Análisis de Spyro: Season of Ice (Game Boy Advance)

Hace ya su tiempo -y eso que parece que fue ayer- un pequeño dragón púrpura debutaba en PlayStation arropado por unos preciosos gráficos 3D, dejando un buen sabor de boca a todo el que apostaba por él. Y con este gran juego se hizo famoso Spyro, el cual tendría hasta dos entregas más en la gris de Sony. Pero ahora, y como ya han hecho otros numerosos personajes de otras consolas, Spyro llega con las pilas recargadas a la portátil de Nintendo. Y además de la mejor manera, con un juego a la altura de su nombre y muy divertido. Eso sí, con reservas. Os contamos más detalladamente por qué... La historia es la siguiente: el pobre Spyro -que no lo dejan nunca en paz, al chico- es informado de que algo anda mal. Y es que esta vez son Grindoc y sus esbirros (los siempre molestos y omnipresentes Rhinocs) los que se encargan de montar todo el lío. De esta forma, nos metemos en el juego con el objetivo de rescatar a las bellas hadas, que han sido congeladas y desperdigadas por cada uno de los niveles del juego (nada menos que treinta, que no está nada mal), a la vez que ayudamos a los personajes que habitan este mundo. Ah, y que no se nos olvide lo de siempre: las bonitas gemas y demás objetos, ya clásicas en la saga de Vivendi. Y es que Spyro siempre ha sido una saga muy "Rare", de encontrar una gran cantidad de cosas durante su desarrollo. Y por cierto, si tenéis problemas con el ingléis y apenas llegáis al cinco en el colegio, no hay problema, pues el juego llega bien traducidito al castellano, para que os enteréis perfectamente de todo de principio a fin. Realmente, este Spyro para Game Boy Advance no es más que un reflejo de sus versiones para PlayStation, pues tanto el desarrollo como la mecánica de juego son similares, e incluso algunas situaciones son sonaran muchísimo a los que hayamos probado las otras tres aventuras de nuestro cuadrúpedo amigo. Vamos, que la novedad y la originalidad no son palabras que destaquen precisamente en el vocabulario de los programadores de este plataformas. En cuanto al nivel técnico, no os preocupéis, pues tanto el aspecto visual como musical (a destacar los buenísimos efectos FX) dan la talla con creces, aunque eso sí, os tendréis que acostumbrar a la nueva vista isométrica que presenta y el juego y, por consecuente, a su sistema de control, algo "chungo", la verdad. Y es que no les ha quedado demasiado redondo esto último a los programadores del título, aunque eso sí, tendremos a nuestra disposición una buena variedad de acciones, ya sean planear durante un corto periodo de tiempo, embestir contra los enemigos y, como buen dragón, escupir fuego por la boca, todo ello animado fenomenalmente. Cabe destacar también que, como ya ocurría en las diferentes versiones de Spyro the Dragon, durante el desarrollo del juego tendremos el placer de disfrutar de numerosos mini-juegos muy entretenidos, a destacar uno de ellos en plan matamarcianos, en el cual la acción se desarrolla bajo el famoso modo-7, dando como resultado un aspecto gráfico realmente conseguido. Pero no hay que olvidarse de un punto muy importante en cualquier juego: las fases, un punto posiblemente más negro que claro en Season of Ice. Sí, muy bonitas y coloridas, pero incómodas de jugar y, quizás, hasta algo monótonas y repetitivas, pues cuando comienzas a recorrer un nivel casi parece idéntico en su totalidad. Además, y esto ya es algo grave, en algunos momentos nos encontramos en el aprieto de tener que realizar un salto hasta otro lugar, para evitar caer en la lava y fundirnos como una tostada (situaciones típicas de este tipo de juegos), y no tener claro el si realmente "llegará a la otra punta". Por contra, en general todo se ve bien grande y claro. Como en todo plataformas, la paciencia es una virtud fundamental para todo jugón. Y en Spyro ten muy en cuenta que la vas a necesitar, pues como ya os hemos dicho, el control es algo irregular, y la perspectiva no ayuda mucho a la hora de solucionar el problema. Y es que más de una vez te tirarás de los pelos al no poder pasar un tramo por una soberana estupidez, y en ocasiones acabarás por apagar la consola y "dejarlo para después". Y aunque el que apagar la consola irritado no sea precisamente una "experiencia" nueva, en Season of Ice es más asidua si cabe, podéis creednos. Así pues, si eres de ese tipo de jugador que se cansa facilmente y no soporta este tipo de situaciones, huye de Spyro, pues no te durará mucho. En definitiva, podríamos resumir diciendo que Season of Ice es un decente plataformas, que agradará especialmente a los seguidores de la saga, con unos bonitos gráficos y de una duración más que aceptable, pues os aseguramos que los treinta niveles que nos propone el juego dan para rato, aunque os desesperéis más de una vez dado el gran parecido en general entre ellos. Entonces, ¿estamos hablando de un imprescindible para GBA? Pues por desgracia, no. Y es que todo lo bueno que tiene el juego queda tristemente empañado por un control que podía haberse mejorado bastante, haciendo que el título de Vivendi se quede "solo" en un buen juego. Aún así, fans de Spyro, no podéis perdéroslo, pues jugar con vuestro héroe os resultará igual de divertido que en las consolas "grandes" y encima, lo podréis hacer en cualquier parte, gracias a la pequeña GBA. Menudo lujo, ¿no?