Análisis de Los Sims 3 Aventura en la isla (PC)

Los Sims 3 tienen ya una decena de expansiones, pero no todas ofrecen la misma profundidad ni modifican en la misma medida la experiencia de juego original. Aventura en la Isla es de las que llega más lejos con nuevas historias, nuevas opciones, nueva ciudad y nuevas fronteras.

Desde que metimos al primer sim en la piscina (y poco después le quitamos la escalerilla) pensamos que será estupendo poder explorar los mares. Ahora lo llevarás a cabo de diversas formas, incluida la de sirena o tritón. Y no es lo único que podrás hacer. Maxis mantiene aquellas características que han gustado a sus jugadores en las sucesivas ediciones del juego.

Los Sims nos sorprendió por la originalidad y las grandes posibilidades que ofrecía, pero el día a día de tu sim te obligaba a invertir mucho tiempo en mantenerle limpio y alimentado. Con Los Sims 2 esas obligaciones eran más ligeras, y Los Sims 3 lo facilitó más aún al permitir desarrollar habilidades con actividades lúdicas.

En Aventura en la Isla pocas veces te sentirás agobiado por si tu personaje se muere de hambre, porque hay restaurantes a los que puedes ir con tu cita, comida rápida, merenderos en la playa o resorts en los que conseguirás la felicidad en unas horas.

Ni siquiera estarás ligado a un lugar físico, porque puedes construirte una casa flotante en la que recorrerás las distintas islas del archipiélago. O registrarte en un resort durante algunas noches. Si has descubierto ya alguna de las islas ocultas podrás incluso pasar la noche allí en una cabaña aunque no hayas construido un resort propio.

Uno de los puntos más pesados del juego es el tiempo que tardas en ir de un lugar a otro durante tu vida cotidiana o mientras cumples los deseos de felicidad de tu sim. Si tiene que ir de una isla a otra se traslada en lancha motora (o en un vehículo que hayas comprado), después pasa a un camino de tierra por el que va corriendo y, al llegar a la carretera, coge un taxi. Puedes perder tranquilamente tres horas en desplazarte.

Por eso es tan cómodo poder hacer un alto o pasar la noche fuera. De hecho, tu sim puede estar unos cuantos días fuera de su casa. Parte del tiempo durante esos días puedes dedicarlo a trabajar y el resto a relajarte en la playa, pescar o pasar sobre brasas ardientes.

Sin duda uno de los mayores atractivos es el submarinismo. El buceo puede ser una diversión o la profesión de tu sim si lo decides así. Para poder bajar a las profundidades marinas debes primero coger soltura con el snorkel. No estarán disponibles los cuatro puntos de buceo desde la primera vez que te pongas las botellas de oxígeno, porque Aventura en la Isla te va descubriendo sus encantos de forma gradual. Los tiburones son un foco de atención, y llegarán a atacar e incluso a matar a tu sim.

Mi vida como sirena (o socorrista)

Cuando ya hayas recorrido varias veces cada punto de submarinismo, hayas abierto varios cofres del tesoro y recogidos kilos y kilos de pescado puedes dar el paso definitivo y convertirte en sirena o tritón, con lo que te olvidarás de las limitaciones de la bombona de oxígeno.

Para conseguirlo puedes hacerte amigo de uno de esos seres marinos que anden por el juego y confiar en que te regale el alga que te convierte, o reunir 25.000 puntos de felicidad de toda la vida y conseguir el alga por tu cuenta. Esta última opción sólo requiere paciencia y dedicación a los deseos de tu sim. Cuando te conviertes, los indicadores del bienestar de tu sim cambian del verde al azul y debes comer más pescado y algas si no quieres que pase hambre, y remojarte bastante a menudo para que no caiga la hidratación.

Es algo más pesado mantener a tu sim satisfecho que cuando eres humano (aunque un pulpo recién pescado, por ejemplo, saciará su hambre de golpe), pero a cambio conseguirás unas bonitas piernas escamadas de color cuando estés en tierra y podrás navegar y bucear mejor.

Hay una tercera opción de disfrutar del agua en Aventura en la Isla: convertirte en socorrista. Es una profesión nueva y requiere tu participación activa. Cobras poco, bien es cierto, pero luego te dan una prima por cada sim rescatado.

Durante la jornada laboral vas a la playa cercana a tu casa y vigilas. Cuando un sim se esté ahogando te aparece la opción de rescatarlo. Con cuatro o cinco rescatados cada día puedes salir por un buen sueldo. Es un toque diferente al de estar simplemente esperando que acabe la jornada laboral y se convierte en una especie de minijuego muy sencillote.

Si te cansas de recorrer las profundidades del archipiélago, y ya te has asustado demasiadas veces de los monstruos submarinos que pueblan las cuevas (aunque por desgracia tú nunca la recorrerás con tu sim ya que la cámara espera en la entrada) y has salvado más vidas que los Vigilantes de la Playa, puedes dedicarte a la gestión de resorts.

Magnate del entretenimiento

Como en casi todo, el juego te da varias opciones, aunque hay una más evidente. Puedes comprar uno de los resort que tienen buen aspecto (y que son muy caros), quedarte con uno cutre que no te costará ni un simoleon y mejorarlo poco a poco, comprar un solar y convertirlo en resort o esperar a descubrir alguna de las islas secretas y convertir el solar en un complejo turístico para empezar desde cero.

La gestión de los complejos de recreo incluye desde el diseño del solar hasta la compra de toda la decoración, como es habitual en el juego, y la contratación de personal, el uniforme que llevará el personal, decidir la calidad de la comida que se sirve en el bufé y el tipo de comida que sirves. Las valoraciones que te dan los clientes servirán para indicarte si vas en la dirección correcta o debes modificar algo para conseguir más estrellas o más clientes.

Cada isla tapada inicialmente por la niebla se descubre de una forma; por ejemplo, acercándote a ella, cumpliendo una serie de misiones encadenadas o encontrando los trozos de un mapa. A cambio del esfuerzo de disipar la niebla que cubre los islotes, serán tuyos para construir. Con una buena gestión puedes retirarte del trabajo y dedicarte a vivir de las rentas de tus resort y negocios.

Es cierto que las casas flotantes te dan movilidad, pero pierdes un tiempo precioso cada vez que te trasladas (al menos hasta que mejores el motor). Si eres una sirena o tritón o te gusta pescar sin duda es una opción muy recomendable, y las fiestas quedan mucho más vistosas junto al mar, aunque cuesta un poco lograr que el resultado al construir sea una casa-barco y no una casa trasladada sobre un barco.

Gráficamente cumple, sin ser impresionante. Sigue teniendo los mismos fallos de clipping habituales, con pizzas que atraviesan la puerta de casa mientras las recoges o lanchas motoras que te aparcan encima. El sonido es el habitual en la serie que tantos seguidores tiene desde el principio, y la música cambia en cada menú, y en todos ellos se adapta bien al juego.

En contra tiene esta expansión su precio, casi 40 euros, y a favor la innovación que supone, las nuevas fronteras a las que lleva la serie que amplían el mundo de Los Sims 3 por la cantidad nueva de aventuras que ofrece. Las misiones de vida son lo suficientemente variadas para no cansar, y te centres en el objetivo que te centres (hacer feliz a tu sim, lograr que sea rico, que se convierta en tritón, que llegue a liderar el mundo libre, convertirte en el mejor cazador de tiburones…) observarás que el juego está bien encaminado.

Los Sims 3: Aventura en la Isla está ya a la venta para PC por 39’95 €.