Análisis de Astro Boy: Omega Factor (Game Boy Advance)

Treasure, grupo de desarrollo de culto, vuelve a ofrecernos otro título con el inconfundible toque arcade que tan poco se prodiga en estos tiempos.
·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
GRÁFICOS
8.7
SONIDO
8.5
NOTA
9
DIVERSIÓN
9.5
JUGABILIDAD
9.2
Análisis de versión Game Boy Advance.

Treasure es uno de esos pequeños estudios que siguen manteniéndose independientes aun hoy en día, cuando muchísimos grupos con mayor proyección comercial han tenido que cerrar o han sido absorbidos por compañías mayores. Pero pongámonos en antecedentes sobre esta gente. Dirigidos por Masato Maegawa, varios de sus componentes más antiguos empezaron en Konami (trabajando en algunos títulos de Castlevania, Contra o Axelay), pero en la época de las 16 bits decidieron formar su propia compañía, Treasure, que inició su andadura en 1992; desarrollaron un puñado de juegos para Megadrive, considerados casi todos clásicos de aquellos años, destacando Gunstar Heroes, Dynamite Headdy y Light Crusader entre otros.

El salto a los 32 bits vino de la mano de Saturn, en la que ofrecieron Radiant Silvergun (gran conversión de la recreativa) y Silhouette Mirage (también en PlayStation), además de Guardian Heroes. Pero no se limitaron a la consola de Sega, ofreciendo en Nintendo 64 el adictivo Mischief Makers y el inédito en Europa Sin and Punishment. En la presente generación, han desarrollado para DreamCast Ikaruga (también en GCN) y Bangai-O (también en N64); para GameCube Wario World y el exclusivamente nipón Dragon Drive, así como también para PlayStation 2, con títulos como Gradius V o, en colaboración con Game Arts, Silpheed: The Lost Planet. En GBA nos han ofrecido el discutido Advance Guardian Heroes, el juego de boxeo Hajime no Ippo (Victorious Boxers) y un título de los Tiny Toons (Buster’s Bad Dream) que sólo salió en Europa, además de, por supuesto, el juego que nos ocupa (en colaboración con Hitmaker). Es éste un pequeño repaso bastante somero y sin más pretensiones a algunas producciones de Treasure, una perspectiva general para que aquellos que no conocen a este grupo puedan conocer el trazo principal que han marcado en su trayectoria.

Para la ocasión, han trabajado con la licencia de Astro Boy, un personaje que no es muy conocido en esta parte del mundo salvo por la reciente serie de animación, pero que es una de las series de televisión más veteranas y queridas de Japón. Empezó como un manga (tebeo japonés) en 1951 (originalmente era conocido como Tetsuwan Atom) creado por Osamu Tezuka, llegando a la televisión en los años sesenta, manteniéndose en antena varios años. Se da entonces un salto hasta 1982, cuando se retomó la serie, aunque esta vez fue en color y se crearon menos capítulos.

Recientemente Sony Pictures (en colaboración con Tezuka Productions) se hizo con los derechos de Astro Boy y se ha iniciado la emisión de una nueva serie de animación. Asimismo también se va a reeditar en DVD la serie original en una edición que si distribuidora promete muy cuidada y rebosante de extras que harán las delicias de su entregado público. El lanzamiento estadounidense de esta edición para coleccionistas se espera para finales del próximo mes de marzo.

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Sea como fuere, dejémonos de tonterías para contextualizar y entremos en lo que nos interesa, el videojuego, que eso es de lo que se trata y a lo que nos dedicamos. Estamos ante un juego típicamente arcade, lineal, lleno de enemigos a los que machacar y esencialmente horizontal en su desarrollo... es decir, un juego de la vieja escuela de los que tan poco se prodigan hoy en día, dando prioridad a conceptos jugables más complejos (en la medida de requerir el uso de combinaciones de teclas con una decena de botones, plantear el uso de centenares de objetos y volver a escenarios ya visitados a cumplir alguna tarea, por poner algunos ejemplos) e historias desarrolladas que en ocasiones devoran todo el desarrollo jugable de éste.

Esto no significa que estos títulos más orientados a hacia una aventura con guión cuidado (o un intento de ello) sean, por definición, peores o mejores que los arcades de corte tradicional, con una jugabilidad mucho más esencial, pero no cabe duda de que los primeros se han impuesto en el mercado, relegando a una presencia puramente anecdótica a los segundos. Esto fomenta que, por un lado, haya un "factor nostalgia" a la hora de evaluar a muchos de estos juegos y, por otro, que la balanza se pueda inclinar hacia el lado diametralmente opuesto. Intentemos mantenerla en el punto medio.

