Análisis de The Gods: Rebellion (iPhone)

Si hay un género que no logre prodigarse demasiado en la App Store, es el hack and slash. Tras varios años de hegemonía digital, iOS no ha contado con buenos exponentes de dicha vertiente aventurera, siendo hasta la fecha, un coto restringido para los usuarios de consolas o compatibles. En los últimos meses, y coincidiendo con el lanzamiento de pesos pesados para Xbox 360 o PS3 -entre los que destacan las nuevas incorporaciones de la saga God of War y Devil May Cry, con sendas entregas y reinicios para sus respectivas plataformas-, la plataforma de Apple ha visto como dicho género comenzaba a asentarse en el citado sistema operativo, siendo The Gods: Rebellion su principal baluarte.

De la mano de Chillingo y Calvi Games, nos llega The Gods: Rebellion, un título para iPhone, iPad y iPod touch auspiciado por el potente Unreal Engine 3 y con una completa oferta de opciones. ¿Preparado para repartir leña desde tu tablet o smartphone preferido?

La rebelión de los dioses

No nos engañemos. The Gods: Rebellion, desprende ese halo de "cóctel" de franquicias e ideas ya vistas, de juego de laboratorio. La app de Calvi Games reúne una gran variedad de ideas, argumentos y elementos ya vistos con anterioridad, y los funde, con bastante atino, bajo el formato aplicación. Su argumento es sencillo, y nada con comodidad entre la mitología china. The Gods: Rebellion, mediante una secuencia de introducción, nos narra la eterna lucha de los dioses a la hora de considerar el género humano, donde unos son partidarios de tratarlos como iguales, mientras que otros, más malévolos y poderosos, proponen esclavizarlos y someterlos a sus designios. En esta disyuntiva, el dios dragón -nuestro protagonista- decidirá tomar cartas en el asunto, posicionarse a favor de los seres humanos, e iniciar una rebelión en contra de lo dictaminado por las deidades más poderosas.

Como héroe solitario no se pondrán las cosas fáciles, ya que deberemos ascender y escalar la enorme y mastodóntica montaña donde habitan y moran los dioses y sus legiones, repartiendo estoques y hachazos a diestro y siniestro mientras tanto. La jugabilidad de The Gods: Rebellion es un tanto clásica, con las típicas acciones de ataque y defensa, así como sus habilidades especiales. The Gods: Rebellion nos invita a lanzar mandobles, golpes físicos y demás arrebates. En la app, tendremos cuatro botones básicos con los que realizarlo todo, basados en el golpe cuerpo a cuerpo -puñetazo y patada-, la defensa, maniobras evasivas y el ataque con hacha. Tras un breve y bastante parco tutorial -en inglés, como todo el juego, y mediante texto-, nuestro dios dragón luchará contra sus primeros enemigos, siendo ese el momento, en el que empecemos a hacernos con el control.

La interfaz de The Gods: Rebellion está bastante cuidada, teniendo el stick de control en el lado izquierdo, los botones básicos en el derecho, y nuestros indicadores de vida, energía y demás, en la parte superior. Cabe recordar que con cada golpe y ataque, consumiremos una serie de valores, y que con cada muerte de nuestros enemigos, los recuperaremos en forma de orbe, con lo que habrá que permanecer atentos.

Unos gráficos impresionantes y un control poco depurado

Por si fuera poco, podemos ampliar nuestras habilidades básicas, haciéndolas más competentes y fuertes con los puntos de experiencia o "puntos de alma". Conforme vayamos derribando criaturas y soldados enemigos, podremos invertir los puntos de experiencia ganados en la mejora constante de nuestras características. De esta forma, podemos aumentar la resistencia, la defensa o el ataque, así como otros muchos parámetros. El sistema es muy benévolo con el jugador, que podrá configurar al héroe a su antojo y manera en poco tiempo, algo que nos ha gustado bastante. Con poco esfuerzo, podemos realizar potentes combos y ataques especiales, dando rienda suelta al sangriento espectáculo posterior.

