Análisis de Rocketbirds: Hardboiled Chicken PSN (PS3)

El pollo de armas tomar vuelve en una versión mejorada de Rocketbirds: Revolution!
Rocketbirds: Hardboiled Chicken PSN
·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
GRÁFICOS
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SONIDO
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NOTA
7.8
DIVERSIÓN
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JUGABILIDAD
-
Análisis de versión PS3.
Otros análisis: PSVITA

Jugar a Rocketbirds: Hardboiled Chicken es como ver una de esas animaciones soviéticas de hace varias décadas. Los protagonistas son "inocentes" animales, pero basta con dar un vistazo a la televisión para ver que hay algo que te dice que este no es un juego para niños. La paleta de colores, los juegos de luces, las texturas, la música… Rocketbirds engaña durante los primeros segundos, pero rápidamente descubrimos lo que se esconde tras esta versión ampliada y mejorada del original Rocketbirds: Revolution!, un juego creado por Ratloop Asia para formato Flash, que consiguió tres nominaciones en el Independent Games Festival de 2010. En su llegada a la distribución digital de PlayStation 3 ha aumentado la ambición del equipo, para hacer una versión "definitiva" que te encantará si te gustó el original.

En esencia, Rocketbirds nos pone en la piel de un pollo, Hardboiled Chicken, tan belicoso como Rambo, perdido en unas bases de un ejército de pingüinos comandados por un régimen totalitario que bien podríamos llamar "comunista nazi". Nuestro objetivo será eliminar a Putzin y Brno, los villanos de la historia, combatiendo contra todo un ejército de aves armadas hasta los dientes e incluso con algunos de nuestros clones, salvando y colaborando con prisioneros que forman la resistencia. Hardboiled es producto de experimentos, de ahí su fuerza y velocidad, pero ahora es un renegado y pide venganza. La historia se trata ligeramente en algunos diálogos y en secuencias de vídeo, una de las muchas novedades del juego en su salto a PlayStation Network, pero quizás lo más destacable a nivel de argumento sean los diálogos de los enemigos en su rutina diaria, que antes de recibir nuestra lluvia de balas pueden estar contando sus penurias en la ronda de trabajo o sus ganas de mear.

Rocketbirds es principalmente un juego de acción 2D. Hardboiled tiene un control muy simple, salta, se agacha, dispara sus armas de fuego al instante, da golpes en cortas distancias y lanza granadas. Es divertido porque los enemigos desenfundan rápido y tan pronto como nos detectan empieza un tiroteo, y las armas son capaces de elevar al rival en el aire mientras seguimos con el combo de tiros –algo así como un juggle en un juego de lucha- que incluso nos puede recordar a los disparos de un juego tipo Devil May Cry. Las pistolas, fusiles o escopetas difieren simplemente en el tipo de cadencia o cantidad de munición consumida, y generalmente cualquiera es válida, todo depende de nuestros gustos a la hora de encarar los enfrentamientos. Con la escopeta, por ejemplo, matas a un pingüino cercano de un tiro, mientras que a larga distancia es más efectiva la ametralladora. Las armas consumen una barra común de munición, que rara vez nos escaseará –de todas formas, no es ilimitada-. Hay una cantidad decente de tipos de enemigos, asegurando que cambiemos nuestra estrategia frecuentemente.

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Pero Rocketbird no es un juego excesivamente frenético ni caótico, el ritmo no llega a ser el de un shooter bidimensional, podríamos compararlo más con juegos como Bionic Commando –por citar uno lanzado en distribución digital hace unos años- que con un Contra. A cambio, tiene algunos elementos que le dan más variedad y lo acercan a un Abe's Oddysee con metralleta o un Another World protagonizado por pollos, aunque al notable Rocketbird le falta aún un par de peldaños para compararse en calidad con esas leyendas del videojuego, aún con el nuevo contenido incluido en esta revisión.

