Análisis de Sonic Generations (Nintendo 3DS)

Este veinte cumpleaños que Sonic ha celebrado este 2011 ha traído muy buenas noticias a sus fans. Aquéllos que habían estado esperando durante años un juego principal de Sonic a la altura de sus más recordadas entregas se han llevado una grata sorpresa con Sonic Generations para PS3, Xbox 360 y PC, que ha cumplido las expectativas, aunando jugabilidad 2D y 3D en un homenaje a la trayectoria del erizo, recreando de nuevo sus más recordadas fases. Esta versión para Nintendo 3DS, que llega unas semanas después que el lanzamiento para consolas HD, usa una fórmula similar, aunque es un juego completamente diferente. No es una adaptación portátil de la versión HD, sino un título hecho completamente desde cero para homenajear de nuevo al erizo, pero esta vez recordando y recreando su trayectoria en las consolas portátiles.

Sonic Generations para 3DS es, por lo tanto, algo así como la contrapartida perfecta a las versiones grandes. Combinando de nuevo el estilo 2D con el 3D, adapta algunas de las fases más recordadas de las entregas de Sonic y las lleva a la actualidad. Al contrario de lo que se había dicho en un primer momento, las fases "homenajeadas" no son solo de las entregas portátiles, también hay de los Sonic "grandes", como Sonic & Knuckles o Sonic Adventure. El resultado es un buen plataformas, aunque quizás no tan variado como la versión HD, pero sin duda una buena versión portátil para Nintendo 3DS.

Aparte de que las fases son distintas, la gran diferencia de este Generations portátil es que las fases del Sonic Moderno no son exactamente 3D. El primer acto de cada nivel se juega como un Sonic clásico, pudiendo saltar y convertirse en una bola, sin muchos más movimientos: el Sonic clásico. El segundo acto de cada fase tiene jugabilidad moderna, pero en la portátil no significa mundos 3D, sino que cambian los movimientos de Sonic, pudiendo hacer turbo, saltar de un lado a otro de las paredes, y realizar saltos teledirigidos entre enemigos y elementos del escenario, entre otras cosas; pero la jugabilidad sigue siendo 2D, de izquierda a derecha, con algún cambio de cámara que otro, pero sin mayor tridimensionalidad. De hecho, el Sonic clásico irá obteniendo algunos de estos poderes a medida que avanzamos.

Esto, por una parte, le resta variedad al juego, pero hace que sea más fiel a la trayectoria de los Sonic portátiles, y evita algunos problemas jugables que siempre han dado las fases 3D de Sonic. El juego consta de siete fases, cada una de ellas con sus dos actos, el clásico y el moderno, y con una fase extra en la que tendremos que coger la esmeralda del caos. Estas fases extra son quizás lo más flojo del conjunto, ya que consisten en una especie de carrera en un tubo, intentando alcanzar la esmeralda antes de que se nos acabe un tiempo límite, teniendo que usar el turbo constantemente y mantener su barra llena cogiendo globos. La primera esmeralda es muy sencilla, claro está, pero en las siguientes nos tendremos que enfrentar a una escasez de globos cada vez mayor, por lo que es más difícil mantener la velocidad y la barra de turbo llena. Aparte, hay cada vez más bombas (que simulan ser globos), por lo que se van haciendo cada vez más complicadas. Son quizás las fases más flojas de todo el juego, aunque son optativas, y representan algo así como el homenaje a los Sonics de velocidad.

Cada pocas fases nos encontramos con una "puerta de jefes finales" dividida en dos enfrentamientos. Por una parte, una carrera contra un archienemigo de Sonic como Metal Sonic o Shadow y, una vez superada ésta, el enfrentamiento contra un jefe final propiamente dicho. En la carrera tendremos que llegar antes que nuestro rival a la meta, y para ello no solo tendremos que ser más rápidos sino también evitar sus ataques especiales y, cuando podamos, intentar golpearle nosotros a él. Estas fases provocan sensaciones encontradas: a algunos les resultarán algo frustrantes, ya que requieren aprenderse bien el nivel para poder aprovechar los caminos más rápidos y así llegar antes que nuestra némesis.

También es necesario evitar los ataques del rival cuando esté cerca de nosotros. Esto hace que el margen de victoria sea muy estrecho siempre, y que el mínimo error al equivocarnos de ruta, o al no dar un salto bien medido, se pague casi siempre por la derrota. Por otra parte, estos mismos motivos pueden hacer que a muchos les encanten. En cualquier caso, son obligatorias para pasar al enfrentamiento contra el jefe final y poder avanzar al siguiente grupo de fases, lo que puede suponer un escollo para los que se desesperen con un reto tan exigente. Las luchas contra los jefes finales están bien, aunque no todas igual de bien, y es muy útil la pantalla inferior para indicarnos cuánta vida le queda al jefe.

Pero, sin duda, la "chicha" del juego está en las fases principales, en las que alternaremos al Sonic clásico con el Sonic "moderno", con más habilidades. Aunque con algunos altibajos en calidad de diseño, todas ellas son entretenidas, y nos plantean retos de creciente dificultad -quizás, para algunos, una curva demasiada empinada-. Las fases cuentan con varios caminos, como todo Sonic que se precie, y numerosos secretos que encontrar, aparte de una gran rejugabilidad dado que nos puntuarán tras terminarlas. El problema del juego, en conjunto, es que resulta algo corto. A no ser que nos quedemos atascados en algún nivel, es fácil pasárselo en una tarde, y aunque sea muy rejugable, el número de fases puede resultar limitado.

La versión "grande" de Sonic compensa esto añadiendo diez retos por fase integrados en el modo principal, pero en esta versión 3DS nos tenemos que conformar con las fases de las esmeraldas del caos y con una serie de misiones que podremos desbloquear en un modo aparte, que recogen el espíritu de esos desafíos, pero no son tan variadas ni mucho menos. Cuenta, eso sí, con un modo multijugador online de carreras, bastante entretenido pero aun así limitado.

A nivel técnico Sonic Generations luce bien, con unos niveles con una profundidad que se acentúa usando el efecto 3D. Este funciona muy bien en la mayoría del juego, salvo en el primer nivel, donde los cuadrados marrones de Green Hill pueden volvernos un poco locos. El resultado, tanto si se usan las 3D como si no, es notable, con unos escenarios llenos de detalles, solo empañados por algún que otro borde dentado. A nivel sonoro, cuenta con melodías procedentes de numerosos juegos de la saga, y encantará a los fans. Está doblado al castellano, con unas voces muy infantiles, pero a fin de cuentas acordes con los zorros naranjas, erizos azules gigantes y demás personajes del universo Sonic.

Sonic Generations es un buen juego de plataformas que inicia con buen pie la trayectoria de la mascota de Sega en la nueva generación de máquinas portátiles. Es completamente diferente de su versión para consolas HD, por lo que se convierte en una buena compra para los que hayan disfrutado de ésta, y cuenta con algunas fases muy logradas, aunque otras distan de ese nivel que esperamos. El único inconveniente es su duración, bastante limitada, y una curva de dificultad muy empinada, con momentos un tanto frustrantes, como las exigentes carreras contra los archienemigos de Sonic, o las últimas Esmeraldas del Caos. Aun así, los fans de Sonic y los jugadores perfeccionistas podrán pasar horas y horas intentando conseguir las mejores puntuaciones. Un estreno notable de Sonic en las 3D de Nintendo, pero lejos del sobresaliente.