Análisis de Rayman 3: Hoodlum Havoc (GameCube)

Rayman es un personaje que nos acompaña desde hace ya ocho años. Su creador se llama Michael Rancel, un diseñador grafico nacido en Mónaco y que hasta la creación de Rayman era un completo desconocido. Parece que fue ayer la primera vez que lo vimos dando saltos en aquella consola de 64 bits llamada Jaguar, pero su éxito no se haría patente hasta su llegada a los PCs y consolas de 32 bits (Saturn y Playstation). Es evidente que tras ese éxito, una continuación de este juego era clara, pero tendrían que pasar aún algunos años para que volviese a sorprendernos.

La segunda parte de este juego, Rayman 2: The Great Escape, nos ofreció un salto gráfico de las dos a las tres dimensiones, conservando todo su carisma y su estilo. Unos gráficos que nos dejaron pasmados, con una belleza gráfica increíble. Esta tercera, y por ahora última entrega, sigue el patrón de la segunda, es decir, las tres dimensiones. Pero no estamos ante una "ampliación" de Rayman 2; los chicos de Ubi Soft han sabido dotar a esta entrega de ingredientes suficientes y dar lo mejor de sí mismos para mostrarnos unos de los mejores juegos de plataformas, acción y aventura que hay ahora para GameCube.

Un día, un Lum rojo se transformó en una horrible bola negra decidida a conquistar el mundo. Este Lum fue reclutando a todos los lums rojos para finalmente convertirse en un poderoso ejército de Hoodlums, con el objetivo de extender la maldad por todas partes. El problema vendrá cuando el líder de los lums acabe en el estomago de Globos, un amigo de Rayman. Solo Rayman y sus nuevos poderes pueden salvar a su mejor amigo y al mundo del caos. Con este argumento empezamos un juego lleno de humor, peleas, puzzles, saltos y golpes al mas puro estilo Rayman. Lo primero que nos sorprende de Rayman 3 es, como en todas sus entregas, una utilización soberbia de la paleta de colores. Esta sabia utilización dota al juego de un estilo propio inconfundible, donde los escenarios suelen tener unos tonos muy vivos con un marcado estilo a cómic. De hecho, esto se ve totalmente reflejado a lo hora de atacar y eliminar un enemigo, donde veremos lo típicos bocadillos de cómic con exclamaciones. Un punto que siempre ha sido común en los juegos de Rayman es la belleza de los escenarios, y esta tercera entrega no es una excepción. A través de los diez mundos que componen la aventura podremos ver muchos y muy variados escenarios: desde bosques y fondos marinos hasta un enorme castillo.

Sin embargo, los programadores han querido introducir un elemento gráfico con el que sorprendernos en cada instante, los efectos de luz. Estos efectos han sido muy cuidados y trabajados para maravillar al jugador; desde la torre estelar, hasta los lums, o los increíbles efectos en el agua, y todo ello, por supuesto, en tiempo real. Estos efectos de luz suelen estar en numerosas ocasiones acompañados por los de partículas, las explosiones, saltos en el agua, disparos, etc. Cada efecto tiene su correspondiente tonalidad e intensidad, que junto a la ya mencionada paleta de colores, hace que sean uno de los elementos más sorprendentes del juego.

Para redondear este apartado gráfico, el juego nos muestra unos personajes muy bien definidos y con una animación soberbia. Rayman es capaz de mostrarnos más de 200 animaciones, muchas de ellas totalmente nuevas debido a los poderes que puede adquirir a lo largo de la aventura. Todas estas animaciones provocan que tanto el protagonista como los personajes secundarios sean muy expresivos. Un detalle a tener en cuenta es que los personajes secundarios están muy cuidados y detallados, algo que se agradece y que se suele descuidar en muchas aventuras.

Sin embargo, uno de los (pocos) defectos que se le puede encontrar a veces a este juego son los fallos de cámara. En ocasiones, los giros o movimientos bruscos harán que perdamos el norte y tengamos que parar la acción para colocar la cámara. Detalle que, cómo no, afecta aparte del apartado gráfico, al de la jugabilidad.