La acción es correcta, simple y directa, para lo bueno y para lo malo. No tiene grandes fallos, es divertido ver emboscadas y disparar a derecha e izquierda para evitar morir en el cruce de fuego, rodar esquivando las balas, usar algunos obstáculos como parapetos –algo que se podía haber explotado más-, recoger la munición de los caídos, desplazarse un poco hacia el fondo para no recibir daño –sólo en algunas situaciones-, etc. El problema es que esta parte de la jugabilidad no brilla especialmente, ni innova tanto como para llamar la atención. Por ejemplo, el citado juego de Capcom, Bionic Commando, tenía su interés en el gancho y la ausencia de saltos, creando unos puzles de plataformas que daban personalidad a esa aventura, mientras que en Rocketbird hay varias alturas, pero no mecánica de plataformas real. Y tampoco es un juego largo o complicado ya que un enemigo solitario es raro que suponga una amenaza; se necesitarán tres o cuatro apuntando a nuestras plumas para empezar a entrar en calor.

 1

Lo que sí hay son situaciones que requieren utilizar nuestra materia gris –aunque sea un poco- y no tanto el gatillo del fusil. El diseño de algunos capítulos es enrevesado, aunque lineal, con puertas bloqueadas que necesitan que recojamos unas tarjetas de colores para pasar por ahí. De este modo, hay que pasar varias veces por un mismo lugar, utilizar ascensores, no olvidar dónde vimos una puerta que necesitaba el pase verde para cuando lo encontremos, activar interruptores, mover cajas de una pantalla a otra para alcanzar salientes y ese tipo de mecánica que podemos llamar "puzle ligero", que no llegará a atragantarse al fanático de la acción pura: para que nos entendamos, esto no es Braid –en cuanto a dificultad-, y sus creadores no quieren que estemos más tiempo del debido bloqueados en una situación de exploración, por así decirlo.

Otra pizca de variedad la añaden las fases aéreas con jetpack, en las que nuestro protagonista se desplaza por un área amplia en todas direcciones mientras nos atacan otros pingüinos equipados con sus mochilas o helicópteros que escupen misiles guiados. El truco está en no tener a ningún perseguidor cerca, porque aquí nuestra vitalidad baja muy rápido, aunque por suerte se lanzan suficientes packs de salud cada poco; recogiéndolos no tendremos problemas salvo en la recta final del juego. Los misiles guiados tienen su gracia, y con habilidad suficiente conseguiremos que impacten sobre los propios enemigos. ¿Te acuerdas de la fase Doomsday de Sonic & Knuckles? Algo así, no tan divertido, pero que ayuda a romper la monotonía del resto de la jugabilidad.

Más elementos peculiares son las granadas de control mental. Las explosivas son útiles, pero en muchos momentos estaremos bloqueados sin opción de avanzar. La solución está en "poseer" el cuerpo de un enemigo, algo que tiene muchas posibilidades: explorar lugares a los que no puedes acceder desde tu posición, eliminar enemigos con sus propias armas –controlando a un pingüino con bazooka, por ejemplo- y pulsar interruptores para que el auténtico Hardboiled pueda seguir su camino. Estos enemigos abducidos no recogerán objetos como tarjetas de puertas, así que cuando no necesitemos de su ayuda, un suicidio con el sistema de tiro a la cabeza nos hace volver a nuestro héroe –ya dijimos que no era un juego infantil-.

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Rocketbirds: Hardboiled Chicken es un juego con humor negro que no se toma demasiado en serio. Explotan cabezas y las salpicaduras de sangre bañan las paredes, pero el hecho de ver unos pollos vectoriales reduce la crudeza de las escenas explícitas. El original ya era uno de esos títulos Flash irreverentes, y por suerte en su paso a PlayStation Network no se ha censurado ni reducido esta parte que al final, junto con la ambientación, se convierte en la seña de identidad del juego. Las voces –en inglés pero subtituladas- también son bastante cómicas, aunque algo escasas y algunos personajes no hablan, a cambio tienen unos sonidos guturales.

Los 15 capítulos para un jugador, cuatro de ellos completamente nuevos, tienen algunos secretos coleccionables para dar más interés a las fases. Pero además está el cooperativo local, otra novedad que aporta diez capítulos más con su propia historia. En el fondo no difiere demasiado del modo en solitario –se reciclan escenarios a los que se han hecho pequeños cambios-, pero tiene situaciones que necesitan la colaboración de los dos, más enemigos en pantalla –para equilibrar un poco la situación- y algún movimiento nuevo, como el de saltar sobre el compañero. Cada uno de los personajes de este modo está especializado en un tipo de arma, a diferencia de Hardboiled –que puede cambiar entre las recogidas-. La reducción de puzles y de fases aéreas hace de este modo más centrado en los tiroteos, y teniendo en cuenta que no es un punto fuerte del juego, al final el cooperativo se convierte en un interesante extra pero que podría haber dado más de sí.

