Análisis de Tony Hawk's Pro Skater 3 (PS2, Nintendo 64, Xbox)

La llegada de las tres dimensiones propició la aparición de juegos basados en deportes no tan típicos y tradicionales como el fútbol, el baloncesto, el hockey o el tenis, los llamados deportes extremos, la mayoría de ellos surgidos hace poco en comparación con los clásicos, pero que han conseguido una más que notable aceptación entre los jóvenes, creando modas, formas de vestir, música y un incipiente mercado. Sin embargo, y pese a que antes de nuestro querido Tony Hawk hubo intentos más o menos notables de crear un gran juego de deportes extremos (la saga Cool Boarders o los Street Sk8er de EA), fue este juego de Neversoft el que revolucionó el género. No fueron sus gráficos –ya de por si excelentes- los que sorprendieron de verdad, sino su planteamiento.

Hasta ese momento, este tipo de juegos consistía en llegar del punto A al punto B, consiguiendo la mayor cantidad de puntos posibles haciendo piruetas, pero nada más. Tony Hawk era a los juegos de deportes extremos lo que Mario 64 fue en su día a los plataformas; el nivel ya no era un circuito, sino un entorno donde había que cumplir una serie de objetivos, de una manera no lineal, y la introducción de las competiciones y de la evolución del personaje le añadía más diversión al título. Tony Hawk arrasó en las tiendas de todo el mundo, al igual que su secuela; pero lo más interesante es que su sistema fue copiado por todos. Desde los propios juegos de deportes extremos de Activision (ahora llamados O2) hasta el juego de BMX de Acclaim, Dave Mirra, pasando por intentos de otras compañías. Últimamente, sólo SSX Tricky ha sabido ofrecer un buen juego de deportes extremos sin seguir la fórmula Tony Hawk. Explotando de nuevo el mismo sistema pero con un aspecto técnico mejor que nunca y algunas novedades, llega ahora a nuestro país Tony Hawk’s Pro Skater 3, que ha recibido unas críticas buenísimas en los Estados Unidos y ha ganado de nuevo (como ya lo hicieron los anteriores) el título de "mejor juego de skate de la historia".

Este primer Tony Hawk de nueva generación (sin contar con el Tony 2 de Dreamcast, que es conversión del Tony 2 de PSX, y no aprovecha las posibilidades de la blanca de Sega) no incluye novedades demasiado reseñables respecto a sus predecesores. Los escenarios han aumentado en tamaño, pero no de una manera radical; los objetivos poseen una interacción mayor con el escenario, y no tanto "coge esto, coge lo otro", y los escenarios en sí tienen muchos más detalles móviles, y modificables. El escenario de los Ángeles, por poner un ejemplo, tiene dos estados: el estado pre-terremoto y el post-terremoto, cambiando algunas cosas.. También en otros escenarios se abrirán nuevas áreas tras realizar algunas acciones, aunque esto también pasaba en anteriores.

Aunque el salto a la nueva generación se nota en los niveles, personalmente echo en falta algo más de innovación. Los niveles han aumentado, sí, pero sin llegar a tener la inmensidad (ojo, que también llega a ser mala) del otro juego de deportes extremos de nueva generación, Dave Mirra 2. Los objetivos también se han hecho algo más variados, pero el concepto sigue siendo básicamente el mismo que el del primer Tony Hawk, cumplir objetivos de diversa índole dentro de un entorno 3D. Neversoft ha ido refinando esta idea de juego de Skate, pero haciendola evolucionar lentamente en vez de evolucionarla más drásticamente. Guardando las distancias, esto es lo mismo que le paso en su día a la saga Tomb Raider; el primero sorprendió, el segundo refinó la gran idea, y de ahí en adelante la saga fue perdiendo interés por parte de los jugones, por no decidirse a cambiar. No, no estoy diciendo que Tony Hawk 3 sea aburrido, ni que sea malo. En absoluto, es un grandísimo juego, simplemente opino que la cuarta entrega de esta genial saga debería romper los moldes de nuevo, y no reducirse a mejorar los gráficos y retocar la ya genial jugabilidad que atesora este THPS3.

