Análisis de Paper Mario: La Puerta Milenaria (GameCube)

Mario regresa al mundo de las aventuras de la mano de los magníficos Intelligent Systems… tras la desaparición de la Princesa Peach.
·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
GRÁFICOS
8
SONIDO
8
NOTA
9.2
DIVERSIÓN
9.5
JUGABILIDAD
9.8
Análisis de versión GameCube.

No es la primera vez que Mario se asoma a este mundo de papel, y tampoco es la primera vez en esta generación que da el salto al mundo de los juegos de rol, pues ya pudimos disfrutar en GBA del sobresaliente Mario & Luigi, un juego original que bebía las aguas del clásico de Nintendo 64, el Paper Mario original. Ése no fue el primer juego de Mario en el campo del rol, aunque los europeos tuvimos la mala suerte de perdernos por los desacuerdos surgidos entre SquareSoft y Nintendo el gran Super Mario RPG: Legend of the Seven Stars, pero ese videojuego que llegó con los últimos coletazos de la 64bits de Nintendo atesoraba unas virtudes incuestionables, entre las que destacó su original planteamiento y su peculiar estilo gráfico.

Intelligent Systems es un equipo interno de Nintendo que, desde la llegada de las tres dimensiones a las consolas domésticas, no se ha prodigado mucho en ese terreno, aunque ha ido ofreciendo grandes títulos en las portátiles desde entonces. En esta generación tampoco nos ha dado muchas alegrías en GameCube… de hecho, Paper Mario: La Puerta Milenaria es la primera que nos ofrece, y durante el próximo año recibiremos Fire Emblem en su versión 128 bits. Son pocos juegos para la grande de Nintendo, pero en cambio la portátil GBA ha recibido varios títulos excelentes en su catálogo.

En esta aventura, Mario recibe una misteriosa carta de la Princesa Peach, que le reclama desde un pueblo portuario muy poco recomendable para investigar un gran misterio relacionado con la Puerta Milenaria… pero cuando Mario llega a su destino, no hace sino descubrir que la Princesa ha desaparecido sin dejar rastro, y que hay muy mala gente (bueno, sobre todo muy malos goombas) por las calles de un pueblo que tiene en su plaza una horca. Así pues, en lugar tan poco recomendable, Mario deberá iniciar no sólo la búsqueda de la Princesa Peach, sino un viaje que le llevará a desvelar el misterio que se esconde tras esa Puerta legendaria. Por suerte, contará con la ayuda de otros personajes casi desde el principio… pero todo esto son apenas los primeros minutos del juego.

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Pasión por la papiroflexia
Paper Mario busca ofrecernos una aventura original, divertida y muy asequible para todos los jugadores, y no cabe duda de que lo consigue. Gráficamente el juego pierde algo de frescura con respecto al original, pero como es de esperar lo supera en todos los aspectos, beneficiándose sobre todo de la mayor resolución de esta consola, gracias a lo cual nos puede ofrecer unos gráficos de estilo completamente bidimensional sobre escenarios 3D llenos de colorido y detalles, con muchísimos personajes diseñados con un toque de humor que lo inunda todo. Y es que este juego combina tanto los diseños clásicos del mundo de Mario (aunque con un lavado de cara que les dota de mayor personalidad y chispa) con diseños nuevos y originales que se integran perfectamente; es cierto que los seguidores de las aventuras del fontanero de Nintendo se sorprenderán muy gratamente al ver cómo regresan enemigos de los clásicos plataformeros y se convierten tanto en amigos como en enemigos, transformando a muchos de estos caracteres genéricos en habitantes con sus rasgos distintivos de los diferentes pueblos y entornos que iremos viendo a lo largo de la aventura. En líneas generales, estamos ante una mejora en este campo que se limita a presentar un avance notable con respecto a la entrega de Nintendo 64, aunque no llega a darnos una sensación tan impactante y rompedora por la pérdida de frescura natural.

El resultado es muy bueno, con muchísimas animaciones, con cientos de detalles… y, al fin y al cabo, no es sino la evolución lógica que podíamos esperar todos. Con todo, en la generación actual, hubiese sido deseable que el aspecto "de papel" fuese mucho más palpable, pues al igual que sucedía con el Paper Mario original, Yoshi’s Story, con sus dos dimensiones (o quizás gracias a ellas) y su simulacro de trazos a lápices y ceras tenía un aspecto de dibujo sobre papel mucho más logrado. Seguramente en el campo de los videojuegos tridimensionales este efecto es mucho más difícil de lograr, pero una texturización apropiada hubiese podido dar resultados sorprendentes, pues si bien es cierto que los personajes, por lo general, sí logran ese aspecto de estar hechos con papel, no podemos decir de los escenarios.

