Análisis de Shadow Warrior 2 (PC)

La segunda parte del aclamado Shadow Warrior de 2013 vuelve nuevamente de la mano de Flying Wild Hog, aunque los orígenes de la saga se remontan a 1997 con un primer juego del mismo nombre desarrollado por 3D Realms. En esta ocasión, contando con la distribución de Devolver Digital, el estudio polaco ofrece un shooter de acción en primera persona de la vieja escuela, lo que asegura acción sin freno y desmembramientos en un argumento tan loco como divertido. Una calidad gráfica imponente y un innovador modo cooperativo para cuatro jugadores son algunos de los alicientes que componen este brutal videojuego.

Una aventura sin descanso

La historia nos sitúa 5 años después del final del anterior título y nuevamente nos ponemos en la piel del descarado Lo Wang. Este ninja moderno tendrá como misión luchar contra los demonios que están invadiendo su mundo y, aunque el argumento nos pueda parecer de relativa importancia, nuestro "héroe" no lo cree igual. Como viene siendo habitual en la franquicia, el tono humorístico es uno de los ejes fundamentales de su narrativa, por lo que no faltará el humor negro y alguna que otra bizarrada.

Sin embargo, hay que dejar claro que la historia es solo una excusa para disfrutar de la jugabilidad rápida y divertida que nos plantea Shadow Warrior 2. Para ello, podremos elegir entre cuatro niveles de dificultad: Fácil, orientado a jugadores poco experimentados; Normal, un reto asumible pero carente de desafíos; Difícil, el primer nivel aconsejable para disfrutar realmente de la propuesta; e Insano, una auténtica locura destinada a los jugadores más veteranos.

La elección de la dificultad, que podremos cambiar en cualquier momento, afecta a parámetros como el daño que realizamos, el número y la rareza de los objetos que encontramos, la penalización económica y de salud que sufrimos al morir, o la cantidad de vida que recuperan los enemigos. Sin duda, aunque el videojuego adapta su propuesta a todo tipo de usuarios, solo los dos últimos niveles de dificultad representan la experiencia adrenalínica y exigente que se pretende transmitir.

Cuatro amigos para desatar el caos

El principal aliciente de esta segunda entrega es el cooperativo online para hasta 4 jugadores. Porque si algo podía mejorar aún más la diversión de Shadow Warrior, era la posibilidad de disfrutarlo con tus amigos. Ya sea por invitación privada o mediante matchmaking, podremos completar toda la campaña o repetir cualquier misión acompañados, algo que hace tremendamente divertida la experiencia. De esta forma, un jugador asumirá el papel de Lo Wang, mientras que el resto serán ninjas genéricos que podremos personalizar antes de comenzar la partida.

Siguiendo con la campaña, Shadow Warrior 2 ofrece misiones principales y secundarias, teniendo que completar estas últimas para llegar con el nivel adecuado a las misiones importantes, que son a su vez las más espectaculares. Cada una de ellas, que podremos elegir libremente mediante un mapa de selección, nos reportará recompensas en forma de habilidades, dinero, armas u objetos especiales, siendo estos premios mucho más interesantes en los niveles más altos de dificultad.

La jugabilidad principal consistirá en avanzar matando a todo aquello que se ponga por delante y disfrutar de la gamberra narrativa mientras descubrimos escenarios y enemigos cada vez más desafiantes. En este sentido, Flying Wild Hog ha diseñado un sistema de creación procedural que, salvo en los escenarios importantes para la historia, desarrollará mapas completamente aleatorios, algo que también se aplicará a la disposición de enemigos y objetos. Gracias a la utilización de esta tecnología, el título garantiza una mayor rejugabilidad, aunque la continua propuesta avanzar y acabar con los enemigos puede llegar a hacerse monótona y repetitiva.

Estos mapas, que muestran un acabado gráfico muy pulido, también tienen un gran tamaño para movernos con libertad y afrontar los combates con espacio. Para poder localizar los objetivos, existen un minimapa y un indicador de proximidad que, aunque muy útiles, rompen con la sensación de título clásico que trasmite todo el diseño jugable. En estos mapas iremos encontrando diferentes tótems que nos permitirán guardar la partida, recargar munición y recuperar salud o chi. A su vez, también tendremos cajas con dinero, munición y objetos, por lo que será muy importante explorarlo.

