Análisis de The Incredible Adventures of Van Helsing III (PC, Xbox One, PS4)

Si sois aficionados al género de rol de acción en PC, es probable que cada cierto tiempo, acabéis realmente saturados ante la avalancha de títulos similares o con características jugables idénticas. Diablo marcó un antes y un después en el género, y eso es algo que a día de hoy, incluso tras su relativamente reciente tercera parte, sigue teniendo sus ecos en los miles de juegos que intentan copiar o imitar sus mecánicas. Hace unos años, The Incredible Adventures of Van Helsing consiguió sorprender a propios y extraños con una fórmula similar, pero no carente de personalidad propia. Al año siguiente, Neocore Games volvió a intentarlo con una segunda parte que pulía muchos de sus defectos, y que para más atractivo del jugador, añadía sendas novedades jugables que encajaban a la perfección con el ambiente y el diseño del título -como la defensa de torres o el multijugador-.

Ahora nos llega su tercera parte, The Incredible Adventures of Van Helsing III, último capítulo de la trilogía comenzada en 2013 y lo hace con un planteamiento continuista y muy similar al de sus dos anteriores entregas, pero con varias novedades y cambios en su suelo jugable capaces de agradar a los más reticentes jugadores y seguidores de la saga.

El destino de Borgovia

The Incredible Adventures of Van Helsing III prosigue de forma muy directa la historia del juego anterior, trasladándonos de nuevo a la convulsa y peligrosa región de Borgovia, en pleno siglo XIX. En el pasado título, asistimos como Abraham Van Helsing a una guerra civil sin cuartel entre numerosas facciones de humanos y seres sobrenaturales, que regaron de sangre y caos las calles de las diferentes localizaciones y ciudades del país.

Aunque conseguimos poner fin al conflicto y los distintos clanes y grupos terminaron sus hostilidades parece que, tras la huida del villano principal de la saga -el famoso Prisionero 7-, entre las ruinas y las cenizas dejadas por sus artes, ha surgido un nuevo y extraño culto religioso que vaticina el final de los tiempos, y no tendremos otra opción que detenerlo con todos los medios a nuestra disposición. En nuestro periplo por Borgovia volveremos a estar acompañados de Katarina, nuestra aliada fantasma, que nos ayudará siempre, y que de paso, nos regalará algunos hilarantes diálogos, en los que el humor negro y la mala baba habitual de la saga, volverán a ser constantes.

El argumento de The Incredible Adventures of Van Helsing III mantiene una concordancia loable con el de la segunda parte, añadiendo nuevos elementos mágicos y terroríficos al particular ambiente victoriano steampunk de los anteriores juegos, y refinando algunos de los puntos más criticables en cuestión de diálogos. Sí, puede que la historia deje que desear en algunos puntos -hay veces en los que se preocupa más por mostrar nuevos ambientes y monstruos, en lugar de ofrecer una narración o preocupación constante sobre nuestro principal enemigo a batir-, pero se hace muy amena y supone un más que aceptable término para la trilogía.

Nuevas clases de personajes

Una de las principales novedades jugables en The Incredible Adventures of Van Helsing III, es la inclusión de hasta seis clases de personajes diferentes, con roles muy diferenciados entre ellos. Ha sido una de las decisiones más acertadas y publicitadas por la propia Neocore Games, que buscaba que el jugador se encontrarse con una situación completamente diferente y muy estratégica con cada partida o cambio. En segunda instancia es también un cambio que le sienta particularmente bien al multijugador y al juego online, que goza de más variedad jugable tras el añadido de más tipos de combatiente, pese a que creemos que no hay demasiado balance entre clases en términos competitivos.

Los seis nuevos tipos de personaje van desde el Protector y el Elementalista -que ya probamos y comentamos en nuestras impresiones- al Constructor, pasando por el Cazarrecompensas, y terminando en el Umbralista y el Plogístilo. La manera de jugar con cada uno de ellos es tan distinta que nos costará cambiar de una a otra si así lo queremos, modificándose en varios enteros la faz y la mecánica del juego en función de nuestro protagonista, con lo que queda patente que el movimiento de Neocore Games no es una mera pose publicitaria. Esto, como comentábamos más arriba, logra que cada jugador se vea capaz de hallar su propio estilo y cadencia de dificultad reflejada en pantalla.

¿Cómo encontrar aquella clase que mejor se adapte a nosotros? Probándolas, y pensando qué queremos sacar o de qué manera queremos disfrutar del título que tenemos entre manos, aunque es muy divertido picar de aquí y allá hasta dar con el estilo o clase que mejor se amolde a nosotros -además de que rompe con la monotonía de este tipo de juegos en un abrir y cerrar de ojos-. El Protector es un guerrero clásico, ataviado con una armadura mecánica, capaz de combatir en cuerpo a cuerpo sin despeinarse. Es un luchador muy potente -aunque al comienzo del juego no es un guerrero demasiado mortífero-, capaz de enfrentarse a grandes cantidades de criaturas, pero de movimientos lentos y torpes. El Elementalista, por su parte, es la antítesis jugable de El Protector. Hablamos de un luchador y mago fiero, débil en el combate de distancias cortas, pero rápido como el viento. Es aquella clase ideal para los aficionados a los ataques potentes desde lugares lejanos y distancias largas, sin tener que verse envuelto por el enemigo cara a cara.