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Gráficamente llama la atención por la sobriedad del color, apagado. El escenario además está bastante detallado, en claro contraste con los personajes de tipo cartoon –los cuales están animados de manera fluida-. Aunque se trate de gráficos 2D, hay varios planos para dar perspectiva y algún que otro efecto como paredes en tridimensionales o momentos en los que sólo vemos siluetas. Dentro de lo que cabe, hay variedad de localizaciones, y aunque gran parte sean pasillos dentro de bunkers militares y zepelines, también encontramos junglas o ciudades. Teniendo en cuenta que no se trata de una producción de un gran estudio ni aparentemente ha sido un desarrollo costoso, sorprende muy positivamente.

A cambio de no ser ningún despliegue técnico, ofrece unos gráficos nítidos con opción de 3D estereoscópicas, con varios tipos de soluciones –aquellos que no cuenten con una televisión compatible, quizás dispongan de gafas con filtros de colores-. ¡Y funciona muy bien! Mantiene las 60 imágenes por segundo en alta resolución –no esperábamos menos- y con las 3D vemos toda la serie de elementos bidimensionales recortados con buena profundidad. Como los escenarios están muy recargados, gracias a separar los planos todo resulta más natural al ojo al distinguir la posición de los objetos en la dimensión de juego o la del fondo. Normalmente no recomendamos mucho jugar de esta forma porque las desventajas –resolución, bajada de fluidez, aparición súbita de texturas, etc.- suele no compensar, pero en este caso sí que es una buena idea activar las 3D.

Los sonidos de las armas son contundentes, pero también hay mención especial a la banda sonora compuesta por el grupo independiente New World Revolution. Las canciones se reservan para secuencias de vídeo –que vienen a ser videoclips musicales que descubren por ejemplo el pasado del protagonista, eso sí, sin decir ni una palabra- y alguna otra ocasión, y son excelentes, se ajustan a las emociones que transmite el decadente mundo con tintes dictatoriales de Albatropolis. La crítica musical, según indica el grupo en su página web, los ha comparado con Pink Floyd o David Bowie; no vamos a decir tanto, pero sí que es un sonido experimental que no es habitual en los videojuegos, y por eso se agradece.

Conclusiones

Rocketbirds: Hardboiled Chicken es un buen juego que evoluciona la fórmula original para hacerlo más completo. En muchos aspectos se nota su origen de juego pequeño, como la arriesgada puesta en escena y la desenfadada acción. El único problema que encontramos es que no es más que secciones de tiros muy básicas con puzles sencillos. Sus creadores se han inspirado en varios títulos clave recogiendo ideas variadas, pero, salvando el apartado gráfico y sonoro, no posee una personalidad marcada ni ese "algo" que sí tienen los juegos que marcan época. Y esto no significa que Rocketbirds no sea divertido, lo es y recuerda mucho a la jugabilidad retro sin complicaciones, pero queda la sensación de que pudo haber sido mucho mejor puliendo la mecánica o añadiendo algún auténtico reto para los jugones.

Ramón Varela
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PEGI +12
Plataformas:
PS3 PSVITA
También en: PC

Ficha técnica de la versión PS3

ANÁLISIS
7.8
  • Fecha de lanzamiento: 19/10/2011
  • Desarrollo: Ratloop Asia
  • Producción: Ratloop Asia
  • Distribución: PlayStation Network
  • Precio: 8,99 €
  • Jugadores: 1
  • Formato: Descarga
  • Textos: Español
  • Voces: Inglés
  • Online: hasta 2 jugadores
  • Requisitos PC
COMUNIDAD
7.91

Rocketbirds: Hardboiled Chicken PSN para PlayStation 3

4 votos
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Ficha técnica de la versión PSVITA

ANÁLISIS
8
  • Fecha de lanzamiento: 13/2/2013
  • Desarrollo: Ratloop Asia
  • Producción: Ratloop Asia
  • Distribución: PlayStation Network
  • Precio: 6,49 €
  • Jugadores: 1
  • Formato: Descarga
  • Textos: Español
  • Voces: Inglés
  • Online: No
  • Requisitos PC
COMUNIDAD
7.66

Rocketbirds: Hardboiled Chicken PSN para PSVITA

12 votos
#69 en el ranking de PSVITA.
#177 en el ranking global.
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