Análisis de Swords & Soldiers 3D eShop (Nintendo 3DS)

Durante la pasada generación, muchos juegos originales aparecieron en las plataformas de distribución digital. Algunos de ellos están llegando a Nintendo 3DS en una segunda oportunidad. Este es el caso de Swords & Soldiers 3D, un juego de estrategia que vimos por primera vez en WiiWare y que fue todo un éxito gracias a su fresca jugabilidad y dirección artística. Por desgracia, en esta ocasión sufre las dificultades de conversión forzosa a la portátil 3D, que como nos ha demostrado en muchos otros productos, es capaz de soportar una experiencia como esta y cosas más complicadas y exigentes.

Decide en qué invertir tus recursos y da apoyo a las unidades

Swords & Soldiers 3D es un juego de batallas estratégicas que se desarrollan linealmente, es decir, que todas las unidades que enviamos se acabarán enfrentando con el primer enemigo que se encuentre por el camino, a excepción de cuando existe una ruta alternativa que suele servir para conseguir dinero extra o liberar unidades. Tenemos tres razas a elegir, cada una con unidades y magias completamente diferentes, pero muy equilibradas entre sí. Una vez en combate, nuestra labor es decidir qué unidades queremos fabricar, teniendo en cuenta el coste y sus habilidades de cara a las acciones del enemigo, así como el tiempo de llegada al enfrentamiento, una cuestión vital ya que no podemos producir en masa, sino uno a uno, y no podemos hacer que nuestras tropas esperen a más aliados, sino que tal y como aparecen avanzan automáticamente hasta las líneas enemigas.

Creamos las unidades tocando en la pantalla táctil los botones de cada una, mientras que la pantalla 3D queda para una representación visual con más detalle de todo lo que sucede. La pantalla táctil dispone de un mapa de todo el escenario, donde podemos ver la posición de nuestros soldados y los enemigos, a la que tenemos que estar muy pendiente. Si tenemos tiempo, tendremos que gestionar las mejoras que queremos realizar, ya sea la adquisición de un nuevo tipo de unidad o de magia. Estas últimas, nos permiten acciones como acelerar a una unidad y que arrastre a todos los que tiene por delante para agrupar unidades, usar magias de ataque, poner trampas para el enemigo, recuperar vida, etcétera. Estas magias consumen maná, un recurso que se recupera automáticamente según pasa el tiempo, pero nos encontramos con que no lo suficientemente rápido como para poder abusar indiscriminadamente. Podemos invertir en tecnología para acelerar la recarga, sin embargo, es importante seleccionar cuidadosamente cuando y qué magia usamos en cada momento, siendo la parte más importante de las estrategia que ofrece Swords & Soldiers 3D.

Varios modos para un jugador, pero sin el multijugador

La campaña es el modo principal de este Swords & Soldiers 3D. El guion es divertido, desenfadado y está completamente en castellano. No se toma en serio a sí mismo y queda perfectamente con el estilo gráfico, por lo que estamos convencidos que en general gustará. Cada raza tiene su historia propia y sus ridículas excusas para enfrascarse en la guerra. En las tres campañas las misiones nos presentan las diferentes habilidades poco a poco, exigiendo cumplir con varios tipos de objetivos, como puede ser defender o capturar, normalmente haciendo uso de las nuevas habilidades. Más adelante disponemos de unas cuantas fases finales donde tendremos que hacer uso de todo lo que hemos aprendido, con una curva de dificultad para todo el mundo. Lo malo, es que tenemos la sensación de este modo no explota todo lo que ofrece el sistema de juego, dejándonos ganas de más.

Para poder sacarle más provecho disponemos de otros modos: la escaramuza, donde nos permite seleccionar cualquier escenario y enfrentarnos a la raza que queramos en tres niveles de dificultad; y los retos, donde podemos enfrentarnos a batallas específicas con condiciones especiales, como puede ser sobrevivir a un número determinado de oleadas o ver hasta donde llegamos con una sola unidad haciendo uso de la magia para ayudarle. Además, si nos interesa, podemos dedicarle unas horas extras a sacar una buena lista de logros de las que dispone.

