Análisis de EyePet (PSP)

¿Quién no ha deseado tener alguna vez una mascota que saliese fuera de lo común? Ya sea por propio disfrute o para presumir ante los amigos, las mascotas y los animales extraños y estrafalarios siempre han contado con el beneplácito de la imaginación de más un usuario. Aunque viene de lejos, el boom de este tipo de productos llegó con la entrada de los Tamagochi, las populares criaturas virtuales de mediados de los noventa. Aunque gozaron de un éxito inusitado en todos los países del mundo donde se pusieron a la venta, las criaturas de las maquinitas con forma de llavero, triunfaron sobre todo en los países asiáticos, con Japón a la cabeza. El concepto es muy fácil: cuida y mima a tu criatura. Entrénala, y luego, compite. Las sucesivas versiones de la idea de entrenar y hacerse responsable de un animal virtual no tardaron en llegar, e incluso Nintendo, intentó adaptar el gérmen jugable de la idea a una versión "realista" con perros para el lanzamiento de Nintendo DS. Nintendogs, cosechó también gran éxito, y se confirmó el poder de las mascotas virtuales, convirtiéndose en todo un fenómeno.

Sony tuvo una genial idea. Si triunfaban los tamagochis y los conceptos jugables de estas criaturas en consolas portátiles, ¿por qué no iban a hacerlo en sobremesa? EyePet nació como un juego de mascota virtual para PlayStation 3 donde se hacía un uso intensivo de la PS Eye, consiguiendo que la interactividad subiera muchos enteros. En aquél título para PlayStation 3, cuidábamos, jugábamos y enseñábamos a una dulce criatura de dulce aspecto en sus primeros pasos por nuestro mundo (no obstante, al utilizarse la cámara en el juego, veíamos como andaba y correteaba a nuestro alrededor). El juego fue todo un boom mediático, cosechando grandes ventas y buenas críticas. Aunque el sistema jugable fuese algo limitado, London Studio (creador y propulsor de los mejores títulos de la franquicia EyeToy y Singstar), lo volvió a conseguir: juntar a grandes y pequeños en un mismo videojuego.

Ahora, con una tendencia de mercado que nos lleva a las consolas portátiles, Sony intenta traspasar barreras con un nuevo juego de realidad aumentada y criaturas virtuales. Si Invizimals (otro juego de la propia Sony), con un concepto parecido, pero más enfocado al combate y a la colección triunfó, ¿lo hará EyePet?

¿De paseo por el mundo?

EyePet para PSP comparte muchas características de su hermano mayor. En la nueva entrega para la consola portátil de Sony, tendremos que tutelar los primeros pasos del simpático animalito que tantos buenos ratos (y quebraderos de cabeza) nos dio en el primero juego. La principal diferencia, es que si bien en el anterior juego estábamos "atados" a nuestro salón o habitación, ahora podremos jugar y disfrutar en cualquier momento, hora y lugar. EyePet para PSP utiliza la Go! Cam de la consola portátil (y es bastante recomendable tenerla para disfrutar al máximo del juego), aunque ciertamente, habrá ciertos elementos que nos harán dudar de su uso "imprescindible". La mecánica tampoco difiere mucho a la vista anteriormente: aparte de la cámara, necesitaremos una "tarjeta" o elemento de referencia, que se usará para que la criatura en cuestión, interactúe con nosotros y el entorno. Pero aquí comienzan a aparecer los primeros problemas, y es que, si en la versión de PS3 usábamos dicha tarjeta o trozo de cartón para jugar con el animalito e interactuar con él, en la versión para PSP lo haremos con los botones.

Es un cambio bastante drástico, y hasta cierto punto, comprensible, pero se elimina gran parte del atractivo de intercambiar caricias, juegos o movimientos con nuestra mascota virtual. Podemos llegar a entender que es muy difícil adaptar un concepto o idea que nació para sobremesa en una consola portátil, pero es una lástima que el principal reclamo de la franquicia se vea reducido de forma evidente en su adaptación para la consola portátil de la propia Sony. Si antes teníamos interactividad, ahora tenemos un simple intercambio de gestos mediante botones y pulsaciones. Es cierto, tenemos la mayoría de las pruebas y actividades casi intactas, pero hay algo que falla.

Por ejemplo, en EyePet para PSP, tendremos que estar continuamente enfocando la tarjeta de referencia, pues sí la perdemos de nuestra guía visual, el juego no puede continuar. Así pues, estaremos pendientes de la criatura en la pantalla de nuestra PlayStation portátil, pero no podemos hacer nada con el animalillo que no sea pulsar los botones concretos en el momento adecuado. Las únicas acciones "interactivas" permitidas serán las reservadas al llamamiento de la criatura con el micrófono de la cámara. Nada de gestos con la mano. Nada de interactuar "físicamente" con el animalito en cuestión. Al contrario: muchas veces, se nos penalizará (cortándose el juego bruscamente) por salir de un determinado ángulo visual, o por alejar la cámara en demasía. ¿Por qué se ha tomado dicha decisión si Invizimals permitía una mayor interacción con el entorno y los animales con los que nos topábamos en el juego?