Éste es uno de los grandes apartados del juego, pues los efectos de sonido y las melodías son muy buenos. Los efectos de sonido suenan a lo que tienen que sonar, ni más ni menos; no se inventan ningún efecto, los saltos, carreras, golpes, explosiones o efectos de agua suenan tal cual, sin que ninguno destaque sobre otro. Las maravillosas melodías se acoplan a los diversos mundos como un elemento más y dotan a los escenarios de cierta personalidad. Normalmente se suelen adaptar a lo que va transcurriendo en el juego, ya sea explorar, con lo que la melodía será lenta, o si por el contrario estamos en medio de un combate, entonces será más rápida y dinámica. Pero el punto fuerte es, sin duda, el doblaje al castellano: el gran trabajo realizado se nota y se ve recompensado. Este gran esfuerzo dota a los personajes de una gran personalidad y carisma. Rayman el héroe, Globox el amigo patoso y André el malvado. Está claro que Rayman no es un plataformas puro y duro, es más bien una mezcla de varios géneros, con acción y aventura pero en el que las plataformas juega un papel primordial. El desarrollo del juego no varía con respecto al anterior: saltos, puzzles, peleas, y varios minijuegos. Sin embargo, lo que mas llama la atención son las habilidades de Rayman, las cuales no parecen tener fin y más aún cuando activamos alguno de sus trajes especiales. Estos trajes proporcionan a Rayman nuevos movimientos durante un período limitado de tiempo. Suelen estar colocados en alguna zona donde son indispensables para seguir avanzando, ya sea por algún puzzle, obstáculo o enemigo. El control del juego permite bastantes movimientos con tal de tener un poco de soltura a la hora de jugar. Aparte, el personaje responde a las órdenes que le damos de forma inmediata, tal y como debe ser.

Rayman nos ofrece una vista en tercera persona y se moverá por diez extensos mundos, los cuales tienen, ni más ni menos, que 44 niveles. Éstos son muy variados, encontrándonos por tanto desde bosques a montañas, castillos o volcanes. Los programadores han decidido apostar por la variedad para que el jugador no se sienta "agobiado" con escenarios iguales y repetitivos. La originalidad y variedad dan a Rayman 3: Hoodlum Havoc una frescura ideal para mantenernos enganchados a la consola durante horas, lo cual es algo digno de agradecer en cualquier juego.

El desarrollo del juego es más lineal que en otros juegos de plataformas, el ejemplo más claro es el Super Mario Sunshine, donde eres totalmente libre en un mundo enorme. La dificultad del juego no es muy elevada, un jugador de nivel medio se lo acabará sin problemas, pero esconde secretos que hacen que su vida se alargue. Sacar todos estos secretos nos puede llevar bastante tiempo; además, por si esto fuera poco, incluye varios minijuegos, y algunos de ellos pueden jugarlos hasta dos personas. No obstante, como ya hemos dicho, la jugabilidad se ve afectada en algunos momentos por ciertos problemas de cámaras, lo cual le resta posibilidades a la hora de avanzar por algunos lugares. Por si todo esto fuese poco, el juego permite conexión con la versión de GameBoy Advance, con los cuales desbloquearemos niveles en las dos versiones de los juegos, así pues uno complementa al otro. Sin duda un detalle que alegrará a los fans de esta saga.

Cuando probé el juego por primera vez pensé que me encontraría con lo mismo que Rayman 2 de Dreamcast pero con mejores gráficos. Por suerte me equivoqué. Este nuevo Rayman es original, carismático y divertido. Sorprenden la calidad de los escenarios aunque en ocasiones no se puedan explorar mucho. El juego es un poco lineal, pero está lleno de secretos por descubrir. En mi opinión es el segundo mejor juego de plataformas para la grande de Nintendo, siendo el rey indiscutible Super Mario Sunshine, al menos por ahora. Pero Rayman 3 se convierte en una inmejorable opción para todos aquellos sedientos de "aventuras plataformeras". ¡A por él!