Análisis de Temple Run 2 (iPhone)

Dar la campanada en la App Store, en contra de lo que nos quieren hacer ver los consabidos y mal denominados "gurús", es muy difícil. Primero, no todas las aplicaciones, son interesantes, divertidas o revolucionarias. Es duro decirlo, pero por cada app con un buen trasfondo de desarrollo y con una buena factura, hay diez que no lo son. Segundo, no todas las aplicaciones deben costar 0,89 €. Sí, como desarrollador es muy tentador el querer reembolsarse rápidamente la inversión inicial, pero no es tan fácil, ya que no todo el mundo quiere pagar de primeras, y es mejor ofrecer siempre, una versión gratuita o free-to-play, con el que probar y "testear" el terreno antes de lanzarse a cobrar. Y tercero, intenta ofrecer algo original. Estas premisas, que pueden ser más o menos exactas -y creednos, llevamos años observando una y otra vez los mismos errores- fueron seguidas, con sus más y sus menos, por los creadores de Temple Run, uno de esos fenómenos de iOS.

El juego original ha conseguido, a lo largo de su historia, más de 170 millones de descargas, una cifra nada desdeñable. Con semejante éxito, y con un enorme beneficio a sus espaldas, el título de Imangi Studios, no tardaría en ver una secuela. Temple Run 2, es la constatación de ese triunfo.

La eterna carrera

Temple Run 2 prosigue la misma y peligrosa senda que ya recorrió su anterior entrega, pero le añade ciertos elementos y aspectos, que la hacen, si cabe, más divertida. Temple Run 2, secuela directa del original, nos vuelve a ofrecer la misma dosis de frenética carrera y adictiva jugabilidad. Una vez más, encarnaremos a un aventurero, que en su búsqueda de un antiguo y maldito ídolo de oro, se encuentra, casi sin comerlo ni beberlo, huyendo de un incesante y enorme monstruo. Esto será el detonante para que vayamos avanzando a través de templos derruidos, enormes acantilados, profundas minas y peligrosas selvas. Como os podéis imaginar, la premisa y punto de partida de este Temple Run 2 es prácticamente idéntica a la de su primera entrega. Y es que, si algo es bueno y funciona, ¿para qué cambiarlo?

Lo siguiente que veremos, es que este Temple Run 2, es un juego más sólido y visualmente impactante y llamativo. Luego hablaremos específicamente sobre el aspecto técnico del juego, pero el salto con respecto a la anterior aplicación es notorio y más que evidente. El control de Temple Run 2, es la constatación física, de que hay juegos, que viven de la pantalla táctil. Al igual que en el original, el control se piensa desde cero en la pantalla del dispositivo iOS que manejamos, y eso, se nota. Así pues, volveremos a los elementos clásicos de la saga, marcados una vez más, por la rapidez y la habilidad de la que hagamos gala. Nuestro corredor -o arqueólogo- deberá ser rápido, muy rápido -al ser posible, más que el peligro que lo persiga o aceche- y para ello, tendrá que utilizar sabiamente los saltos, deslizamientos y giros con la mayor precisión. Estos movimientos vuelven a ser gestos táctiles sencillos: arriba para saltar, abajo para deslizarnos, izquierda o derecha para girar... También dispondremos del giroscopio y el acelerómetro para poder obtener una mayor cantidad de gemas y monedas para nuestra bolsa, que a la larga, nos servirán para garantizarnos una personalización completa de nuestro corredor.

La aventura comenzará en las alturas, en un enorme templo en ruinas, e irá trasladándose por senderos imposibles, profundas minas -en las que iremos a bordo de una vagoneta- y misteriosos bosques. La cantidad de obstáculos y elementos que esquivar y tratar se ha visto aumentada, algo que agradeceremos, y que aporta diversidad a una jugabilidad, que aunque buena dada su sencillez, puede tornarse en aburrida al poco tiempo. Para aportar algo de variedad, se han incluido mejoras y habilidades únicas en los personajes a desbloquear, así como una serie de misiones y objetivos a cumplir que conseguirán que vayamos avanzando en el juego y obteniendo recompensas por nuestros logros. Es decir, se nos marcarán distancias totales a recorrer, números globales de monedas a recoger y cosas así, a fin de delimitar de manera inteligente la "infinita" jugabilidad de un juego de estas características. Si somos diestros, y aglutinamos y amasamos semejantes cantidades ingentes de monedas, podemos desbloquear a los otros corredores -Scarlett Fox, Barry Bones y Karma Lee-, que gozarán cada uno de habilidades propias. Personalizar a nuestro protagonista, será todo cuestión de paciencia y dinero. Al principio no puede parecer demasiado atractivo, pero cuando tengamos imanes con los que atraer el dinero cuando corremos, doble velocidad, sprints o escudos más duraderos con los que hacer frente a las llamaradas y demás peligros, nos daremos cuenta de que todo tiene su porqué y su sentido.

Temple Run 2 es un juego sencillo de entender y jugar, aunque algo difícil de dominar. Esto, que puede ser el tagline más usado en toda la App Store, casa perfectamente con el planteamiento del título de Imangi Studios. Nos pasaremos días intentando mejorar nuestras puntuaciones, horas intentando buscar ese logro que se nos atraganta o intentando ir más allá de donde siempre perecemos. Si a eso le sumamos, que el juego va cambiando de escenarios a fin de ofrecer una experiencia única cada vez que arranquemos la app, lo cierto es que tenemos aplicación para rato.

A nivel técnico, y tal como os decíamos al comienzo del análisis, Temple Run 2 es todo un salto de gigante con respecto a su anterior entrega. El aspecto gráfico del juego ha aumentado y mejorado de forma tangible, con una recreación más sólida y realista en cuanto a los entornos, que ahora dejan de ser simples elementos decorativos para convertirse en ambientes opresivos, que interactúan de forma continua con el jugador. Ahora los obstáculos son constantes, y están relacionados con aquello que nos rodean, no como meras pruebas únicas e indivisibles, si no como una parte evidente del lugar donde se desarrolla la aventura. Nuestras animaciones han dado otro paso en comparación con las ortopédicas carreras de anteriores encarnaciones, algo que también se puede decir de las texturas y los modelados, que ahora lucen de escándalo en alta definición. El juego, que es compatible con el iPhone y el iPad -es una app universal-, luce especialmente bien en los dispositivos de Apple con pantalla retina y de última generación, como por citar un ejemplo claro, el iPhone 5. Por último, destacar que es compatible con Game Center.

Conclusiones finales

Temple Run 2 es un juego que perfecciona la fórmula de su primera entrega. Mantiene casi su misma jugabilidad, añade elementos a fin de hacerla más variada, y ofrece un apartado gráfico mucho más impresionante y depurado. Quizás bajo este renovado chasis superficial no exista nada realmente único o especial, pero era algo a lo que presumiblemente nos enfrentábamos de primeras.Sea como sea, el juego sigue manteniéndose intacto, ofreciendo mucho más que su primera encarnación, haciéndonos pasar un buen rato delante de nuestro dispositivo iOS de manera gratuita -próximamente también en Android-. Muy recomendada.