Análisis de Amnesia: The Dark Descent (PC)

Es admirable que en los tiempos que corren en una industria en la que los presupuestos de los videojuegos se han disparado, llegando a cifras récord de hasta 100 millones de dólares, compañías pequeñas como la sueca Frictional Games sean capaces de hacerse un hueco en el mercado con un público que les sigue y que les ha permitido lanzar con este su cuarto juego. La salvación de todos estos estudios de desarrollo ha sido la distribución digital, que les ha permitido saltarse todos los intermediarios y poder hacer llegar su producto directamente al usuario final, y gracias a ello en los últimos años hemos disfrutado de las propuestas más frescas y originales gracias a estos modestos desarrolladores con mucho talento y ganas de innovar.

Aunque quizá el término pequeño para esta compañía sueca se quede, valga la redundancia, demasiado pequeño, ya que hablamos de un estudio compuesto por tan solo cuatro personas. En el año 2006 lanzaban una demo técnica usando un motor gráfico creado por ellos denominado HPL, y esta demostración tuvo tan buena acogida que les animó a realizar un juego completo. El resultado de esto fue Penumbra: Overture, el comienzo de su pretendida trilogía que fue continuada por Penumbra: Black Plague en la que finalmente acabarían la historia, ya que la tercera entrega titulada Penumbra: Requiem aparecida el mismo año de la segunda parte era una expansión de ésta en la que nos limitábamos a resolver puzles sin sentido argumental alguno.

La saga Penumbra son unos juegos de aventura en primera persona que la que deberemos recorrer unos entornos oscuros y tétricos resolviendo puzles, con algunos momentos de acción en la primera entrega aunque bastante más diluidos en la segunda, en la que predominaba el sigilo. En los puzles, que son entorno a lo que gira esta trilogía, tiene un fuerte componente el uso de una física muy bien recreada, gracias al motor gratuito creado sin ánimo de lucro Newton Game Dynamics, que consigue grandes resultados. Todo esto hilvanado con una intrigante historia que motivaba al jugar a seguir jugando.

Lo cierto es que los tres juegos de Penumbra pese a ser unos títulos modestos cuentan con un respetable número de seguidores amantes de las aventuras gráficas y en su momento fueron valorados y recibidos por la prensa especializada de manera bastante correcta, por lo que Amnesia: The Dark Descent, su nuevo juego, ha creado cierta expectación tras los dos años transcurridos desde el último trabajo de los suecos, que inician con este título una nueva saga aunque sigue los patrones de sus anteriores juegos.

Una historia interesante y bien narrada que bebe y se enorgullece de hacerlo de la literatura de Lovecraft

Al comenzar despertaremos conmocionados en una sala oscura de un misterioso castillo abandonado, arrastrándonos a duras penas en los primeros compases del juego hasta que nos recuperemos. La historia está ambientada a finales del siglo XIX y pronto descubriremos que el dueño del castillo es un tal Alexander, que se encontró en una expedición por el desierto con un extraño orbe que contiene algún tipo de poder paranormal con el que ha estado experimentando en el castillo, y que por algún motivo personal deberemos acabar con él. El juego utiliza diversos recursos narrativos como notas escritas que vamos encontrando, visiones que sufriremos y sobre todo diálogos ocurridos en el pasado que escucharemos en las estancias del castillo y que nos abordarán en cualquier momento. Todos estos elementos muy bien dosificados en pequeñas dosis que hacen que lo que al principio es pura confusión según avanzamos vaya tomando forma y lógica resultando muy interesante y terrorífico todo el argumento.

Al comenzar el juego nos encontraremos con toda una declaración de intenciones por parte de los creadores dirigida directamente a nosotros diciéndonos que no se juega en Amnesia para ganar sino que nos sumerjamos en su mundo e historia. El juego se controla como cualquier juego de acción en primera persona contando con los movimientos típicos del género como el apuntado con el ratón, movimiento del personaje con el teclado y acciones como saltar, correr y agacharse, pero aquí acaban las similitudes ya que en Amnesia no contaremos con ningún arma, lo que no quiere decir que no haya enemigos, de los que también se nos advierte antes de empezar avisándonos de que no intentemos luchar contra ellos, "escóndete y huye, utiliza tu ingenio".