En lo puramente jugable, Shadow Warrior 2 ofrece un control muy depurado tanto con mando como con teclado y ratón, aunque este último por su velocidad y precisión es el más recomendado. Adaptándose a los nuevos mapas, la principal novedad del título es la verticalidad de los movimientos, pudiendo escalar o realizar dobles saltos. Gracias a estas mejoras, que podremos combinar para crear movimientos espectaculares, el videojuego gana en dinamismo, algo fundamental para hacer más ágiles lo continuos tiroteos.

Para superarlos, disponemos de un enorme arsenal compuesto por armas de fuego y melee. Las primeras cuentan con un amplio arsenal de pistolas, fusiles de asalto o escopetas, las cuales ofrecen una jugabilidad más cercana a los clásicos shooter. Sin embargo, y aquí es donde el juego saca todo su potencial, existe un enorme catálogo de katanas, cuchillas, arcos o mazas que, destinadas al combate cercano, ofrecen una experiencia diferente y mucho más disfrutable. Además, estas armas cuentan con ataques especiales realmente demoledores.

Una máquina de matar

Buscando una mayor personalización de las armas, existe un completo menú que nos va a permitir potenciar sus cualidades. Cada una de ellas, ya sean de fuego o melee, tienen una serie de ranuras que podremos completar con los objetos especiales que vayamos encontrando por el escenario, recuperando de los enemigos derrotados o ganando como recompensa por completar una misión. Gracias a ellos, se mejorarán aspectos como el daño, la velocidad de recarga, el alcance o los elementos básicos. Este último factor, que tendremos que tener muy en cuenta para derrotar a los grandes jefes finales, nos permitirá añadir cualidades de fuego, hielo, electricidad o toxicidad a nuestras armas, siendo más o menos efectivas según el tipo de enemigo al que nos enfrentamos.

Todas estas mejoras, que tendrán un rango de rareza para conocer su valor, se podrán eliminar e imbuir en otras armas siempre que queramos, lo que aporta un valor estratégico importante al juego. Pero las optimizaciones no terminan aquí, Shadow Warrior 2 nos ofrece la posibilidad de mejorar la munición, armadura o habilidades, así como utilizar amuletos especiales. Sin embargo, aunque el sistema es muy funcional, por momentos la interfaz no es demasiado clara y la constante revisión y evolución de las armas puede volverse repetitiva.

Una de las habilidades más importantes son los poderes, que harán uso de la barra de chi situada justo debajo de la barra de vida. Con ellas podremos utilizar una visión especial para ver a los enemigos o crear muros de fuerza para repeler los ataques más agresivos. Este chi, que al contrario que la vida se podrá recuperar de forma progresiva, puede ser utilizado también para aumentar nuestra salud, algo fundamental en los momentos más delicados del combate.

Sin embargo, no solo los poderes se pueden mejorar, dentro de las habilidades también evolucionaremos elementos relacionados con la vida o los ataques especiales. Sin duda, Shadow Warrior 2 incluye un completo y complejo sistema de mejora que constantemente tendremos que revisar si queremos superar los retos cada vez más exigentes que se nos pongan por delante.

Si por algo destacan dichos retos, es por el extenso y variado plantel de enemigos a los que tendremos que enfrentarnos. Volviendo al sistema procedural del que hablábamos anteriormente, el estudio polaco ha hecho un uso muy eficiente del mismo, y su disposición en el escenario se siente natural. Este factor, que suele ser el gran problema de los videojuegos procedurales, está perfectamente solventado en el título y, como si de un diseño original se tratase, todos los niveles presentan un acabado eficaz y exigente a partes iguales.

Entre los enemigos encontraremos humanos, robots o demonios, que, además de presentar una enorme variedad de comportamientos y armas, tienen un gran diseño artístico y una IA muy competitiva, sobre todo en los niveles más elevados de dificultad. Gracias a esto, el título ofrece combates tremendamente adrenalínicos en los que no habrá un segundo de respiro. Entre todos ellos también encontraremos jefes finales, de mayor o menor tamaño, que serán el reto más importante al que tendremos que enfrentarnos.