Tony Hawk 3 no es demasiado extenso, pero lo que sí tiene es un alto nivel de rejugabilidad en cada uno de sus niveles. El modo "carrera" está compuesto por ocho niveles, más uno oculto extra que nos otorgarán al final. De estos nueve, seis son del tipo "completar objetivos" y los otros tres son competiciones en las que habrá que luchar por las medalla. En los seis niveles "vivientes" tendremos dos minutos por cada intento para cumplir los objetivos. En todos ellos hay cinco objetivos comunes. Conseguir la palabra SKATE, que sin embargo varía dependiendo del corredor que cojamos, sobrepasar tres puntuaciones haciendo piruetas (High, Pro y Sick), que irán subiendo dependiendo del nivel y encontrar la cinta de vídeo secreta, que suele estar en el lugar más recóndito e inaccesible del escenario, y tendremos que "currárnoslo" para llegar hasta ella. Los otros cuatro objetivos varían, pero requieren una buena dosis de interacción con el escenario.

El primer nivel tiene lugar en una fundación donde nuestra presencia hará estragos en la pequeña empresa siderúrgica, en el segundo haremos skate por Canadá y tendremos que arreglar un par de problemas que tienen los lugareños. En el tercero iremos a los suburbios, y entre entrañables chalets también haremos de las nuestras, incluyendo una visita a la casa del terror. Los niveles cuatro y cinco son tal vez los que ya empiezan a mostrar algo de evolución. El nivel del aeropuerto es bastante grande y tiene unos objetivos muy interesantes. Los guardias de seguridad nos perserguirán en vano mientras nos tomamos la justicia por nuestra mano para acabar con los carteristas. En quinto lugar, el nivel de Los Ángeles, que posee el estado pre-terremoto y post-terremoto. Tras grindar en los lugares adecuados podremos desencadenar el seismo, que alterará el escenario permitiéndonos cumplir otros objetivos. Finalmente está el nivel del Crucero, que conseguiremos tras conseguir medalla en la última competición. En el crucero, tras una alegre introducción del capitán, también podremos alterar varias cosas del escenario, causando el caos en la tripulación.

Aparte de los niveles normales, en los cuales los dos minutos siempre se nos quedarán cortos –paradójicamente si diesen más tiempo el juego perdería ese ritmo frenético que tiene-, están las competiciones, tres en total: Rio, Skater Island y Tokyo. En los dos primeros escenarios nos las veremos con skate parks normales y corrientes, con las típicas rampas, barras donde grindar y un buen etcétera de cosas. El nivel de Tokyo, en cambio, está diseñado de una manera futurista y veremos cosas muy poco ortodoxas, como por ejemplo, un looping que si logramos traspasar nos obsequiará con bastantes puntos. En las competiciones tendremos tres intentos para lograr las dos mejores puntuaciones, y un minuto con cada intento; las caidas restan puntos, y en el último nivel son cruciales –el evitarlas.

El engine de THPS3 está a la altura de los vistos en las dos anteriores entregas para PS2. Lo primero que notaremos es la fluidez y velocidad con que se mueve todo, la cantidad de detalles que forman el escenario y el aumento de tamaño de éstos que, dicho sea de paso, no es tan grande como esperábamos. El nivel de las texturas es más que aceptable y hay detalles bonitos como el reflejo del escenario en el suelo del aeropuerto o algun que otro efecto de fuego. El aspecto gráfico no destaca especialmente pero cumple su función de "Tony Hawk de nueva generación" a la perfección. Tras unos primeros momentos en los que todo nos parecerá muy rápido, nos acostumbraremos y apenas nos fijaremos en los escenarios; la jugabilidad es tán rápida e intuitiva que el aspecto gráfico podría ser mejor o peor y no nos enteraríamos. Resumiendo, como ya dije, a nivel gráfico cumple su función con creces, con un framerate sólido y la suficiente cantidad de buen hacer para dejarnos satisfechos. Como viene siendo habitual, Tony Hawk 3 viene con una banda sonora compuesta por temas de bandas de música reales, y la de esta entrega sigue con ese estilo punk-rock que tan bien encaja en este tipo de juegos. Los artistas no son demasiado conocidos a este lado del charco, salvo excepciones como por ejemplo los Red Hot Chilly Peppers. La banda sonora es la siguiente:

The Ramones – "Blitzkrieg Bop"
Red Hot Chili Peppers – "Fight Like A Brave"
KRS-One – "Hush"
Motorhead – "Ace of Spades"
Rollins Band – "What's the Matter Man"
House of Pain – "I'm A Swing It"
Xzibit – "Paparazzi"
Ozomatli – "Cut Chemist Suite"
Alien Ant Farm – "Wish"
Redman – "Let's Get Dirty"
Del the Funky Homosapien – "If You Must"
AFI – "The Boy Who Destroyed The World"
Reverend Horton Heat – "I Can't Surf"
Adolescents – "Amoeba"
CKY – "96 Quite Bitter Beings"
Zebrahead – "Check"
Guttermouth – "I'm Destroying the World"
Nextmen – "Amongst Madness"
Bodyjar – "Not The Same"
Mad Capsule Markets – "Pulse"
Los efectos de sonido no le van a la zaga a la música, y como siempre oiremos más los grinds que otra cosa. No hay demasiadas voces, excepto las del público y algún personaje del escenario, y este aspecto acaba resultando excelente, como en anteriores entregas.

Como ya decía al principio, el sistema de juego ha cambiado muy poco aunque en los combos destaca la adición del movimiento "revert", que permite enlazar movimientos para hacer combos aún más largos, tal y como lo hacía el "manual" en el TH2. Aparte de esta novedad que tras dominarla nos hará conseguir miles y miles de puntos, pócas cosas más varían respecto a la segunda entrega, salvo sensibles cambios en los movimientos y, por supuesto, más piruetas y variaciones de las ya existentes.

Como ya dije cuando hablaba de los gráficos, la velocidad del juego ha aumentado pero la jugabilidad no se ve dañada por ello. La respuesta del mando al juego sigue siendo perfecta, cosa absolutamente necesaria en este tipo de juegos, por lo que Tony Hawk 3 sigue siendo una delicia jugable, en ningún momento frustrante y absolutamente divertido.

Nueve niveles pueden parecer pocos, pero si a alguien le gusta el skate serán más que suficientes para pasar horas y horas haciendo flips, grabs, grinds, manuals y todo tipo de piruetas. El juego con cada skater se hace algo diferente, puesto que las metas varían ligeramente (la palabra SKATE está en diferentes sitios) y cada personaje tiene sus pros y contras. Cada skater tiene un espectacular final en FMV, que vale la pena ver, lo cual instará a muchos a pasarse el juego con todos los skaters, lo cual ofrecerá muchas horas de juego.

Complementando al ya clásico modo carrera tenemos el single session, el free skate, el modo para dos jugadores y un modo online que por el momento en España no podremos utilizar, o al menos no será accesible a todo el mundo. Terminando las opciones de juego están las "creativas", crear un parque y crear tu propio skater. Ambas opciones son realmente completas, permitiéndonos una personalización enorme de nuestro propio skater y un gran número de elementos con los que diseñar nuestro skatepark. Puede durar poco aparentemente, pero THPS3 tiene muchas horas de juego, siempre y cuando, repetimos, te guste el Skate.

En definitiva, Tony Hawk’s Pro Skater 3 es el mejor juego de Skateboard del momento, y posiblemente de la historia. Posee un gran nivel en todos sus apartados, pero especialmente en la jugabilidad, donde Neversoft demuestra de nuevo quien manda. Esperando que la cuarta parte, anunciada hoy mismo, cree un nuevo estilo y lleve la saga por un nuevo –y esperemos que aún mejor, aunque será difícil- cauce, Tony Hawk’s Pro Skater 3 es un juego que no decepcionará a nadie, y de los mejores títulos que forman actualmente el catálogo de PlayStation 2.