El Constructor es una de las clases más curiosas de The Incredible Adventures of Van Helsing III. Ofrece la posibilidad de jugar con artillería pesada, ingenios mecánicos y muchas armas, así como la opción de crear torretas y drones -si es que lo podemos llamar de esta manera- para eliminar desde una distancia prudencial, y bajo fuego constante, a los enemigos y criaturas que debemos combatir y cazar. El Cazarrecompensas, lo reconocemos, es una de nuestras clases preferidas. Mezcla características del El Elementalista -su debilidad al cuerpo a cuerpo o su rapidez- y del propio Constructor en lo que a potencia de fuego y artilugios se refiere -tiene un arma de fuego muy potente en su haber-, pero añadiendo en su arsenal y características el uso de ecos, trampas, ilusiones y distracciones que volverán loco al enemigo en el campo de batalla.

Por último, el Umbralista y el Plogístilo, son la antítesis perfecta. El Umbralista es un soldado arcano, silencioso, entrenado en las artes del asesinato, también algo débil en el cara a cara, pero capaz de extraer energía de sus víctimas o rematarlas por la espalda sin que se den cuenta. El Plogístilo es el caso contrario: un ser humano que se ha mezclado con la tecnología y la ciencia hasta tal punto, que vive encerrado en una inmensa armadura de hierro y acero. Entre sus ataques y posibilidades, destacan la de construir un escudo explosivo con la que evitar que los monstruos accedan a él o la de lanzar decenas de misiles en un abrir y cerrar de ojos.

Y no hay que olvidar a Katarina, nuestra inseparable y fantasmagórica amiga, que sigue la senda marcada por los títulos anteriores. Es un apoyo constante -sobre todo en aquellos niveles más avanzados-, y no únicamente en el combate -en el que dispone de varios tipos de órdenes y tácticas-, pues nos permite duplicar nuestro inventario -nos guardará objetos y armas-, y además, servirá de enlace con las tiendas y mercaderes si necesitamos vender aquellas baratijas o reliquias que no necesitemos para obtener dinero. La I.A de Katarina es muy versátil, y siempre nos ayudará cuando tengamos el agua al cuello, sin dejarnos vendidos a las primeras de cambio -algo necesario cuando hablamos de un juego en el que apenas tenemos segundos de descanso debido al alto ritmo de enemigos-.

Posibilidades, combates y exploración de mazmorras

Por si la diferencia entre clases no fuera suficiente -a lo que hay que sumarle la combinación con Katarina-, The Incredible Adventures of Van Helsing III ofrece un árbol de habilidades con decenas de variantes y mejoras a tratar, además de potenciadores. En ellos, y como es habitual en otros juegos del género, iremos configurando a nuestra medida cada personaje gastando los puntos de experiencia obtenidos, desarrollando poderes, resistencias o particularidades.

Eso sí, creemos que se ha apostado por reducir un poco el amplio rango de posibilidades de entregas anteriores, encontrándose muchos puntos comunes entre personajes y clases, algo que no nos ha hecho demasiada gracia. ¿Por qué diferenciar tanto los tipos de héroe si luego no tenemos un control completo sobre la evolución de los mismos y acaban teniendo muchos aspectos en común? Quizás esta simplificación del árbol de habilidades sea consecuencia directa de las grandes diferencias de partida de cada clase. Otra posibilidad de las grandes diferencias entre clases, sobre todo a tenor de las debilidades y fortalezas de cada una de ellas, es la dada por la inclusión del modo multijugador.

Además del modo historia, The Incredible Adventures of Van Helsing III ofrece un modo de escenarios, en el que podemos enfrentarnos a misiones y niveles concretos, ya sea solo o en cooperación con otros jugadores. Este modo funciona muy bien como válvula de escape y contrapunto al extenso modo historia, y oferta objetivos variados, desde liquidar a un número concreto de criaturas en un tiempo límite, aguantar varias oleadas de monstruos seguidas, eliminar la regeneración de salud o destruir al jefe de turno, todo ello en escenarios y ambientaciones ya vistas o visitadas en el modo principal.

The Incredible Adventures of Van Helsing III tiene también un catálogo de arenas y condiciones de juego a priori interesante, muy competitivo, en el que los jugadores luchan entre ellos por la victoria en una serie de niveles y escenarios como si de gladiadores steampunk y arcanos se tratasen. El problema es que, al contrario que en el modo de los escenarios cooperativo, es que el sistema de clases en las lindes del jugador contra jugador, no nos parece un sistema demasiado balanceado y al final acaba repercutiendo en la viabilidad y la diversión global del sistema competitivo.