Estos rivales, que tendrán nuevamente un gran diseño artístico y que nunca vendrán solos, son realmente tenaces y nos van a exigir un gran dominio del juego y un perfecto estudio de nuestras habilidades y poderes. En este sentido, la penalización por morir variará según la dificultad, esto es, si jugamos en Fácil, los enemigos a los que hayamos dañado seguirán igual después de morir nosotros, mientras que en los niveles más elevados habrán recuperado toda su vida y tendremos que comenzar de nuevo.

Todos estos enemigos soltarán objetos y recompensas económicas, siendo los grandes jefes los más interesantes en este sentido. Todo el dinero que vayamos acumulando lo podremos invertir en las diferentes tiendas disponibles, lugares en los que compraremos nuevas armas, munición o habilidades, y venderemos todo lo que no necesitemos para conseguir una ayuda extra. Debido a esto, y por la necesidad de conseguir cada vez mejores potenciadores para nuestras armas, será fundamental acabar con todos los enemigos y explorar muy bien los amplios mapas si queremos estar preparados para los grandes retos de las misiones principales.

Técnicamente brillante

Visualmente, Shadow Warrior 2 presenta un acabado gráfico sensacional, con texturas en alta definición, escenarios muy amplios, una enorme destrucción de los entornos, gran cantidad de partículas e iluminación global muy detallada. Gracias a ello, el título luce muy bien en movimiento y mantiene unos siempre estables 60 fotogramas por segundo incluso en los combates con más enemigos y movimiento. Sin embargo, el modelado y texturizado de los personajes y las bestias, así como la calidad visual de las cinemáticas, se queda algo atrás respecto a los conseguidos escenarios.

Otro punto a destacar es el gran trabajo artístico que ha realizado el estudio, mezclando con maestría elementos de la cultura tradicional japonesa con otros más occidentales y modernos, lo que le otorga una personalidad única. Por último, el sistema de iluminación, tanto en espacios abiertos como cerrados, está muy trabajado y ofrece una atmósfera viva.

A nivel sonoro, el videojuego viene con voces en inglés y subtítulos en castellano, lo cual es de agradecer para disfrutar plenamente de todas las bromas que incluye su guion. La banda sonora por su parte, mezcla temas roqueros y electrónicos con evidentes toques ochenteros, fundiéndose bien con todo lo que vemos y jugamos. Por último, los efectos sonoros de las armas y los enemigos, sobre todo los de mayor tamaño, muestran contundencia y unas sensaciones realistas, lo que añade aún más épica a los combates.

La vieja escuela ha vuelto

La nueva entrega de Shadow Warrior ha conseguido mejorar un producto ya de por sí brillante, gracias a una jugabilidad más rápida, contundente y divertida que en el original. La incorporación de la verticalidad, con dobles saltos y escalada, se traduce en una experiencia más satisfactoria. Por su parte, el uso procedural en la creación de escenarios y la ubicación de enemigos y objetos, le aportan al juego una aleatoriedad controlada que lo hace muy rejugable, sin embargo, la estructura de avanzar y matar se mantiene constante y eso lo puede volver repetitivo.

Sin embargo, la novedad más importante del título es que, además de poder jugarlo en solitario, podremos hacerlo con hasta cuatro jugadores online, lo que añade aún más diversión a la propuesta. La enorme variedad de armas y habilidades, así como todos los elementos disponibles de personalización, le otorgan al título un enfoque más atractivo gracias a la posibilidad de crear un personaje a nuestra medida, aunque la continua revisión y actualización de armas e inventario es demasiado tediosa.

En definitiva, las sensaciones que nos deja esta segunda parte son muy buenas y, gracias a la combinación de armas cuerpo a cuerpo y de fuego, se consigue crear una experiencia de la vieja escuela que se echa en falta en los tiempos que corren. Porque, si algo está claro es que Shadow Warrior 2, más allá de su historia irreverente y gamberra, es pura diversión de principio a fin. No podemos dejar de recomendar este título a todos los fans de los shooters clásicos, a los que quieran disfrutar jugando con amigos y a los que busquen algo diferente en el género de los FPS.

Hemos realizado este análisis con un código de descarga que nos ha proporcionado Devolver Digital.