The Gods: Rebellion tiene un parqué de demonios, dioses y criaturas más que abundante. A nuestro paso, saldrán decenas de enemigos distintos, cada uno con sus propias características, ataques y diseños únicos. Al principio si es cierto que veremos con malos ojos las combinaciones existentes -repetitivas, y basadas en combinaciones reiterativas de tres o cuatro enemigos simples-, pero al poco tiempo, veremos cómo nos atacan minotauros, demonios, sacerdotes o zombis, y eso solo en los dos o tres primeros niveles. Además, cada oponente tendrá una serie de ataques y maniobras inherentes a su naturaleza, que pueden resumirse en ataques de larga distancia -principalmente, mágicos- o a corta, teniendo así que adaptar nuestro combate a cada uno de ellos. Es entonces cuando la I.A de The Gods: Rebellion sale a relucir, y lo cierto es que teniendo en cuenta la naturaleza de la app, es más que competente.

Los niveles también hacen gala de un diseño más que correcto, con variedad de escenarios -desde las montañas del primer nivel, a las catacumbas del segundo, pasando por los desfiladeros nevados de los siguientes-, con elementos muy aventureros, como plataformas móviles, lanzas venenosas o líquidos incandescentes. Pese a que en opciones es muy completo y bastante balanceado, y pese a que su dificultad está más que ajustada, The Gods: Rebellion tiene un control que deja algo que desear. En más de una ocasión nos veremos, literalmente, vendidos ante los enemigos, que nos rodearán mientras intentamos, en vano, soltarle un hachazo directo.

Este control tan mal equilibrado sale a relucir en momentos muy puntuales, cierto, pero es una lacra en los niveles superiores, donde un fallo puede llevarnos a perder contra un jefe final o un enemigo muy fuerte -que los hay, y en gran número-. Al fin y al cabo, para evitar sustos, acabaremos realizando las mismas estrategias y mecánicas, como eliminar a los diablos o enemigos más pequeños, y luego, una vez hayamos recuperado energía, maná o vida, entablar combate con los avatares más grandes. Esto nos llevará a movernos continuamente por los escenarios, esquivando y atacando sin parar, algo bastante cansado, sobre todo si tenemos en cuenta que es un juego pensado para ser jugado en una pantalla táctil.

A nivel técnico, The Gods: Rebellion es una verdadera maravilla. Basado en el versátil y bien adaptado Unreal Engine de Epic, el juego de Chillingo y Calvi Games tiene modelados para personajes, dioses y monstruos increíbles y bien texturizados, enormes escenarios y un gran catálogo de efectos especiales y visuales. Todo se comporta de una manera excelente, fluida y estable, incluso cuando la pantalla se abarrota de explosiones y miembros amputados -The Gods: Rebellion es un título muy sangriento-. El diseño artístico quizá adolezca de originalidad -es demasiado parecido a otros juegos-, pero no nos ha parecido del todo un problema a achacar, ya que al menos, tiene coherencia con la historia contada y relatada.

La app funciona muy bien en dispositivos iOS potentes o con pantalla retina, como el iPad de tercera y cuarta generación, el iPhone 4S -o superior- y los últimos iPod touch disponibles. El sonido también raya a gran nivel. Eso sí, The Gods: Rebellion, está en completo inglés. The Gods: Rebellion también, para todo aquel que ame el camino rápido, tiene un cierto componente de compras in-app, que nos pueden ayudar a la hora de comprar más elementos, puntos de experiencia o salud.

Conclusiones finales

The Gods: Rebellion es un hack and slash muy completo, entretenido y visualmente impactante. Tiene algunos elementos únicos dada la naturaleza portátil de iOS, y ofrece varias horas de diversión en iPad, iPhone o iPod touch por muy poco. Atesora buenos combates contra jefes finales, una historia decente -aunque mil veces relatada- y contenido como para parar un tren. En cambio, también os advertimos de su poco depurado y tosco control, que en momentos concretos, puede dejarnos completamente vendidos ante el peligro o el jefe de turno, con lo que habrá que andar con muchísimo ojo. Por lo demás, repetimos, Chillingo y Calvi Games han dado a luz a uno de los mejores juegos hack and slash de la App Store, algo que nos parece más que meritorio.