Para la ocasión, sin embargo, lo que sí se ha remozado es todo el sistema de combate del juego, tomando algunas ideas de Mario & Luigi que nos agradaron mucho, pero han ido mucho más allá. Durante los primeros minutos de juego iremos aprendiendo los movimientos básicos, entre los que se incluyen el uso del martillo y el salto clásico de Mario, que deberemos usar en los combates por turnos que nos enfrentan a los enemigos. Hay que señalar, además, que no existen los combates aleatorios: según nos desplacemos por el escenario veremos a los enemigos en todo momento, y será nuestra elección esquivarlos o ir a por ellos; más aún, si iniciamos la confrontación de manera satisfactoria obtendremos una ventaja muy necesaria pero, de igual modo, si es el enemigo en cuestión el que nos coge por sorpresa, el primer turno será suyo y eso puede plantearnos ciertos problemas.

Para llevar a cabo los ataques de la mejor manera posible e infligir el mayor daño posible, deberemos realizar una serie de movimientos en momentos determinados, como pulsar el botón A justo antes de golpear al enemigo sobre su cabeza de un salto, o retener el mazo mientras acumulamos fuerza para dar el golpe en el momento de máxima potencia. Estos son tan sólo algunos movimientos básicos, a los que deberemos añadir los objetos que consigamos, las habilidades que desarrollemos y, además, todas las propias de nuestro acompañante (que pueden ser varios, cada uno con características diferentes). Esto, más o menos, lo habíamos visto ya y es propio de estos juegos de Mario que combinan el RPG y las plataformas, aunque hay un pequeño detalle que puede llamarnos la atención desde el principio: los combates se desarrollan en un teatrillo.

Al principio puede parecernos una simple apuesta estética, pero no tardaremos mucho en descubrir que ganarnos al público puede ser esencial, pues sus aplausos nos ayudarán a recuperar puntos necesarios para realizar movimientos especiales… y no sólo eso, pues puede haber entre ese público infiltrados que estén a la espera de atacarnos a traición, amigos dispuestos a lanzarnos ayudas, o, quizás, se asusten y remuevan algo de tramoya o atrezzo que puede beneficiarnos o perjudicarnos. Se añaden así toda una serie de variantes ya tener en cuenta, golpes de humor, y la necesidad no sólo de planificar nuestra estrategia para con los enemigos, sino también para con el público: descuidar a cualquiera de los dos puede traernos consecuencias fatales.

En cuanto a las zonas de plataformeo, están combinadas perfectamente dentro de las zonas que componen el mapeado del juego, integrándose las zonas de investigación, conversación, de tránsito… pero claro, siendo Mario, los saltos tienen que ser importantes. En esta ocasión, además, y aprovechando que nuestro protagonista es de papel, se nos va a ofrecer la posibilidad (más que necesaria) de transformar a nuestro protagonista en diferentes objetos, como un avión de papel, con el que sortear determinadas zonas. Podremos convertirnos en esos objetos por arte papiroflexia únicamente en puntos específicos, y tras haber conseguido el poder para hacerlo pues no será algo disponible desde el principio.

Esta característica, además de representar un nuevo reto, le viene que ni pintada al tono del juego y es una manera muy simpática y bien desarrollada de plantear barreras que nos obligarán a volver de vez en cuando sobre nuestros pasos para volver a recorrer parte de los escenarios, abrir nuevas zonas y conseguir, así, nuevos ítems que aumenten nuestras posibilidades de victoria. Y es que además de lo que señalábamos, según cambiemos el personaje que nos acompaña, no sólo tendremos nuevas habilidades en el combate, sino que también puede favorecernos a la hora de ir por los mapas, como por ejemplo con Yoshi, que nos será de gran ayuda para sortear ciertos obstáculos. Incluso algunas habilidades que adquiramos serán tan útiles en el combate como en las plataformas, de manera que nunca será un mal momento para poneros a probar cosas por los escenarios.

Como decíamos, tanto el toque RPG como el de plataformas se combinan con astucia durante los siete capítulos que componen la aventura de Paper Mario: La Puerta Milenaria, lo que nos dará un muy buen puñado de horas y horas de diversión que no se harán monótonas en ningún momento. Es más, gracias al guión, a sus giros y a su humor (muy bien adaptado, por cierto, al español), unido a la endiablada jugabilidad de esta aventura, no habrá la más mínima oportunidad de aburrirnos. A un apartado gráfico simple, pero que cumple sobradamente con lo esperable en un juego de estas características, debemos añadir el buen hacer en el cambio del audio.

