Análisis de Rampage Knights (PC, Switch)

Juegos independientes ha habido toda la vida. Los primeros videojuegos los hacían personas de manera independiente, ya sea como investigaciones universitarias, pruebas de concepto, ganas de probar algo nuevo, o similares. Pero la separación entre videojuegos independientes y los que no lo son no tiene lugar hasta el principio de la década de los 2000, y en ese momento, allí estaban los checos Rake in Grass.

Ahora mismo no están considerados de ninguna manera un bastión de los juegos independientes (nada que ver con los famosos y a veces omnipresentes Rami Ismail, Cactus, Edmund McMillen, Jonathan Blow y otros creadores que llevan orgullosos la bandera de los juegos indies), pero antes de que algunos de ellos estuvieran haciendo videojuegos de manera comercial, en Rake in Grass ya habían demostrado lo que eran capaces primero con el curioso Troll (una especie de Arkanoid) y posteriormente con el nunca suficientemente bien alabado Jets'n'Guns, una maravilla en forma de matamarcianos de scroll lateral con música de Machinae Supremacy, que es de lo mejor que le ha pasado al género en los últimos años.

Rake in Grass ya demostraron que esto no era flor de un día lanzando también el curioso juego de estrategia Styrateg (con música cantada en sefardí por el grupo de música checo femenino llamado Braagas), el divertidísimo Archibald’s Adventures, uno de los primeros éxitos de iPhone, y el terrorífico Larva Mortus. Pero llevaban un buen tiempo sin dar demasiadas señales, salvo que entre esa falta de señales contásemos con que sabíamos que estaban con este juego, primero durante sus primeras fases de desarrollo, y posteriormente con un Early Access.

Rampage Knights es un beat 'em up de espadazos como pueda ser Golden Axe, Dungeons and Dragons, Guardian Heroes o el más reciente Castle Crashers, con la diferencia que las fases ahora están generadas de manera procedimental, como si estuviésemos hablando de un roguelike. La premisa es muy sencilla, un conjuro nos ha dejado encerrados en un bosque, y nuestro personaje tiene que encontrar que ha pasado para salir de allí.

Lo primero que nos encontraremos en este juego es la posibilidad de elegir entre un sólo jugador o multijugador, ya sea de manera local u online. Todas las opciones son válidas, pero hay que decir que el juego brilla con luz propia en multijugador, ya que está mucho mejor pensado para ello. Cuenta con un sistema en el que compartimos las vidas entre los dos jugadores, de manera que el que muera cuando ya no queden más vidas se convierte en un fantasma hasta que el otro jugador también se muere. Como fantasma no puede realizar algunas acciones, pero sí que puede molestar a los enemigos, y si el otro jugador consigue derrotar a otros diez enemigos el caído resucitará, conservando todas las armas y objetos que tuviera antes de morir.

Por lo contrario, el modo de un jugador es bastante más difícil si lo intentamos superar en la dificultad normal (que es la única disponible al inicio), ya que aunque hayamos superado diferentes fases si morimos volveremos al inicio de los tiempos, con la única ventaja de las opciones que hayamos desbloqueado gracias a superar diferentes retos, como pueda ser machacar una cantidad de cráneos en el suelo, recibir daño mágico, y otros retos que seguro que le suenan a cualquiera que haya conseguido un logro en cualquiera de las plataformas que los emplean como manera de premiar al jugador.

Entre las posibilidades de desbloqueo, además de otros niveles de dificultad y opciones de modificación de nuestro aspecto, podemos encontrar varias clases de jugador, ya que al principio sólo tendremos disponible el aventurero, y posteriormente podremos encontrar diferentes clases que varían desde el bárbaro hasta el mago de batalla. Entre esto y que podemos elegir ser chico o chica, un montón de caras, sombreros y otras posibilidades, la verdad es que podemos decir que jugaremos bastantes partidas hasta conseguir encontrar todas las posibilidades.

