Análisis de Mario Vs. Donkey Kong (Game Boy Advance)

Sumándose a todos los remakes que Nintendo ha ido haciendo de los juegos del fontanero más famoso del mundillo nos llega éste título, que más que remake se le puede considerar un juego nuevo por todas las novedades y cambios que trae. Para los que no hayan oído hablar del original, una breve información: Donkey Kong es un juego aparecido en GameBoy hace ya una década (previamente hubo una famosa versión arcade) y en el cual el malvado gorila raptaba a una dama (no, en esa ocasión no fue Peach) y como es natural, nuestro héroe va a intentar rescatarla a lo largo de muchos escenarios de huída. La mecánica puzzlera-plataformera que tenía el juego caló hondo entre los jugones, y Donkey Kong se convirtió en objeto de culto para los poseedores de la monocroma. Y ahora por fin, después de casi dos años desde que se anunció (por entonces llamado DK+) llega a nosotros esta versión del clásico que sin duda gustará no solo a los conocedores del original, sino a todo aquel que se ponga a jugarlo.

Todos los remakes que han salido para GBA de juegos de Mario han ido contando con un apartado gráfico muy alegre y colorido, lo que se llaman tonos pastel. En esta ocasión igualmente encontramos nuestros gráficos en blanco y negro de GB totalmente coloreados y con un alto buen gusto a la hora de diseñar. El estilo pastel está totalmente presente en Mario VS DK (a partir de ahora MvsDK), todo es muy saltón y se puede decir que el juego entra por la vista. Todas las animaciones del juego, aunque no son sobresalientes (realmente poco importa), cumplen a la perfección y dotan al juego de mayor agilidad visual. El vídeo de introducción al juego es divertido, pero tampoco es un portento gráfico. Por lo tanto podemos concluir con que el apartado visual del juego es notable, sin altas pretensiones y con la única intención de hacer más bonito y agradable el desarrollo del título.

Por otro lado, en el apartado auditivo el juego tampoco se queda atrás, ya que posee unas melodías amenas y de buena calidad, con incluso voces de los personajes (más bien los clásicos gritos a los que Mario nos tiene acostumbrados). Ya se acabaron las repetitivas e insulsas músicas del original, en esta ocasión contamos con un buen apartado sonoro, que aunque tampoco influya mucho en su jugabilidad nos permite escucharlo y no quitar el volumen de la consola para ahorrar pilas. Por otro lado, en los pocos menús que hay la música cumple correctamente.

Pero vayamos lo que realmente interesa en un juego, cómo se juega y cuánto divierte. Para los que conozcan el original, informarles de que han introducido algunos cambios en la estructura de las fases. Hay que decir primeramente que la historia del juego ha cambiado, ya no tenemos que ir detrás del gorila para intentar rescatar a la señorita. En esta ocasión Donkey Kong se ha introducido en la tienda de juguetes de Mario y ha robado las existencias de muñecos Baby Mario que se encontraban en ella, lo que no puede permitir el fontanero y se dirige raudo a capturar al malhechor y recuperar lo que es suyo. Así por lo tanto, tendremos que ir fase a fase rescatando los muñequitos incautados, de la siguiente manera: nos encontramos en una sala con todos sus elementos plataformeros y la clásica puerta por la que ha escapado DK.

Tras hacer miles de virguerías para alcanzar la llave de la puerta, nos dirigimos a ésta como antaño hacíamos. Pero ahora, en vez de acabar aquí el nivel, vamos a otra sala (normalmente de menor dificultad) en la que se encuentra uno de los muñecos y tendremos que cogerlo igual que si cogiéramos la llave. Ahora sí, termina la fase y nos podemos encaminar a los bonus (hay diversos métodos de obtener el premio, que son más vidas para nuestra cuenta) si es que hemos cogido los tres regalos (son cajitas) que hay distribuidos por las dos fases. Así, cada mundo está organizado en seis de estos retos de dos fases (luego coleccionamos seis Baby Mario) más la pantalla de los muñequitos más el desafío contra Donkey Kong.

En la pantalla de Baby Mario lo que tenemos que hacer es ir a guardar los muñecos en su baúl, teniendo en cuenta que nos seguirán en todo momento y que no pueden saltar más de un escalón. Por lo tanto tendremos que irnos moviendo buscando los huecos por los que puedan entrar hasta llegar al baúl. Y con Donkey Kong es igual que siempre, habrá una serie de cajas en el escenario que tirarle a la cabeza unas cuantas para derrotarle, pero naturalmente el se defenderá lanzándonos a nosotros también objetos y poniéndose en lugares poco accesibles. Nosotros contamos con el número de Baby Mario rescatados como vidas contra él.

Todo esto así contado parece muy sencillo, y es que ir a por la llave en un escenario y abrir una puerta no sería muy complicado si no fuera por los innumerables obstáculos y puzzles que habremos de superar y resolver para acceder a ellos. Todo está meticulosamente preparado, solo hay una manera de acceder a un sitio y en niveles avanzados del juego no será fácil averiguarla. Deberemos trepar por escaleras, saltar muros y bloques, trepar por cuerdas, avanzar por cintas transportadoras, esquivar enemigos y proyectiles, evitar pinchos... Multitud de elementos que hacen el juego muy variado y que nos obligan a dar muestras de gran habilidad con los botones y a pensar cuidadosamente como proceder.

Así, iremos jugando de esta manera a lo largo de seis mundos con diferente temática cada uno, y en cada cual se irán desvelando nuevos elementos (siempre con un pequeño video que nos explica como utilizarlo) que añaden complejidad a las ya de por si nada fáciles pantallas. Aunque seis mundos puedan parecer pocos (que entre que te atascas y pierdes horas en la misma fase, no es tan poco) cuando acabemos con ellos se nos abrirá prácticamente otro juego. Los que quieran conservar la emoción para cuando lleguen ellos, que salten de párrafo y no lean que se nos desvela un nuevo nivel de dificultad y otros seis mundos para jugar. Los videos del juego también irán pudiéndose ver (en el menú) según consigamos estrellas (que nos dan por superar una puntuación en cada nivel).

Por desgracia, desde que se anunció el juego (se dijo que sería un remake con novedades, y esto es una secuela con todas las de la ley) ha sufrido bastantes cambios y se ha caído de la lista de cosas nuevas el editor de mapas que nos prometieron. Pero bueno, ya hubiera sido demasiado.

Por lo tanto nos encontramos con Mario VS Donkey Kong es la perfecta secuela para un juego que muchos consideran perfecto. Tiene un buen acabado técnico, una duración más que interesante, una dificultad bastante bien ajustada y sobre todo una capacidad de enganchar gracias a su simplicidad que muchos juegos de doscientos botones apreciarían. Su sencilla jugabilidad lo hace accesible además para todos los públicos, a la vez que su sistema de pantallas pequeñas lo hace perfecto para llevarlo en el autobús para cualquier trayecto, ya sea largo o corto. Es un juego muy "portátil", ya que no requiere ni de gran concentración ni de mucho tiempo de juego hasta lograr salvar. Tenemos además, como en el original, tres espacios para guardar partidas, por si alguna vez tenemos que dejárselo a algún amigo poder conservar la nuestra. Totalmente recomendado para todos los jugadores que busquen recordar viejos tiempos o que disfruten con los juegos más sencillos y divertidos que hay en el mercado (Wario Ware ya triunfó con este modelo). Muy, muy bueno.