Análisis de Kult: Heretic Kingdoms (PC)

En una tierra que ha matado a su propio Dios, la religión y la idolatría son crímenes perseguidos por una Inquisición implacable. La rebelión acabó hace tiempo con el reinado del Teócrata, que gobernaba gracias al poder de una espada llama Azote de Dios. Ahora que el caos divide a los Reinos Herejes, dos poderes luchan por el control y cada uno busca el Azote de Dios para cumplir sus propios propósitos. Pero nadie encuentra la espada...

Nosotros encarnaremos a una iniciada en la Inquisición que, junto a su maestro Lord Valkarin viaja a un remoto monasterio donde parece que el Azote de Dios ha sido depositado. Nuestra misión, como inquisidores, es la de encontrar y destruir esta espada ya que, entre otras cosas, posee un enorme simbolismo religioso. Y aunque pueda parecer algo raro, nuestra misión como inquisidores no es la de castigar a los herejes, sino más bien castigar a los religiosos y destruir todos sus símbolos. Nuestro único propósito es el de establecer un mundo de herejía.

Este será, a grandes rasgos, el trasfondo de este interesante título de rol que nos transportará a un mundo de fantasía ideado por Chris Bateman; diseñador de Discworld Noir entre otros. El mundo de Corwenth está poblado de enemigos con ganas de ponernos las cosas muy difíciles, pero también nos encontraremos con montones de habitantes pacíficos que desearán ayudarnos en nuestras aventuras. Aún así, antes de meternos de lleno en todo este mundo vivo habrá que moldear nuestras habilidades. Aunque eso sí, no esperéis un nivel de personalización equiparable al de otros títulos de este mismo género ya que, para empezar, se nos obligará a jugar con un personaje femenino de raza humana. En lo que respecta a la apariencia, solamente tendremos la opción de cambiarle sus vestimentas y los peinados, pero ya está. Si entramos en el tema de habilidades, simplemente tendremos una pequeña lista, de la cual habrá que elegir dos destrezas que serán las que nos acompañen al inicio de la aventura. Cuando esté todo decidido apareceremos, sin saber muy bien por qué, frente al monasterio que hemos comentado al inicio de este análisis. Aquí será donde comience nuestro viaje a través de todo el mundo de Corwenth en busca de una espada sagrada que puede conferir unos poderes casi divinos al que la posea; siempre y cuando sea apto para empuñarla, claro.

Aunque todo esto lo iréis descubriendo poco a poco. Primeramente, nuestro mentor Lord Valkarin nos indicará que entremos en el ruinoso monasterio. Nosotros, sin rechistar, hacemos caso de sus instrucciones y nos adentramos en el sombrío lugar. Como si de Diablo se tratara, moveremos a nuestra protagonista simplemente pulsando con el botón izquierdo del ratón sobre la parte del escenario a la que nos queremos dirigir. Cuando nos encontremos con el primer enemigo, que no tardará mucho en aparecer, simplemente deberemos pulsar el botón derecho del ratón sobre él. Así, iremos asestando golpes de espada, disparando flechas o lanzando hechizos como locos con una facilidad pasmosa. Aunque eso sí, debemos decir que en ocasiones se hace extrañamente difícil el asestar golpes a los enemigos: puede que estemos pegando espadazos al aire mientras nosotros pensamos que estamos golpeando al enemigo, o también puede existir un obstáculo como un árbol, que nos impide ver exactamente donde está el contrincante y, por tanto, nos estarán quitando la vida mientras nosotros probamos fortuna.

Por tanto, simplemente deberemos abastecernos muy bien con todo tipo de armaduras (cascos, hombreras, corazas,…) y armas (espadas, lanzas, hachas,…) para ir avanzando en la historia de Kult. Pero si lo preferís, también podréis desarrollar más vuestras habilidades como luchadores a distancia o como expertos guerreros. Solamente debéis elegir el estilo de combate que más os gusta y a partir de ahí ir creando una protagonista a vuestro gusto. Al final, terminaremos la aventura convertidos en grandes caballeros, peligrosos hechiceros o rápidos pícaros.

Y aquí deberíamos hablar de cómo se sube de nivel, aunque imaginamos que ya os podéis hacer una idea. Conforme vayamos eliminando a nuestros enemigos, iremos ganando puntos de experiencia. Cuando tengamos suficientes, podremos mejorar unas cuantas de nuestras habilidades: velocidad, combate cuerpo a cuerpo, combate a distancia, etc. Pero estos no serán los únicos elementos modificables. Como hemos comentado al principio de este análisis, también deberemos ir aprendiendo nuevas destrezas que nos dotarán de poderes de lo más útiles para la aventura: mejorar nuestra precisión, ampliar nuestro poder mágico, etc. Estos serán, a grandes rasgos, los elementos configurables a la hora de ir creando a nuestra protagonista; aunque aún queda algo más por comentar.

Mientras estemos jugando, solamente podremos ir "equipados" con unas cuantas destrezas, aunque esto no impide que podamos ir acumulándolas. Por eso, cuando nuestra barra de vida esté bajo mínimos –ahora explicaremos esto un poco más-, podremos ir a dormir a un campamento o a una casa para así restaurar nuestra vitalidad; pero también tendremos la opción de elegir las destrezas que mejor nos convengan para las misiones que nos van pidiendo: tal vez sea necesario aumentar nuestra velocidad para pasar por un tramo muy peligroso, o tal vez la mejor opción sea mejorar nuestro poder ofensivo para terminar cuanto antes con los enemigos.