Astroboy nos ofrece tres niveles de dificultad seleccionables desde el principio que, en la mejor tradición de Treasure, presentan un reto por encima de la media actual (ya veremos, más adelante, que en la versión original esto no era exactamente así). En cualquier caso, podremos recorrer los siete niveles que lo componen (divididos en un buen puñado de zonas que cuentan en múltiples ocasiones con jefes semifinales), lo que unido a que el sistema de guardado del juego respeta todo el avance que hayamos hecho, lo convierte en un título que se puede hacer francamente corto, incluso para los cánones habituales en un arcade. Su gran baza para invitar a rejugarlo reside en esa cuidada dificultad de la que hace gala, que se ve nivelada con gran maestría gracias al sistema de ataques especiales. Estos ataques son devastadores, y consisten en un gran rayo que ataca de manera frontal y el uso de una ametralladora que dispara en todas direcciones, ampliando su rango de ataque en detrimento de la potencia; estos ataques se ejecutan simplemente pulsando los gatillos L o R (o también los botones A y B simultáneamente) de la consola.

Para emplearlos, Treasure los ha limitado a un máximo de 5, siendo este número no superable. Al hacer uso de un ataque especial consumimos una barra de energía, que podemos rellenar de una manera muy sencilla: usando ataques normales. De esta manera, si hemos gastado –por ejemplo- 4 ataques especiales, sólo nos quedará uno disponible, pero podemos rellenar 4 veces esa barra de energía para volver a tener a nuestra disposición los 5 ataques. Es decir, no podemos ejecutar más que cinco ataques de este tipo continuados (ni rellenar la barra por encima de esas cinco veces), pero siempre se nos recompensa el uso de los ataques normales recargando la barra medidora de la energía que regula cuántos de esos movimientos especiales tenemos disponibles. De este modo, se consigue nivelar de manera bastante acertada el uso de estos recursos (esenciales en más de una ocasión para salir airosos de las hordas enemigas) con el uso de las pautas de ataque comunes.

Un elemento esencial que se introduce de manera bastante sencilla en el tutorial del juego, en el que el Dr. O’Shay instruye a Astro, es el factor Omega (llamado "kokoro" en la serie original japonesa) y que es su equivalente al alma humana (es decir, a los conceptos de corazón, espíritu, inteligencia, personalidad y emociones), una característica única que le distingue de otros robots. Al conocer gente, su imagen se imprime en su alma, aumentando ese factor Omega, por lo que debemos procurar a lo largo de la acción conocer a tanta gente (ya sean humanos o robots, etc.) como sea posible. Cuando el factor Omega se fortalezca lo suficiente, se nos ofrecerá la posibilidad de potenciar alguna característica a escoger entre vida (puntos de impacto), puñetazo (fuerza de ataque), láser (potencia del cañón de brazo), disparo (potencia de la ametralladora), jets (disponibilidad de la fuerza de impulsión) y sensores (función visora y auditiva; parece superfluo, pero llegado el momento se desvelará como necesario), hasta que alcancemos nuestro máximo poder. En ocasiones es posible que aunque conozcamos a algún personaje, no podamos potenciar ninguna habilidad o fuerza; esto se debe a que todavía no comprendemos la intrincada idiosincrasia del personaje en cuestión (aparecerán señalados con un signo de interrogación).

Así, iremos encontrando a personajes como el joven Alejo, Atlas, el agente Tawahi o Yuko, por no hablar de Zoran, la hermana de Astro. El repertorio es bastante amplio y, dentro de la linealidad del juego, es una invitación a investigar todos los recovecos de los escenarios para ir personalizando a nuestro personaje, potenciar sus habilidades y aumentar nuestras posibilidades de victoria. Además, para conseguir encontrar a todos los personajes deberemos pasarnos el juego una segunda vez y, de paso, podremos contemplar el auténtico final. Por cierto, en esta segunda ocasión, los diálogos que introducen cada fase son bien diferentes (y presentados en un correcto castellano), y justifican ese "repaso" a los niveles; como vemos, pese a ser un arcade de pura cepa, no han descuidado tampoco otros aspectos.

El desarrollo es bastante variado en sus escenarios, y en ocasiones abandonaremos le mecánica de saltar y repartir leches para centrarnos en volar y disparar. El plantel de enemigos y personajes secundarios es bastante excéntrico en su conjunto, y están sacados de la serie en la que se basa el videojuego, aunque los enemigos comunes resultan bastante repetitivos a lo largo de todo el título, presentando variaciones de color y tamaño, siendo estas últimas las menos afortunadas, ya que la pixelación de esos enemigos es exagerada (es decir, se aprecian los cuadraditos de color que conforman cada dibujo de manera notable, ya que no al ampliar su tamaño y redibujarlos esos cuadraditos son casi tan grandes como medio cuerpo de Astro).