Lo cierto es que la fórmula nos gustó en WiiWare, pero sin duda uno de los motivos que alargaban la vida era el modo multijugador. En esta versión, nos encontramos con que lo han eliminado por completo, pareciendo evidente que el recorte viene dado por cuestiones de presupuesto o tiempo. No es que su pérdida sea insuperable, ya que la fórmula resulta entretenida de jugar en solitario, pero sin duda donde más se disfrutaba era jugando contra otras personas. Con todo, un usuario normal puede disfrutar del juego durante unas doce o quince horas, lo que tampoco está mal.

Un apartado técnico que destroza la experiencia

Hasta ahora hemos hablado de cómo es la jugabilidad y de todo lo que se compone, pero no hemos comentado el mayor problema que tiene Swords & Soldiers 3D. Podemos resumirlo diciendo que es la peor adaptación que hemos visto de un juego de otra consola hasta la 3DS, responsabilidad absoluta de la desarrolladora de Hong Kong, Circle Entertainment. El estudio original, Ronimo Games, hizo un estupendo trabajo tanto a nivel visual como a nivel sonoro y de interfaz, que los hongkoneses se han encargado de destrozar. Si por un lado tenemos problemas con la adaptación de los gráficos, que se ven absolutamente borrosos y desfigurados, con deformaciones en las texturas 2D causadas por poner imágenes de mayor resolución y luego encogerlas en pantalla, estropeando una buena parte del encanto del original. Es una pena, porque la implementación 3D estereoscópica en la pantalla de arriba es bastante buena, donde se nota que la desarrolladora ha dedicado mucho esfuerzo.

Es destrozo visual sería tolerable en caso de que se hubiese hecho un esfuerzo en que la experiencia se mantuviese lo más fiel posible al original, pero nos encontramos con que la tasa de imágenes por segundo roza lo ridículo, con tirones casi constantemente y momentos en los que la imagen apenas se actualiza dos o tres veces por segundo. Por si fuera poco, esas caídas afectan notablemente al interfaz, que no interpreta las instrucciones que marca el jugador al 100%. Esto es gravísimo y muy frustrante, ya que nos encontramos en ocasiones que por error nos lleva a los modos de configuración o de apuntado, y regresar al panel táctil de unidades y magias puede tardar demasiado, suficiente como para que nos hayan aniquilado a las unidades que teníamos pensado salvar. Sin duda, la única parte que se salva del destrozo es el audio, que conserva con una calidad cercana al original su banda sonora y efectos de sonido, siendo la primera bastante agradable de escuchar y muy pegadiza.

Un gran juego gravemente afectado por su pésima implementación

La realidad de Swords & Soldiers 3D es que se trata de un juego de estrategia muy bueno, accesible para todo el mundo y muy entretenido, pero que tiene grandes problemas en su implementación que prácticamente rompe con todo lo bueno que ofrece. El arte es gracioso y el guion bastante bueno, con una dificultad muy ajustada a sus limitaciones. Hemos podido completar el modo campaña sin grandes dificultades, pero las sensaciones que nos ha dejado esta adaptación son de máxima dejadez por parte de la desarrolladora y de ser una versión incompleta. Los problemas de tasa de imágenes por segundo y los errores en la respuesta del interfaz son tan graves, que muchos usuarios dejarán de jugar por frustración o lo desagradable que puede llegar a ser, siendo esto una injusticia, porque tras su errónea adaptación hay un gran juego.

Todo esto, sin entrar en comparaciones directas con la versión original, que pudimos disfrutar en WiiWare, y que acabó portándose a multitud de otras plataformas con más o menos acierto. Solo por la pérdida del modo multijugador, quizás lo mejor del original, ya podríamos decir que esta versión es un error. Pero por desgracia, donde realmente sufrimos la terrible adaptación es en la parte visual y jugable, haciendo que nos preguntemos cómo es posible que la empresa responsable de publicarlo se haya atrevido, haciendo semejante daño a un gran producto. Lo que tenemos ahora está tan mal hecho, que nos vemos obligados a pedir una actualización. Es lo mínimo que se merece el juego y el precio que han establecido, a 7’99 euros.