Realmente, en cuanto a opciones, EyePet para PSP sigue las mismas tendencias y actividades jugables que ya vimos en la versión para PlayStation 3. Podremos dar de comer, bañar, disfrazar o jugar con nuestra mascota. Y aunque las características jugables siguen siendo idénticas, encontramos otro de los mayores fallos de esta conversión: la mayoría de las acciones y opciones no harán uso de la cámara. El alimentar a nuestro animal, bañarlo y limpiarlo, vestirlo con los accesorios y disfraces que hayamos desbloqueado, no necesitarán para nada la cámara Go!Cam de PSP.

Únicamente cuando queramos jugar a los diferentes (y limitados) minijuegos del título, será cuando se nos pida repetir el proceso de localización con la tarjeta y demás propio de la cámara. Una lástima, pues dicha acción, aunque entendible (como hemos dicho más arriba), repercute directamente en la jugabilidad en general del juego. La mayoría de estos minijuegos serán sencillos y bastante divertidos (sobre todo para los más pequeños de la casa), y encontraremos que gran parte de la mecánica vista en la anterior secuela para PlayStation 3 sigue prácticamente intacta. Encontraremos minijuegos de carrera a lomos de un barco o un coche (que previamente habremos dibujado como en la versión para consolas mayores, aunque con algo más de dificultad debido a la capacidad técnica de la cámara disponible para la PSP), otros de búsqueda de tesoros, el conocido y divertido juego de los bolos, así como el del trampolín…

Ciertamente, no hay mucho que objetar en dicho aspecto, pues las opciones son variadas. Nuestra criatura no puede quejarse de la variedad de actividades disponibles, así como de la cantidad de objetos y utensilios para personalizarlo.

Calidad técnica discutible

Intentemos matizar algo nuestras palabras. Técnicamente, EyePet para PSP es un juego bastante resultón. Entra por los ojos, y traslada con relativa facilidad la fidelidad gráfica vista en la consola de sobremesa de Sony, pero no termina de cuajar. Gráficamente, y dadas las limitadas cualidades técnicas de la cámara de la PSP, nos encontraremos con unos entornos reales que no casan con las expectativas depositadas en el título desde su anuncio. Nuestra criatura se ve bien y se maneja correctamente por las opciones del juego, pero es en los limitados entornos reales, donde la cosa no termina de funcionar bien.

Y es que la Go!Cam tiene una calidad audiovisual un tanto por debajo de lo esperable y deseable para un título de esta índole. Por lo demás, EyePet en PSP es un juego resultón. Los minijuegos están bien recreados, y descontando algunos que necesitan un ángulo de cámara un tanto alejado, permiten que el usuario se pueda divertir de una forma directa, sin preocuparse demasiado por el aspecto. No es nada del otro mundo, pero cumple bastante bien con el sentido de la franquicia.

Otro de los aspectos más controvertidos de la adaptación, es la aparición de interminables tiempos de carga, que podrán arruinar la experiencia a los usuarios y jugadores más pequeños, pues dichos cortes son abundantes y bastante largos. Por si fuera poco, no se ha incluido la opción de salvar parte del juego en la Memory Stick que tengamos introducida en ese momento en la consola, con lo que el problema se ve a todas luces, insalvable. EyePet, hay que destacar, está plenamente traducido a nuestro idioma, lo que ayudará a que cualquier jugador se pueda internar por sus menús y características sin temer a equivocarse o perderse.

Conclusiones finales

EyePet era una buena idea. En consolas de sobremesa. Su adaptación a la circuitería portátil de PSP deja mucho que desear, y eso que se ha intentado trasladar con la mayor fidelidad posible todas las opciones vistas en título para PlayStation 3. En cuanto a opciones y características es prácticamente idéntico, con los mismos minijuegos y cuidados disponibles, pero es en la interacción y en el núcleo de la jugabilidad, donde EyePet para PSP hace aguas por todos lados. La utilización de la cámara es muy restrictiva, lo que hace que el principal ingrediente jugable se vea limitado a manejar el stick y a pulsar botones (o a llamarla en un momento determinado gracias al micrófono incorporado). Nada de jugar o interactuar con nuestra criatura más allá de eso. Y es una lástima. Aunque no es una mala adaptación en el sentido más estricto de la palabra, EyePet para PSP no termina de cuajar. La franquicia EyePet tiene un concepto muy interesante para los jugadores de todas las edades, pero es quizás una idea que le viene demasiado grande a la consola portátil de Sony.