Esto, unido a las ralentizaciones que aparecen cuando la conglomeración de enemigos es elevada, es el punto más negativo de un apartado técnico que sí destaca en otros puntos, como los diferentes planos de scroll (tanto lineal como parallax), la adaptación a videojuego del diseño de casi todos sus personajes, el diseño de los escenarios, varios efectos especiales, la fluidez y calidad en su aspecto de los enemigos finales, etc. Con todo, cuesta olvidarse del grotesco aspecto de esos enemigos sobredimensionados y, en menor medida, de las ralentizaciones. Pese a esto, el aspecto gráfico general del juego es muy bueno, y hará las delicias de los que se acerquen a él, aunque si se hubiese logrado pulirlo un poco más sería francamente impactante.

Astro se verá obligado a recurrir a todas sus habilidades para superar los diferentes retos que se plantean a lo largo del juego, pero el más destacable es la necesidad de lograr combinar correctamente nuestras opciones de ataque para sobrevivir a las masivas tropas enemigas que no cesan en su empeño de eliminar al pequeño robot. De este modo, no bastará con repartir puñetazos todo el rato, sino que será necesario combinar ese ataque básico con la patada (pulsando abajo y el botón B) y nuestros reflejos para evitar las malas ideas de los enemigos. Por cierto, ya en el tutorial del juego (visita obligada) se nos sugiere que usemos una combinación que será muy práctica: tres puñetazos y patada.

Esto, unido a la opción de usar el láser (arriba y botón B) conforman todas las opciones básicas que tiene Astro para atacar. Este láser es de un uso bastante limitado en cuando a potencia y duración, como sus jets, pero podremos ampliarlo como ya hemos indicado en párrafos anteriores. El acertado uso de todos estos ataques normales irá rellenando la barra indicadora de los ataques especiales, que se ejecutan con L (cañón láser) o R (ametralladora) y que nos sacarán las castañas del fuego en más de una ocasión, junto al tercer ataque especial, la llamada Carga Ex, que se ejecuta pulsando al mismo tiempo los botones A y B (resultando en gran ataque y una pequeña ralentización).

De hecho, el uso de estas armas especiales está tan bien nivelado que en ningún momento llegan a ser devastadoras hasta el extremo y, sin embargo, es virtualmente imposible pasarse el juego sin recurrir a ellas. Otro cantar son las tácticas evasivas, centradas sobre todo en pulsar dos veces la misma dirección, de manera que Astro use sus jets para moverse rápidamente en la dirección deseada, ya que durante ese breve lapso de tiempo los ataques no le afectan, pudiendo atravesar enemigos físicos así como disparos.

Como veíamos, el apartado gráfico está lleno de grandes detalles que explotan en buena medida casi todo el potencial de la veterana portátil de Nintendo, con muchísimos efectos, pasos del día a la noche, y enemigos que ocupan casi toda la pantalla, aun a costa de contratiempos de las ralentizaciones y el aspecto entre grotesco y retro de las pixelaciones de los enemigos comunes en tamaño gigante. Con esto, sólo se puede esperar un apartado sonoro que esté a la altura de las circunstancias, y así es. Las melodías y los efectos están muy cuidados, y presentan una gran variedad, con efectos diferentes para las diferentes armas y explosiones, unas pocas voces digitalizadas, y temas musicales diferentes para cada nivel, entre las que se incluyen melodías que nos recuerdan a algunas clásicas de los excelentes Alien Soldier y Gunstar Heroes para Megadrive.

Además, la versión occidental ha sido mejorada con respecto a la original japonesa, reduciéndose bastante las ralentizaciones (en número y duración) al mismo tiempo que se recolocaban enemigos, se les dotaba de mayor poder ofensivo (a nivel tanto cuantitativo como cualitativo), además de pequeños detalles, como el contador de vida para los enemigos finales. Es decir, que el más de medio año que distancia su salida en Japón con su llegada a Europa ha servido, al menos, para darle un pequeño repaso y perfilar el producto. Por cierto, como anunciábamos ya al principio de este análisis, también han aprovechado para incluir un tercer nivel de dificultad, y hacer esta versión, en líneas generales, bastante más difícil que la oriental. En nuestra opinión, estos cambios son todos (incluyendo el aumento en la dificultad) a mejor, ofreciendo un videojuego mucho más redondo en todos sus aspectos. Visto lo visto, parece claro que Treasure ha conseguido ofrecernos, una vez más, un juego lleno de acción y diversión, haciendo de Astro Boy: Omega Factor una cita ineludible para los amantes de los arcades.

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Género/s: Acción / Beat'em up
PEGI +3
Plataformas:
Game Boy Advance

Ficha técnica de la versión Game Boy Advance

ANÁLISIS
9
  • Fecha de lanzamiento: 18/2/2005
  • Desarrollo: Treasure
  • Producción: Sega
  • Distribución: Proein
  • Precio: 39.95 €
  • Jugadores: 1
  • Formato: Cartucho
  • Textos: Español
COMUNIDAD
8.51

Astro Boy: Omega Factor para Game Boy Advance

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