Técnicamente hay que señalar que hace un buen uso del Dolby Pro-Logic II, por lo que podemos disfrutar de un sonido envolvente de gran calidad, pero lo realmente reseñable está en sus composiciones. Si en los personajes y escenarios nos encontraremos con elementos que van desde el Super Mario Bros. hasta Super Mario Sunshine, las melodías y los efectos de sonido del juego no irán a la zaga, ofreciendo nuevas versiones de varios temas clásicos, así como varios temas originales, lo que compone un conjunto de músicas muy variadas que irán acompañándonos en todo el juego, adaptándose muy bien al tono que vaya tomando la acción. Los efectos especiales, igualmente, son capaces de ofrecernos tan pronto uno de los clásicos pitiditos que podía producir la vieja NES como los sonidos más estrambóticos que podamos imaginar, todo pensado para ser integrado en el momento oportuno de manera que pueda intensificar lo humorístico del juego. La combinación de personajes, escenarios, la música y los efectos va a darnos un conglomerado perfecto del tono desenfadado habitual en muchos títulos de Nintendo, pero no hay que confundir ese aspecto tan alegre con la dificultad del juego.

Paper Mario: La Puerta Milenaria es un juego que se muestra muy accesible a todos los jugadores desde el primer momento, con explicaciones muy sencillas y prescindiendo de complejos sistemas de evolución del personaje… lo que no significa que carezca de ellos, ni mucho menos: es tan sólo que se ha recurrido a un sistema sencillo y directo para mejorar sus habilidades. Durante la primera hora de juego se nos irán introduciendo, poco a poco, los diversos condicionantes del combate de manera que, por ejemplo, al principio no deberemos preocuparnos del público, pero llegado a un momento determinado, cuando ya dominemos los movimientos y estrategias básicas, será el juego el que nos presente ese nuevo elemento y cómo podemos usarlo a nuestro favor para, acto seguido, hacer frente a un combate en el que podremos comprobar que realmente hemos aprendido la teoría. Ese proceso es básico durante todo el juego, y favorece que la curva de dificultad sea tan suave, al no atosigar al jugador con cientos de datos y variables desde el primer momento… o simplemente no explicarle nada (tampoco en el manual de instrucciones, algo que sucede en otros juegos).

Sin embargo, según avancemos, el planteamiento irá complicándose, los enemigos serán más peligrosos, los puzzles más complejos, y la dificultad, en consecuencia, aumentará sin cortapisas, aunque, como hemos señalado, todo es introducido con tal suavidad y la progresión de los personajes está tan ajustada que quizás no seamos del todo conscientes del aumento en la dificultad. También se han introducido varios minijuegos que ayudan a darle un aire mucho más variado a su desarrollo, e incluso algunos capítulos son totalmente diferentes a todos los demás, lo que viene a corroborar el mimo que ha puesto Intelligent Systems a la hora de componer un juego bien articulado en todos los aspectos jugables.

Conclusiones
En términos generales, este nuevo Paper Mario no aporta conceptos rompedores con respecto a la entrega de Nintendo 64, pero es esto algo que ya ha sucedido con varias secuelas de algunas sagas importantes de Nintendo. De todos modos, el concepto de juego se ha refinado muchísimo, cogiendo los elementos más positivos del título de AlphaDream para GBA Mario & Luigi, y combinándolos de manera muy acertada con los cánones establecidos en el anterior Paper mario. Los gráficos son resultones, que no espectaculares, con un diseño encantador lleno de evocaciones a títulos previos del universo de Mario, y podemos decir lo mismo de las melodías, aunque echamos en falta cierta espectacularidad en la presentación del juego… un título con el estilo gráfico del que hace gala Paper Mario: La Puerta Milenaria se beneficiaría enormemente de la inclusión de escenas animadas que respetasen este aspecto de dibujo sobre papel.

Sin embargo, carece de toda cinemática, y está presentado íntegramente con el motor del juego, que, sin ser una mala opción, no está a la altura de una gran cantidad de producciones actuales, siendo, por tanto, a lo que el público está cada vez más acostumbrado. Pero salvando este detalle, el juego carece de fisuras en su planteamiento: es largo, tiene una curva de dificultad muy ajustada, y su diseño general es impresionante. Como es habitual en estos juegos, su aspecto gráfico y aparente simplicidad pueden llevar al engaño a jugadores con prejuicios, que no harán sino perderse un excelente juego que vuelve a ser un buen soplo de aire fresco dentro del género de los RPG.

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Género/s: Rol
PEGI +3
Plataformas:
GameCube
También en: Switch

Ficha técnica de la versión GameCube

ANÁLISIS
9.2
  • Fecha de lanzamiento: 12/11/2004
  • Desarrollo: Nintendo
  • Producción: Nintendo
  • Distribución: Nintendo
  • Precio: 59.95 €
  • Jugadores: 1
  • Formato: 1 GOD
  • Textos: Español
COMUNIDAD
8.9

Paper Mario: La Puerta Milenaria para GameCube

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