Tenemos varias clases, una fantasma de apoyo y un árbol de habilidades completo -pese a sus limitaciones-, e incluso mascotas y monstruos a domesticar como la Quimera, pero, ¿y el combate? El combate en The Incredible Adventures of Van Helsing III mantiene las características jugables intactas de las anteriores entregas, usando la misma perspectiva y cámara, y heredando el sistema de control e interfaz -esto es, a golpe de ratón y movimientos de cámara, que podemos acercar bastante a la acción-. The Incredible Adventures of Van Helsing III sigue siendo un juego que exige mucho durante las primeras partidas -aquel usuario que se enfrente por primera vez a la saga, se puede agobiar bastante-, aunque una vez llegamos a dominar los ataques y movimientos de nuestra clase -uno de los aspectos más sólidos-, puede acabar resultando un poco tedioso y mecánico.

Si algo hemos notado en esta tercera entrega -y ya nos hicimos eco en nuestras impresiones del juego-, es que en The Incredible Adventures of Van Helsing III los combates necesitan de un ajuste de ritmo e intensidad. Sí, los lobos, golems, zombis, esqueletos, brujas, demonios, vampiros o insectos gigantes no pararán de salirnos al paso, y deberemos estar muy atentos para no morir en un instante, pero a veces da la sensación de no estar refinado del todo, produciéndose toscos cambios de ritmo e intensidad en los intercambios de golpes.

Los jefes finales son harina de otro costal, y aunque empezamos a ver un cierto desgaste en su presentación y diseño, sí es cierto que suponen retos más sólidos y desafiantes con respecto a los combates simples entre la pléyade habitual de criaturas fantásticas de un juego de género. En cualquier caso, The Incredible Adventures of Van Helsing III es un título tan divertido, que es complicado que reparemos en otra cosa que no sea en rebanar mutaciones, lanzar hechizos, construir torres -la defensa de torres, vuelve a hacer acto de aparición- o explorar las diferentes mazmorras y niveles.

Porque sí, The Incredible Adventures of Van Helsing III sigue manteniendo el exquisito diseño de mazmorras de las entregas anteriores. Sus niveles y escenarios son muy intrincados, llenos de rutas alternativas por descubrir, con decenas de misiones secundarias ocultas esperándonos a que las activemos. La tercera de las aventuras de Van Helsing se deshace del yugo de lo lineal -algo que muchos juegos no han conseguido-, y motiva, de varias maneras y formas, a que nos perdamos entre sus bosques, callejones o cuevas en búsqueda de tesoros.

Apartado técnico

The Incredible Adventures of Van Helsing III es un juego que ofrece un compendio de aciertos gráficos y técnicos digno de mención. Neocore Games ha realizado una puesta al día de los diseños vistos en anteriores entregas, ha añadido su toque personal al diseño y modelado de los nuevos personajes y clases, y ha incluido criaturas aterradoras y retorcidas al ya de por sí impresionante catálogo anterior de bestias.

Los escenarios vuelven a estar muy cuidados y rebosantes de carisma -repetimos, es un lujo "perderse" en muchos de ellos-, plagados de detalles gráficos muy ambientales. El combate en The Incredible Adventures of Van Helsing III, como os podéis imaginar es también todo un espectáculo, y nos regala un festival de efectos de partículas, explosiones, haces de luz y borbotones de sangre de variados colores -algunas veces incluso, a costa del rendimiento-.

El sonido de The Incredible Adventures of Van Helsing III acompaña perfectamente a la particular ambientación del juego, con una retahíla de canciones épicas y tétricas -pese a que siempre suelen tener una vertiente muy movida-, que si bien cumplen su función, no terminan de estar a la altura de los otros aspectos técnicos del título. The Incredible Adventures of Van Helsing III está traducido al castellano -de una forma algo irregular- y cuenta con el doblaje original en inglés más que decente.

Conclusiones finales

The Incredible Adventures of Van Helsing III es un buen cierre a una trilogía que sorprendió a propios y extraños con sus dos primeras partes. La tercera entrega de las aventuras del famoso cazavampiros se esfuerza además por añadir nuevos ingredientes a las establecidas y asimiladas mecánicas del título. Prueba de ello son un plantel de clases muy interesante y un nuevo sistema multijugador que aunque tiene sus peros en su vertiente competitiva -no así en su variante cooperativa, muy entretenida-, ofrece una vida útil más longeva que la de sus antecesores.

The Incredible Adventures of Van Helsing III podría servir como una puesta al día de la segunda parte -por momentos parece casi una expansión con nuevos escenarios y personajes- Quizás no pueda competir con algunas de las vacas sagradas del género, pero sus ingredientes de rol y acción -con la estrategia siempre sobrevolando el juego constantemente- suponen siempre un soplo de aire fresco. La saga The Incredible Adventures of Van Helsing se ha ganado por méritos propios, el ser una opción a considerar en uno de los géneros más atiborrados y explotados en PC. Su última parte, es un juego más que recomendable.