Análisis de To-Fu Collection (NDS)

To-Fu: The Trials of Chi es un juego desarrollado por HotGen originalmente para iPhone, que salió en la App Store en mayo de 2011. No tardaron en sacar una continuación, y To-Fu 2 vio la luz en septiembre de ese mismo año. Dos juegos de puzles/plataformas en los que tenemos que guiar a To-Fu, un pequeño personaje muy flexible de igual aspecto que la comida oriental llamada tofu, lanzándole a través del escenario hasta llegar a la meta.

Ahora casi aproximadamente un año después del lanzamiento de esas dos entregas para iPhone aparece una recopilación de los dos títulos para la ya veterana Nintendo DS, en formato físico, lo que es sorprendente dado el origen de ambos juegos y teniendo en cuenta que actualmente en la App Store son gratuitos. Una decisión de Rising Star Games, su editora, que es un poco discutible, y aunque sale a un precio reducido -20 euros-, aun así nos parece caro, y creemos que el lugar más apropiado para haberlo lanzado hubiera sido la tienda digital de Nintendo, DSiWare.

Con siete años a sus espaldas, la veterana portátil de Nintendo ha recibido todo tipo de títulos, en uno de los catálogos más extensos y ricos que recordamos, pero si con algo ha contado ha sido con buenos juegos de puzles, muchos excepcionales, y a cada cual más original. Gracias a su doble pantalla y las características táctiles, los desarrolladores han dado rienda suelta a su imaginación con todo tipo de propuestas, y a estas alturas es difícil que te sorprendan.

Este es el caso de To-Fu Collection, que no nos parece ni demasiado original, divertido o ingenioso, simplemente se limita a cumplir y a duras penas entretener, en sus más de 200 niveles sumando las dos entregas. Para superar cada fase, de un tamaño muy reducido, tendremos que tocar a To-Fu con el lápiz táctil, estirarlo, y apuntar hacia dónde queremos lanzarlo. Superar un nivel no entraña ninguna dificultad, bastará con que toquemos el gato de la suerte, lo que es la meta, pero la gracia está en intentar conseguir los tres emblemas de cada reto.

Uno se consigue al pasarse la pantalla, otro recogiendo todos los chi –unas esferas azules- que se encuentran repartidos por el escenario, y el último es llegando al gato de la suerte, la meta, en el número máximo de movimientos que nos marca cada nivel, lo que es bastante complicado. Nosotros en ningún momento manejamos al tofu, solo lo estiramos y lanzamos, en una jugabilidad muy sencilla y directa.

Los escenarios se van complicando poco a poco, añadiendo nuevas trampas, obstáculos y superficies. Desde pinchos que tenemos que evitar a toda costa o moriremos al instante, plataformas móviles, cintas transportadoras, placas de metal donde rebotamos, bloques que se desmoronan, láseres que nos dejarán fritos, cristal por el que resbalamos, y tendremos que aprender a usar el supergolpe, esto es estirar al personaje al máximo durante unos segundos, para luego soltarlo y que pueda romper paredes de madera.

La jugabilidad nos exige ser muy precisos en nuestros lanzamientos del tofu, a veces exageradamente lo que frustra un poco, y es muy difícil predecir los rebotes cuando entran en juego las paredes metálicas. Todo es un poco plano y repetitivo, no pica lo suficiente a seguir jugando, una de las claves de todo título de puzles que se precie. Pasamos muy pronto de un diseño de nivel inspirado a otro muy olvidable, y aunque cuenta con más de cien fases en cada entrega, quizás hubiera sido mejor que aplicaran la máxima de menos es más. A los amantes de los retos eso sí seguramente les guste, porque su dificultad no es precisamente baja.

Como ya hemos dicho superar la fase, llegar a la meta, no cuesta nada, es casi siempre bastante sencillo, aunque conseguir todos los chi y hacer el número concreto de movimientos sí es muy complicado. Habrá de todas maneras alguna fase que se nos atragante, y para poder avanzar a las siguientes tendremos que superarla. Si estamos desesperados y no conseguimos pasarla, podremos echar mano en el menú de pausa del To-Fu dorado, una ayuda que nos pasa directamente el nivel, aunque no se puede usar tantas veces como queramos, y una vez utilizado habrá que esperar a que se cargue del todo.

La primera entrega cuenta con 140 fases y la segunda con 105, cinco de ellas ambientadas en Halloween, un juego que en iPhone se ha ido actualizando constantemente y ya cuenta con más fases que esta versión de Nintendo DS. Las diferencias entre la primera y la segunda parte son casi inexistentes, solo que en To-Fu 2 se añaden nuevas trampas y quizás nos parece que tiene un diseño de niveles más acertado, pero su jugabilidad es la misma.

Ambos tienen 24 logros cada uno para desbloquear cumpliendo determinados retos, y la segunda parte tiene un modo contrarreloj donde tenemos que ayudar a conseguir a To-Fu todo el Chi que puede dentro del límite de tiempo en una sala cerrada, con unos relojes que podemos recoger y nos dan segundos extra.

Respecto a la versión de iOS sale perdiendo en casi todo, para empezar porque en iPhone es gratis, con el ligero inconveniente de que se nos muestran unos pequeños anuncios en la parte inferior de la pantalla. Los gráficos son mucho mejores, tiene más niveles, pero en algo en lo que sí gana esta versión para Nintendo DS es en su control. En iPhone hay que poner el dedo sobre To-Fu, lo que nos impide ver bien hacia qué lado lo estamos apuntando y cuánto lo hemos estirado. En cambio en NDS gracias a que usamos el lápiz vemos sin ningún problema todos los elementos de la pantalla y además la precisión es mucho mayor.

Como todos esos juegos de móviles que sirven para echar un rato, un género que algunos ya han denominado "para ir al baño", To-Fu Collection cumple de sobra, pero no consigue destacar en nada, da la sensación que ya hemos jugado a lo mismo decenas de veces. Sus gráficos son feotes, incluyendo el diseño artístico, la música es repetitiva y cansina, y su jugabilidad no nos parece original ni especialmente inspirada, y en definitiva hemos jugado títulos de puzles muchísimo mejores en Nintendo DS. Además sus 20 euros nos parecen excesivos por dos juegos que son gratuitos en la App Store, y en DSiWare hubiera tenido una mejor cabida. Solo lo recomendamos para aquellos amantes de los títulos que mezclan puzles y plataformas y que ya hayan agotado todo tipo de opciones en Nintendo DS.