Aunque antes de enfrentarnos a monstruo alguno nuestro primer enemigo será el indicador de cordura, que deberemos mantener gracias a la luz, y que se ve mermado cada vez que contemplamos algún hecho desconcertante, escuchamos algún ruido inquietante o sobre todo cuando pasemos demasiado tiempo a oscuras, provocando que si nuestro nivel de cordura se ve seriamente afectado escuchemos ruidos que no debemos, nuestro visión se emborrone y nos cueste incluso desplazarnos. Y es que un castillo abandonado puede resultar realmente oscuro y podremos recorrer sus largas estancias gracias a unos yesqueros que deberemos ir reuniendo que nos permiten encender las velas, antorchas y lámparas que vamos encontrando, además de contar con nuestro inseparable farol que deberemos alimentar de un aceite que escasea mucho, por lo que deberemos dosificar bien su uso aunque en algún momento nos tocara movernos completamente a oscuras y os aseguramos que no es nada agradable.

Recorreremos las estancias del castillo descubriendo poco a poco la historia y resolviendo unos puzles no muy difíciles para cualquier amante de las aventuras, ya que resultan en todo momento muy lógicos y coherentes, no llegando en ningún momento a brillar especialmente pero tampoco a frustrar o desesperar, lo que es un gran punto a favor. La culpa de esto lo tiene el propio planteamiento del juego con un gran motor de físicas, que hace que muchos de sus puzles giren en torno a esto. En las estancias del castillo encontraremos todo tipo de mobiliario con el que podremos interactuar que en la mayor parte de las ocasiones no sirve más que para decorar pero en otras será en él donde encontremos la solución a nuestros problemas.

Por ejemplo un lugar que debamos alcanzar y para lo que tendremos que apilar una serie de cajas para lograrlo, o una cadena deteriorada que sujeta un puente y cuya manera de destruir será buscar una piedra cualquiera por los alrededores y lanzarla contra ella para romperla. Este tipo de puzles que juega con las físicas son muy gratificantes aunque luego encontramos otros más clásicos de tener que buscar ciertos objetos para usar en un determinado sitio y seguir avanzando. La interacción con nuestro entorno se realiza emulando con el ratón el movimiento real, por ejemplo al abrir puertas si son hacia dentro o hacia fuera deberemos hacer el gesto con el ratón, o al usar manivelas deberemos hacer círculos, un control muy intuitivo y que aumenta la inmersión en el juego.

El fuerte del juego junto a la narrativa y la resolución de acertijos es sin duda la ambientación, un todo del que son culpables tanto el apartado técnico que comentaremos más adelante como el diseño del juego. El hecho de tener que avanzar sin ningún arma sabiendo que se puede esconder una amenaza tras cualquier esquina consigue mantenernos en tensión, y más si ya estamos intuyendo su presencia por determinados ruidos. Cuando nos encontremos con uno de los enemigos deberemos agacharnos entre las sombras y no movernos para que no nos vean, aunque como lo hagan serán muy tenaces y aunque nos escondamos en una habitación serán capaces de tirar la puerta abajo, lo que crea muchísima tensión. Echar a correr a lo loco con uno detrás nuestra no es ninguna solución ya que son más rápidos que nosotros y con un par de zarpazos son capaces de acabar con nuestra vida, que tiene un indicador y se puede recuperar con algunos ítem aunque resulte anecdótico, ya que como una de estas criaturas de con nosotros podemos darnos por muertos.

Hay otro tipo de enemigos acuáticos que ni siquiera vemos y solo intuimos por las ondas que generan en el agua, la que deberemos evitar para no ser alcanzados. Una de las situaciones más memorables del juego es cuando tengamos que avanzar por unos pasillos inundados que os aseguramos se convierten en unos de los momentos de más tensión que hemos jugado en mucho tiempo en título alguno. Sin duda se podría considerar un error que solo haya dos tipos de enemigos en todo el juego pero a nosotros nos han bastado para las alrededor de 8 horas que dura el juego tenernos en constante tensión, no sabemos si nuestro corazón hubiera aguantado más variedad de monstruos vagando por el amplio castillo.

El juego está sorprendentemente bien diseñado, teniendo en cuenta el tamaño de la desarrolladora, y se avanza por él de manera muy fluida, sin quedarnos atascados en ningún momento más de la cuenta tanto por algún puzle o escena de acción aunque tampoco siendo un paseo, y es que no deberíamos relacionar el que un juego sea intuitivo y bien diseñado con fácil, ya que últimamente muchos títulos toman al usuario por estúpido, y este juego da lecciones de diseño a muchos juegos que seguro multiplican su presupuesto en algunos ceros.

