Análisis de Platformines (PC)

Esto de los desarrollos independientes es como la vida misma. "Es más importante caer en gracia que ser gracioso". Si no, ya me explicaréis por qué los anteriores juegos de Magiko Gaming, en especial las dos entregas de Platformance, no se les hizo ningún tipo de caso, mientras que todo el mundo alaba juegos como Super Meat Boy o incluso el parecido y posterior Aban Hawkins and the 1000 spikes (no os sonará demasiado… pero ya veréis como a la "secuela" se le da pábilo). Y no me vale la excusa de que salieron para Xbox Live Indie Games, porque también han aparecido en PC, cosa que Aban Hawkins no ha hecho.

Estos dos títulos son juegos de plataformas en los que tenemos una pantalla gigante (que de hecho, se puede ver del tirón haciendo zoom) y hay que superar un montón de variadas pruebas para conseguir llegar al final de la partida, mientras evitamos que el tiempo nos alcance. Juegos bien realizados, con una música chiptune muy simpática, un aspecto visual de tipo retro con mucho pixel, pero todo ello muy bien llevado.

Desde hace más de dos años, los que seguimos la escena indie, conocemos el nombre de Platformines. La culminación de la saga, por así decirlo, con mucho más material y sin las limitaciones de una pantalla grande por juego (aunque, si os somos sinceros, esto se vuelve a repetir…. pero de una manera bastante distinta). Pero, esta vez, a pesar de tener el juego aprobado por la comunidad via Greenlight, a pesar de tener la demo colgada hace un año, a pesar de ser ya considerado uno de los mejores juegos por la Game Connection, han decidido cambiar de bando, y que sean los chicos de Namco Bandai Games los que los editen.

Suponemos que este cambio ha sido un poco por probar, un poco porque realmente sacar un juego con una editora, y del tamaño de Namco Bandai, es en teoría una garantía no sólo de que vas a vender más, y vas a ser más conocido, sino porque así descargas todas las tareas de edición en unos expertos en el tema. Por desgracia, si los primeros juegos no cayeron demasiado en gracia a la prensa, este tampoco parece que sea un nuevo hito para nadie. Al menos, eso sí, han pasado de no tener nota en Metacritic a tenerla. Por los pelos, pero la tienen.

Y esto es una verdadera pena, porque como en el caso de los dos Platformance, Platformines es un juego muy aprovechable. En este caso, como ya hemos dicho, se han echado la manta a la cabeza, y han implementado un sistema para que el juego dure mucho tiempo al usuario, de manera que el objetivo (encontrar las piezas de la nave espacial para escapar a su planeta, cual Toe Jam & Earl u Olimar) no deja de ser una excusa para disfrutar de un plataformas virtualmente infinito.

Porque cada vez que empecemos, nos encontramos con una mina distinta, en la que nuestro personaje (al que por cierto, no sólo creamos al inicio, sino que podemos posteriormente seguir modificándolo gracias a lo que nos vayamos encontrando en la mina) tiene que ir avanzando poco a poco hasta encontrar las diferentes piezas.

Del avance, comentaros varias cosas que nos han parecido interesantes. El primero es… el salto. Por no decir… los saltos. Este es, posiblemente, el primer juego de plataformas que recordamos donde el personaje puede saltar no una o dos veces, sino que hasta en cinco ocasiones podremos seguir avanzando. Esto, como os podréis imaginar, cambia notablemente la jugabilidad respecto a cualquier otro juego, porque permite unas posibilidades inmensas, y tiene mucho sentido teniendo en cuenta las grandes caídas a las que nos enfrentamos.

La segunda sorpresa es el sistema de portales que nos permite acceder a diferentes zonas, y poder volver a la base de una manera muy sencilla. Y es que nuestro personaje no tiene unos bolsillos excesivamente grandes, así que al poco de ponernos a jugar tendremos que descartar ítems, usarlos, o volver a la base para dejarlos aparcados.

O acceder a la tercera sorpresa, y es que a pesar de que estemos hablando de un juego de plataformas, tiene un componente de juego más complicado bastante acusado, y así, como hemos dicho anteriormente, en nuestra travesía iremos recogiendo una buena cantidad de ítems y otros objetos, que podremos vender cuando vayamos nuestra base, y así poder comprar otros ítems. Las estrellas en este aspecto son las armas, que cada vez nos otorgarán más variedad, y que se pueden ir actualizándolo. Por así decirlo, y comparándolo con un juego actual, sigue un sistema más o menos parecido al de Borderlands.

La última sorpresa tiene forma de niebla, pues, como si fuera un juego de estrategia en tiempo real, tenemos una especie de "niebla de guerra", que iremos despejando conforme vayamos avanzando a lo largo de la partida. De esa manera iremos completando un mapa que podremos ampliar o alejar para tener una idea global de cómo va nuestro avance.

Y todo esto con un estilo gráfico que recuerda al de sus juegos anteriores, aunque si os somos sinceros, y tal vez por esa posibilidad de modificar el aspecto de nuestros personajes, y la construcción aleatoria de la mina, sin ser malo, nos parece menos inspirado que los Platformances.

Algo parecido le pasa al aspecto sonoro, acompañándonos en la mayoría de su tiempo con un silencio que se verá interrumpido cada vez que disparemos, saltemos o realicemos otras acciones, para dar paso a músicas ambientales que tampoco alcanzan un nivel demasiado alto en ningún momento.

Siendo un juego para PC, tiene la ventaja de poder ser controlado de múltiples maneras, y tiene la desventaja de que como no tengáis un mando decente es mejor que ni lo intentéis. Con teclado-ratón el tener que realizar hasta 5 saltos seguidos puede ser una efectiva tortura china. Así que, lo dicho, si no tenéis un mando decente (el de Xbox 360 por ejemplo, es perfecto), mejor intentadlo con otros juegos.

En resumidas cuentas, Platformines es un juego que nos parece mucho mejor de cómo se le ha puesto por ahí, y del caso que se le ha hecho. Es un producto que nos parece ideal para los amantes de los juegos de plataformas que tengan ganas de un título que puedan disfrutar con tiempo, sin pensar en que se va a acabar algún día. Es una mezcla de un montón de éxitos (Minecraft, Terraria, Contra, Borderlands) con su propia receta en forma de los anteriores Platformances. Es un juego que, seguramente, debería haber aparecido con una editora especializada en juegos independientes (como Devolver, Adult Swim o Midnight City, aunque esta aún tiene mucho que demostrarnos), o directamente independiente, pero eso no es algo que nos afecte, más allá de que lo conozcamos o no. Así que, si tenéis ganas de un plataformas virtualmente infinito… echadle un ojo (de hecho, hasta hay demo). No creemos que os arrepintáis.