Para ir terminando un poco con las bases jugables, y antes de entrar en uno de los elementos más curiosos de Kult, debemos hablar de la vida. Como es bastante lógico, los enemigos nos irán restando puntos de vida conforme nos vayan golpeando. Esta vida se puede restaurar tomando pociones, pero si nos golpean repetidamente llegará un momento en el que cada vez tendremos menos nivel de salud. Esto quiere decir que en la barra de salud nuestra vida irá descendiendo poco a poco, y por muchas pociones que tomemos nunca llegaremos nuevamente al nivel más alto de la barra. Para este efecto, como ya hemos dicho, será necesario dormir. Si no dormimos, seremos más lentos, tendremos menos salud y terminaremos durmiendo eternamente sobre un charco de sangre.

Ahora pasemos al punto más curioso del juego: nuestra protagonista tendrá la habilidad de pasar del mundo real al mundo de los sueños. Simplemente pulsando una tecla tendremos la oportunidad de viajar a un reino repleto de fantasmas y almas en pena que solamente buscan venganza. Este mundo deberá ser visitado constantemente para ir solucionando problemas. Por ejemplo, en uno de los primeros lugares que visitamos, unos habitantes nos indican que no pueden dormir porque por las noches las pesadillas no les dejan descansar. Nosotros, hábilmente, nos introducimos en el mundo de los sueños y vamos en busca de unas cuantas almas en pena que son las causantes del problema. Cuando son aniquiladas, regresamos al mundo real y descubrimos que la gente por fin ha podido conciliar el sueño. Y aquí nos encontraremos con otro de los puntos fuertes de Kilt: todas nuestras acciones irán cambiando el comportamiento de los habitantes de Corwenth. Ganaremos grandes aliados o temibles enemigos según las decisiones que tomemos, y encontraremos nuevas misiones o nos quedaremos sin descubrirlas según a qué personajes rescatemos. Todo esto para descubrir uno de los seis finales distintos de los que ha sido dotado el título de 3D People.

Estos habitantes, aunque en un principio pueda parecer que no tengan ningún tipo de importancia, serán los que nos vayan encomendando las misiones. Nada más comenzar, ya tendremos más de cinco misiones por cumplir, pudiendo nosotros ir eligiendo el orden para completarlas. Y lo mejor de todo es que habrá bastante variedad en cuanto a objetivos se refiere: podemos ir en busca de un personaje u objeto concreto, o ir a por dinero para poder comprar una casa y ayudar a unos pobres aldeanos. También nos pueden mandar en misiones de exterminio, o tal vez nos toque ir hablando con varios personajes para conseguir la información que necesitábamos. Las visitas al mundo de los sueños serán una constante, ya que muchas de estas misiones se desarrollan en esta "dimensión" paralela. Por lo que no se puede decir que el equipo de desarrollo no haya aprovechado bien esta idea.

Y ya centrándonos un poco más en el apartado técnico, debemos decir que Kult es un juego que luce a buen nivel. Primeramente, nos encontramos con unos fondos en dos dimensiones bastante coloridos y con muy buenos detalles, aunque hay dos problemas: el primero es que los escenarios no son nada interactivos, y en muchas ocasiones unas barreras invisibles nos impedirán pasar por caminos que supuestamente deberían ser transitables; el segundo lo encontramos en el modelado de los personajes que pululan por el reino de Corwnth. Se trata de unos modelados pobres, faltos de detalles. Y claro, si esto se ve sobre unos fondos bastante detallados… la verdad es que el resultado queda lejos de ser brillante. Aún así, tampoco estamos diciendo que sea tan malo ya que en pantalla se muestran bastantes enemigos y aliados a la vez, por lo que la sensación de estar en un mundo vivo será constante. Tampoco nos podemos olvidar de la opción de acercar la cámara a nuestra protagonista, o alejarla al máximo para admirar los paisajes que nos iremos encontrando.

También cabría resaltar la solución que han dado los chicos de 3D People a la problemática de crear grandes secuencias cinemáticas para narrarnos los acontecimientos más importantes de la historia. Aquí se eliminan estas secuencias para dar paso a una especie de historia ilustrada. Esto quiere decir que en algunos momentos, la acción se verá interrumpida para dar paso a unos vídeos en los que iremos viendo unas ilustraciones de una calidad increíble. Será entonces cuando el narrador, en perfecto inglés –a nosotros nos toca leer subtítulos en castellano-, nos irá contando los sucesos más relevantes que han ocurrido a lo largo de los años. Está claro que hubieran quedado mejor unos vídeos al más puro estilo Blizzard, pero no se le puede pedir más a una compañía pequeña con muy pocos recursos, y desde aquí les felicitamos por haber salido con esta inteligente forma de narrar la historia.

En cuanto a su apartado sonoro solo podemos decir que cumple su cometido sin más. Las melodías son bastante ambientales y por tanto, pasarán desapercibidas en más de una ocasión. Los efectos de sonidos igual, son bastante pobres y muy repetitivos. No podemos hablar de un apartado sonoro malo, porque no lo es, pero tampoco estamos hablando de un acabado bueno. Simplemente cumple con su misión de ambientar y acompañar la acción pero no hubiera estado de más trabajar un poco más este apartado.

Para ir concluyendo este análisis, nos gustaría decir que Kult es un buen juego de rol/acción. Su historia nos mantendrá pegados al monitor durante muchas horas, y el poseer seis finales distintos nos empujará a completarlo varias veces. También cabría destacar el alto nivel de personalización de nuestro estilo de combate, pero nos parece muy mala idea el limitar de una manera tan brutal la caracterización de la protagonista. Aún así, hablamos de un buen juego que ningún amante de este género debería perderse.