El sistema de combate es bastante sencillo. Para que nos entendamos, Rampage Knigths está alejado de otros beat 'em up que nos obligan a aprender un montón de combinaciones, y lo confía todo a un sencillo sistema en el que con un botón golpeamos, con otro saltamos, con otro usamos ítem y con otro cogemos cosas, además del obligado botón de rodar que nos proporciona unos ligeros instantes de invencibilidad. De base, gracias a este sistema, podremos golpear normal, fuerte, patadas, golpes en salto, levantar a los enemigos de un golpe y hacerles una combinación en el aire, agarrarlos, lanzarlos, usarlos para despejar los alrededores y pisotearlos.

Pero conforme avance la partida nos iremos encontrando objetos que nos permitirán usar el maná (se recarga con el tiempo, no como la vida) para hacer magias como invocar rayos o congelar, disparar armas secundarias como dardos, bombas, piedras o hachas arrojadizas, tener un familiar o un objeto siguiéndonos y ayudándonos durante la partida, mejorar nuestras armas y armaduras, hasta el punto de, por ejemplo, tener unas botas que permiten congelar a los enemigos si les damos una patada.

Así, lo que al principio, en un tutorial muy sencillo nos puede parecer que estamos ante un juego simple, conforme avanzamos la partida ya vemos que las posibilidades son bastante altas, y que la diversión va en incremento conforme más jugamos. Esto es algo que ya podemos apreciar desde el hub de entrada, el clásico campamento donde podemos no sólo entrenarnos, sino también elegir clase, aspecto, dificultad y otras opciones antes de meternos en faena. Durante las pantallas nos encontraremos con una gran cantidad de enemigos y otras sorpresas, como estancias opcionales en las que a veces hay trampas y otras veces hay regalos o tiendas, cofres que para ser desbloqueados tenemos que superar un minijuego que si fallamos de manera estrepitosa nos provocará recibir bastante daño, y por supuesto jefes de escenario que nos costará bastante superar.

Uno de los ítems más interesantes son las pociones con efectos aleatorios, algo que nos recuerda un poco a Rogue Legacy, ya que una misma poción nos puede provocar algo positivo (como recuperar toda nuestra energía) y algo negativo, como que nuestro rango de visión descienda de manera drástica, o que nos hagamos realmente pequeñitos. En general el proceso de probar pociones es bastante divertido, especialmente si estamos jugando multijugador, porque la sorpresa es para los dos.

A nivel visual lo cierto es que Rampage Knights no parece gran cosa al inicio, con un personaje no especialmente agraciado y unos enemigos y escenarios un tanto genéricos. Pero conforme vayamos desbloqueando opciones para dejar nuestro personaje a nuestro gusto, y al ir encontrándonos cada vez más enemigos y escenarios nos damos cuenta del buen trabajo realizado por los chicos de Rake in Grass en este juego, que sin llegar a los niveles que alcanzaron en Jets'n'Guns sí que tiene un buen nivel.

No podemos decir lo mismo del sonido, que, por ejemplo, está muy lejos de la banda sonora que realizó Machinae Supremacy para ese juego. No es que esté mal, y de hecho acompaña la acción de manera correcta, pero es bastante sencilla y me parece ligeramente algo genérica.

Conclusiones

En resumen, Rampage Knights es un muy buen beat 'em up para PC, que ofrecerá al jugador un montón de horas tanto para un sólo jugador como, sobre todo, para dos online o en el mismo sitio. Es un juego muy recomendable que por ahora está teniendo muy buena recepción por parte de sus usuarios, y que gustará a todos los que hayáis disfrutado de algún beat 'em up en vuestra vida. Además cuenta con demo por si lo queréis probar por adelantado, y con una bella promoción de dos códigos de Steam a precio reducido, para poder disfrutar del modo cooperativo, así que si tenéis alguna esperanza que os pueda gustar, yo os aconsejo que le deis una oportunidad aunque sea a la demo.