderes especiales pueden ser pasivos y activos. Los primeros nos ofrecerán protección, ralentizan a los enemigos o nos dan mayor poder de atracción de las partículas iónicas, mientras que los segundos nos ofrecen ataques más potentes como una granada que crea una especie de agujero negro o la posibilidad de crear una tormenta de partículas. Estos poderes se consiguen mediante unos ítems que recogeremos al destruir determinados vehículos o asteroides y se pueden acumular y seleccionar a nuestro antojo. Un buen uso de ellos al saberlos seleccionar en los momentos más oportunos marcará en ocasiones nuestro éxito en la misión.

El juego no resulta muy difícil ya que contamos con varias vidas y la posibilidad de continuar lo que hace que a base de perseverancia logremos completarlo, el que sea adictivo también ayuda. El modo campaña se compone de cuatro sectores con 5 pantallas a su vez y un jefe de sector, que hace que cambie un poco la dinámica de juego y aportan algo de variedad, aunque no son todo lo complicados que se desearía y excepto un par de ellos el resto son pan comido. En unas tres horas dependiendo nuestra habilidad a los mandos el modo campaña se puede terminar perfectamente y la única dificultad será sacar los logros que estos sí cuentan con cierta dificultad ya que alguno de ellos propone pasarse un sector entero sin continuar o tres pantallas seguidas sin que te maten por ejemplo, reto que requerirá algo más de tiempo para alcanzarse.

A parte del modo campaña contamos con dos modos multijugador, cooperativo y versus, ambos disfrutables tanto en local como en línea.

El primero consiste en jugar el modo campaña con otro compañero ya sea desde la misma consola o por internet. El modo versus acepta hasta cuatro jugadores y en este sí que se cambia el desarrollo del juego. Cada nave cuenta con una base y nosotros tendremos que dañar las bases contrarias, mientras con el paso del tiempo nuestra base van produciendo unos escuadrones que nosotros decidiremos cuando y a quién lanzarlos, un punto estratégico que unido al frenesí de estar combatiendo con las otras naves hacen de este modo versus algo muy divertido, nuevamente disponible tanto de modo local como en línea.

Un buen control unido una dinámica de juego bastante divertida y fresca hacen de este título un juego muy adictivo y provoca que el modo campaña se nos haga demasiado corto, y no nos hubiera importado algún nivel más con algún toque de variedad en el desarrollo más como son los jefes. Eso sí mientras dura pica bastante y los últimos niveles nos ofrecen un gran reto, aunque para los jugadores más veteranos quizás no lo suficiente.

Aunque ya hace tiempo que los juegos del bazar dejaron de ser técnicamente los hermanos pobretones y muchos rivalizan gráficamente con otros en formato físico la verdad es que siempre se agradece un apartado visual tan cuidado que entra a la primera por los ojos. Los cientos de partículas, los asteroides y sus fragmentos, los enemigos y la ambientación del nivel, todo con gran colorido y detalle además de un motor robusto, ya que aún que se junten en ocasiones una exageración de elementos en pantalla la velocidad del juego nunca se resiente, algo digno de elogio. Las físicas también son excelentes aunque pasén más desapercibidas que los estrictamente visual, ya que todos los elementos interectúan entre sí de manera perfecta. Quizás el punto más negativo este en nuestra propia nave, algo bastante curioso pese a estar siempre en pantalla, y es que no está muy detallada en comparación con el resto de elementos, aunque la verdad es que tampoco tenemos mucho tiempo para fijarnos debido al frenesí de la acción.

La música al principio nos resulta curiosa debido a su temática retro, recordándonos a la de cualquier juego de principios de los noventa. El problema es que pasada la gracia inicial acaba resultando muy monótona y cansina y se hubiera agradecido un poco más de variedad, al menos los efectos sonoros sí cumplen su cometido.

Aunque el género de los matamarcianos es uno de los más poblados en el bazar de Xbox hay que reconocer que este es uno de los más originales y con mejor acabado, y que palia su corto modo campaña con uno completos modos multijugador tanto en local como en línea. Una propuesta distinta la de tener que ir absorbiendo partículas para luego dispararlas y que a nosotros nos ha convencido y sobre todo divertido. Si merece la pena su compra como siempre es una decisión única e intransferible pero de fácil solución ya que como con en todos los juegos del bazar se puede descargar una demostración para probarlo. Al menos merece la pena catarlo y así poder comprobar sí os convence como a nosotros, y en un futuro seguir atentos a nuevos proyectos de los chicos alemanes de Coreplay que con este trabajo han demostrado su buen hacer en un género en el que siempre es difícil innovar.