Una ambientación tanto gráfica como sonora no apta para mentes sensibles

En los avisos de los programadores al comenzar el juego que os hemos comentado también se hace hincapié en las condiciones en las que deberíamos jugar, ayudándote en el ajuste correcto del brillo del monitor y aconsejándote que juegues a oscuras y con cascos, aunque por experiencia un buen equipo de sonido envolvente cumple bien su cometido. Lo cierto es que si jugamos en estas condiciones la experiencia se vuelve totalmente inmersiva y consiguen meternos el miedo en el cuerpo, no como en otros juegos que pretenden conseguirlo a través de efectismos con objetos que se caen de repente y golpes musicales más típicos de las películas de Hollywood. Aquí se trata más de infundirnos un terror, como se suele decir últimamente, psicológico, y lo consigue con creces.

El juego no cuenta con un motor gráfico puntero, de hecho es una evolución del creado anteriormente por este pequeño equipo sueco, ni tampoco grandes efectos gráficos que hagan las delicias de los que cambian de tarjeta gráfica cada seis meses, pero el conjunto gracias a su robustez y grandes ideas de diseño acaba estando por encima de la media. En un título en el que uno de sus pilares básicos está en la ambientación es difícil valorar por si solos los gráficos ya que el juego nos sumerge en una experiencia total tanto de imágenes y sonidos que realmente resulta casi perfecta. No cuenta con grandes texturas y modelados pero los entornos están bien diseñados y resultan los bastante variados pese a transcurrir todo el juego en un castillo, y algunos efectos fruto de nuestro deteriorado estado de cordura están muy logrados, no porque deslumbren técnicamente pero sí que consiguen transmitirnos muy bien las sensaciones que pretenden, como mareo o desorientación.

El juego se muestra robusto y con una tasa de imágenes muy estable, y está claro que la oscuridad reinante durante todo el desarrollo es capaz de ocultar sus carencias, pero el motor gráfico se adapta perfectamente a las exigencias del juego. Dado que técnicamente no es puntero el juego de funciona muy bien a cualquier ordenador y a no ser que sea demasiado antiguo podremos jugar en una buena configuración sin ningún problema en casi cualquier equipo.

El sonido es de lo mejor del juego y gran culpable de la tensión que se consigue crear en el jugador, escucharemos constantemente desconcertantes sonidos que nos mantendrán en tensión o los gruñidos de los monstruos, que bastarán para ponernos en alerta, incluso cuando el silencio se vuelve absoluto es capaz de desconcertarnos. También destacar la propia respiración de nuestro protagonista que varía según estemos de salud y cordura, consiguiendo transmitirnos la propia tensión del protagonista de manera brillante. La música hace acto de presencia muy pocas veces pero cuando lo hace suenan unas bellas melodías, incluso otorgándonos uno de los pocos momentos de relajación en todo el juego. Las voces están en inglés aunque con subtítulos en castellano en todo momento, y resultan ser lo peor del apartado sonoro contando con unas interpretaciones un tanto forzadas que podrían ser mejorables pero que no consiguen empañar el excelente apartado sonoro en general.

Esto sí es un survival horror

Después de jugar a este título nos damos de que este término se ha usado muy a la ligera en estos últimos años, o que directamente se ha reinterpretado o malinterpretado. Terror de supervivencia es recorrer un castillo abandonado totalmente a oscuras teniendo que valernos con muy poca luz, sin ningún arma y controlando nuestra cordura para no perder la cabeza, con unos enemigos que deberemos evitar en todo momento escondiéndonos y con una historia que bebe de los clásicos del terror, resultando misteriosa e interesante. Si os gusta pasar auténtico miedo y resolver enigmas este es vuestro juego, ojo no apto para todo el mundo, su contenido es claramente para adultos y no para todos, tanto por lo escabroso de la historia en algunas momentos bastante desagradables como por el desasosiego que es capaz de provocarnos, y si no se está familiarizado con las aventuras gráficas puede ser que en algún momento se nos atragante.

Si antes de empezarlo nos llamó la atención cómo un grupo desarrollador de cuatro personas es capaz de levantar un proyecto semejante, después de terminarlo nos quitamos el sombrero ante Frictional Games por hacer uno de los mejores juegos de terror de los últimos años y les seguiremos la pista muy atentamente, porque solo con mucho talento se puede conseguir semejante obra.